Otro nombre destacado del Partido Popular que sube al primer plano de la escena judicial: Javier Arenas. El histórico líder de los populares andaluces, ex ministro con Aznar y actual vicesecretario nacional del PP para asuntos territoriales ha sido apuntado por el dedo del ex presidente balear Jaume Matas como presunto responsable de la reunión que mantuvieron en la sede nacional del partido en Madrid, en Génova, 13, con el ex tesorero Álvaro Lapuerta –exento de tener que responder ante la justicia por demencia sobrevenida– para convenir el amaño del concurso del gran hospital público de Baleares, Son Espases, según revela El Mundo.

Arenas admite no salir de su asombro tras esta información y se pregunta por qué Matas lo involucra ahora directamente a él. Esta acusación del ex presidente balear se encuadra en las negociaciones que está manteniendo con la Fiscalía Anticorrupción para intentar eludir su reingreso en prisión a cambio de contar todo lo que sabe sobre la implicación del PP en las tramas delictivas investigadas. En este caso, supuestamente Lapuerta trasladó el interés del partido para que la constructora OHL lograra la adjudicación del complejo hospitalario, para lo que le hizo entrega de un sobre donde se incluían las instrucciones que debía seguir la Mesa de Contratación del ejecutivo de Matas.

Preguntado por El Mundo, Arenas asegura que se acaba de enterar por la prensa de qué es Son Espases, el hospital de referencia en Palma de Mallorca, y que la acusación de su ex compañero en el Consejo de Gobierno y de partido “carece de toda lógica”.

“Niego tajantemente los hechos. No he tenido ni trato con Matas ni tampoco afinidad alguna”, recalca Arenas. Y añade que en esa llamada telefónica, que se produjo supuestamente entre los años 2005 y 2006, el dirigente popular andaluz se encontraba “volcado en cuerpo y alma en el PP de Andalucía”.

Arenas también argumenta que Matas no tenía por qué haber recurrido a él para citarse con el ex tesorero Lapuerta porque asegura que un presidente autonómico como era Matas podía hablar “con el tesorero directamente”.

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