La gestora no podrá frenar en el Congreso la vía del voto ético contra Rajoy

El ex dirigente socialista Josep Borrell ha abierto la vía de la objeción de conciencia que contempla el reglamento interno del grupo socialista en la Cámara para que sus 84 diputados puedan ejercer un voto ético contra la abstención a un gobierno de Mariano Rajoy que el comité federal del partido ha aprobado este domingo 23 por una mayoría del 59% de sus miembros.

En su artículo 33 se recuerda que el comité director “podrá sancionar la emisión del voto contrario a la orientación acordada por el Grupo, cuando ésta se haya realizado de forma voluntaria y haya sido manifestada explícitamente, sin perjuicio del mecanismo disciplinario previsto en los Estatutos Federales del PSOE”. También se subraya que el Pleno del Grupo Parlamentario podrá excepcionalmente acordar la libertad de voto por razones de conciencia, una vez oídas las razones del parlamentario o parlamentarios solicitantes.

La cita de este 23 de octubre no ha podido ni querido “coser” las heridas

“Creo que el artículo 35 dice que un diputado puede presentar una objeción en base a problemas de conciencia. Y si no se aplica ahora, ¿cuándo se va a aplicar?”, señaló a su salida del comité federal Josep Borrell, el ex ministro con Felipe González, que ha virado desde una postura a favor de la abstención a un “no” rotundo.

También el diputado vasco Odón Elorza afirma en su blog personal que “autorizar el ejercicio de la libertad de voto por razones de conciencia” le parece “una decisión inteligente, democrática y representativa de las dos posiciones existentes ante una cuestión excepcional como es la de posibilitar el Gobierno de Rajoy”. Elorza subraya que “la votación tendría un carácter excepcional que encaja en la disposición recogida en el Reglamento del Grupo Parlamentario Socialista” citado anteriormente.

También la Constitución Española respalda la posibilidad del voto ético: en su artículo 67.2 se señala que “los miembros de las Cortes Generales no estarán ligados al mandato imperativo”. También el artículo 79, en su apartado 3, se subraya que el voto “es personal e indelegable”.

Borrell dijo tras el comité federal del domingo 23 que “si en estas circunstancias no se va a aplicar el principio del voto en conciencia de cada diputado, cuándo se va a aplicar”. El ex presidente del Parlamento Europeo espera que “el grupo parlamentario tome las decisiones más adecuadas para evitar que haya más rupturas en el Partido Socialista, que bastantes hay”.

Pero hasta ahora lo habitual es votar disciplinadamente lo que ordena el partido. El PSOE obliga en el artículo 6 de sus estatutos a que “en todos los casos, los miembros del Grupo Parlamentario Federal del PSOE están sujetos a la unidad de actuación y disciplina de voto”. Quien se salte esta premisa se arriesga a ser sancionado con una multa de 600 euros, aunque la gravedad del asunto en cuestión puede llevar a los rebeldes ante la comisión de ética y garantías para que valore su posible expulsión del partido.

Con este panorama de división interna sin ambages, la gestora ha fracasado estrepitosamente en sus 23 días al frente del PSOE a la hora de buscar cauces “pedagógicos” que defiendan la abstención al PP de Rajoy con el objetivo de evitar unas nuevas elecciones generales y de este modo desbloquear la situación política, favorecida por el “no es no” del ex secretario general del partido, Pedro Sánchez, a las políticas del PP.

Si el tumultuoso y bochornoso comité federal del pasado 1 de octubre que le costó el liderazgo a Pedro Sánchez se saldó con un PSOE totalmente dividido, la cita de este 23 de octubre no ha podido ni querido en absoluto coser las heridas que la nueva dirección temporal del partido se impuso como objetivo número uno, ya que 96 de los 232 dirigentes que acudieron a la cita votaron en contra de la abstención, lo que supone un contundente 40,85% del total de los sufragios. El incendiario comité del 1 de octubre acabó con 132 votos frente a 107. Y a este leve pero suficiente aumento de los defensores de la abstención se agarran en la gestora para imponer su postura al grupo parlamentario.

Fracasa la imposición de la abstención a todo el grupo parlamentario

Nada más terminar la cita de este domingo, tanto los dirigentes del PSC como otros barones –como la secretaria general de los socialistas baleares, Francina Armengol; la del PSE-EE, Idoia Mendia; la federación madrileña con Sara Hernández a la cabeza o el líder de los castellanoleoneses, Luis Tudanca, entre otros– mantienen su postura del “no” y han activado todas las alarmas en la gestora ante el temor más que fundado de que la fractura del comité federal se traslade también a los 84 diputados del Grupo Parlamentario Socialista.

No todos los diputados que antes defendían sin tapujos el “no” y ahora harán lo mismo con la abstención tienen pensado acatar sin más la disciplina de partido que impone, sin vías alternativas, la gestora a instancias de la agrupación socialista andaluza, con Susana Díaz y Mario Jiménez a la cabeza.

Además de los siete catalanes y los dos baleares, que actuarán con “coherencia” hacia sus votantes, la independiente Margarita Robles –número dos de Pedro Sánchez por Madrid el pasado 26-J– mantiene que votará “no” a la investidura de Rajoy pase lo que pase. También es una incógina qué harán otros diputados como el propio Pedro Sánchez o su número dos, César Luena.

El caso más llamativo de viraje entre los diputados socialistas ha sido el de su propio portavoz, Antonio Hernando, que tras defender vehementemente el “no es no” ahora tendrá que dar las razones desde el atril por las que el PSOE concede un gobierno al PP de Mariano Rajoy sin condiciones. Otro viraje llamativo hacia la abstención ha sido el de Eduardo Madina mientras otros dirigentes socialistas como Patxi López, Odón Elorza o la propia secretaria general del PSE-EE se aferran al “no”.