El reciente asesinato de la diputada socialista británica y activista pro derechos humanos Jo Cox no viene más que a dibujar la realidad de una Europa en donde el odio y la intolerancia ha germinado de manera profunda ante la desidia y la ignorancia de quienes aún no han asumido el desafío que para las democracias del viejo continente suponen la expansión permanente de los movimientos de la ultraderecha o del nuevo fascismo del siglo XXI , pensamientos estos que disfrazados de mensajes patrios y nacionalpopulistas se hacen cada vez más fuertes gracias al apoyo de las capas medias y obreras en países como Francia , Austria , Grecia, Reino Unido o Hungría por señalar sólo algunos.  Y junto a estos, la eclosión en el corazón de Europa del islamismo radical que viene a configurar un eje del mal conformado por quienes tienen en común sin entender de raza, religión o credo el deseo de acabar con la libertad, la igualdad y la convivencia pacífica entre diferentes , pilares estos sobre los que la ciudadanía europea quiere construir una UE plural y de paz.  Un proyecto este cubierto de retos y desafíos de dimensión inenbarcable desde las actuales herramientas que Bruselas tiene ante sí, un hecho este tan contrastable como lo es la incapacidad de las democracias de la vieja Europa de intervenir de manera decisiva en política exterior o de dar solución a la crisis humanitaria del pueblo Sirio que hoy hundido en el barro griego pide auxilio.

En definitiva, Europa necesita hoy más que nunca avanzar hacia un nuevo modelo de gobierno supranacional y Europeo que permita la construcción de ese pensamiento de principios del siglo XX que ya hablaba de la conformación de los Estados Unidos de Europa, debe ser esa y no otra la nueva realidad de convivencia entre europeos y europeas que compartimos aún con las diferencias lógicas retos y desafíos comunes y que necesitamos por ende una política única en materia económica, política o de defensa. Sólo será posible así desde la unión real hacer frente a los lobos que hoy acechan en la noche más oscura de un tiempo de cambio que nos deparará como ya lo está haciendo pruebas solo superables desde el compromiso compartido en la defensa de los valores fundamentales que nos unen esos que se escriben con las palabras justicia libertad igualdad y progreso.

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre