El PSOE que manda ahora en Ferraz lo tiene claro: quiere cargarse las primarias. “Que voten los militantes va en contra de la esencia de la socialdemocracia”, ha llegado a decir sin complejos el expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Falta saber ahora cómo lo hará y qué tiempos se marcará para ello la dirección interina del partido. El sistema más democrático existente hasta hoy en los partidos políticos para elegir a sus líderes no ha dado los resultados deseados y el ‘experimento Pedro Sánchez’ ha sido del todo fallido, concluyen en la nueva cúpula interina socialista.

Por eso, los nuevos pasos de la gestora que se encarga desde el 1 de octubre de los designios de los socialistas van encaminados a diluir este proceso para que sean los órganos colegiados del partido, es decir, una dirección representativa de delegados, la que finalmente se ocupe de buscar y elegir al nuevo líder o lideresa. Y esto no será hasta dentro de unos meses sine die. Curiosamente esta agenda coincide prácticamente en su integridad con la ‘hoja de ruta’ que Susana Díaz se marcó pacientemente en su proyecto de asalto a Ferraz cuando el “no es no” de Pedro Sánchez se mantenía inalterable y la ingobernabilidad del país provocó ipso facto el golpe de mano del comité federal del 1 de octubre.

La gestora ha hecho oídos sordos a las 90.000 firmas de militantes exigiendo la convocatoria de un congreso y primarias

Al PSOE nunca le ha ido bien con el sistema de primarias. Tras la crisis de liderazgo de finales de los noventa, cuando Felipe González dejó huérfana la secretaría general, los socialistas eligieron por primarias a Josep Borrell en detrimento del candidato del ‘aparato’ Joaquín Almunia, que finalmente fue quien optó estrepitosamente a la presidencia del Gobierno tras dimitir previamente el candidato que había ganado las primarias por no poder soportar las presiones internas.

Y es que el ‘aparato’ del PSOE es mucho ‘aparato’. Así ha sido y así está siendo en pleno 2016, pese a que el borrador del programa electoral del PSOE para el pasado 20-D abogaba por aprobar mediante una ley que todos los partidos convocaran procesos de elecciones primarias entre sus militantes para designar a sus candidatos a la presidencia del Gobierno y de las comunidades autónomas, y también a las alcaldías.

El promotor no era otro que Pedro Sánchez, entonces secretario general del partido gracias su victoria –por el 49% de los sufragios mediante primarias en julio de 2014– ante otros dos compañeros candidatos: Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias. Curiosamente, el gran impulsor entonces de aquellas primarias fue precisamente el gran perdedor, el actual diputado vasco Eduardo Madina, quien ha pasado recientemente de apoyar sin fisuras el liderazgo de Sánchez a defender la abstención en bloque del PSOE en el Congreso de los Diputados.

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El segundo intento socialista de abordar un sistema de primarias también resultó fallido por completo: el liderazgo de Alfredo Pérez Rubalcaba ganado en febrero de 2012 en el 38 Congreso Federal a su contrincante Carme Chacón acabó también en el desastre electoral de las Europeas de 2014, que precipitaron su dimisión.

La actual gestora socialista ha hecho oídos sordos al clamor de decenas de miles de militantes que firmaron una iniciativa encaminada a convocar un congreso extraordinario gracias al voto de una mayoría de afiliados, previo proceso de primarias para elegir un sucesor al dimitido Pedro Sánchez, que hasta ahora ha sido el único que se ha postulado públicamente a optar de nuevo a la secretaría general, si descontamos los amagos de otros líderes del partido como el ex lehendakari Patxi López o el propio Borrell.

Las 90.000 firmas que el alcalde de la localidad granadina de Jun, José Antonio Rodríguez, presentó en Ferraz avalando la propuesta de primarias cayeron en saco roto en la gestora, que tenía muchas prisas por que un nuevo comité federal, el del pasado 23 de octubre, diera el visto bueno a la abstención socialista a un gobierno del Partido Popular con Mariano Rajoy al frente.

Una vez solventado este trámite histórico de permitir un gobierno de la derecha en España con su abstención, el PSOE se marca unos tiempos a medio plazo para convocar el nuevo congreso federal del que saldrá el nuevo líder del partido. Desde que Rubalcaba salió elegido en el 38 Congreso Federal ya han pasado cuatro años y un sinfín de avatares. Por ello, en teoría tocaría convocar ya desde el pasado febrero de este 2016 uno de carácter ordinario y no extraordinario como reclaman los todavía afines al sector de Pedro Sánchez, que salió elegido del extraordinario e julio de 2014. Sánchez, excusado en la situación política, fue postergando la convocatoria del congreso hasta que finalmente lo reclamó como mecanismo de defensa personal cuando ya su liderazgo estaba seriamente dañado.

El borrador del programa electoral socialista del 20-D quería imponer por ley las primarias a todos los partidos

La reciente dimisión en bloque de los 17 miembros de la ejecutiva federal del pasado obligaría a convocar uno extraordinario sólo con el fin de elegir nueva ejecutiva del partido, pero como ahora todo lo designa la gestora los tiempos son otros al libre albedrío de esta entidad transitoria.

Y los últimos gestos tanto de la gestora como de algunos barones van dirigido a un escenario completamente diferente. No sólo el ex barón extremeño Rodríguez Ibarra abomina de las primarias como identitarias del PSOE sino también el presidente aragonés, Javier Lambán, que en unos incendiarios mensajes en las redes sociales aprovechaba para reclamarle a Pedro Sánchez que “no estorbe, ni interfiera en la tarea de refundación que tiene que empezar ahora mismo el PSOE. Que se retire con dignidad de la primera línea política”.

Añadiendo más leña al fuego añadía el presidente de Aragón: “Aquellas primarias (de 2014) fueron una contienda puramente personal, descontextualizada, sin debate sobre estrategia, política, programa; sin la existencia de mecanismos que permitan evaluar y certificar la calidad política de quienes contienden a las pugnas por los liderazgos”.

Rodríguez Ibarra abunda en esta idea, al estar convencido de que “muchos de los males del PSOE” vienen causados directamente por el sistema de primarias y por “dar responsabilidad y voz a la gente”. “El sistema de elección por primarias ha provocado que cualquiera pueda ser líder del partido. Ahora se puede presentar cualquiera”, añade el ex presidente extremeño.

En este enrarecido ambiente, la gestora, dirigida en la sombra por la propia baronesa andaluza a través de su portavoz, Mario Jiménez, según aseguran incluso muchas voces internas del partido, quiere llevar al otoño de 2017 la cita congresual, para que sea de carácter ordinario y sin el ‘engorroso’ paso previo de las primarias. Será entonces cuando Susana Díaz habrá ganado tiempo para recomponer desde Andalucía su maltrecha imagen después de su protagonismo indeseado en el golpe del comité federal del 1 de octubre, y así poder optar sin oposición a encabezar el nuevo proyecto socialista. Todo ello si antes el coche de Pedro Sánchez lo ha dejado antes sin gasolina para reconquistar Ferraz.

5 COMENTARIOS

  1. Ni durante la II República fueron de izquierda esta gentuza. Si se les diera otra oportunidad, volviendo al 36, seguro que elegían el bando de Franco.

    • No sé si para entonces , pero con toda seguridad eligerian ese bando si se presentara de nuevo la Oportunidad y actuarían hasta con más Severidad. …. … .. .. …… .. . .vgg

  2. Parece que existe un Axioma del Felipillo , muy apreciado por el Liderazgo de ese Partido : «La Plebe debe ser Guiada , porque suele actuar con el Corazón y quere comportarse Honorablemente. .. .vgg

  3. pues no que los militantes tambien quieren tener voz y voto aquí, pero que sabran estos. Cuando sean padres comerán huevos. hasta entonces a mirar y a callar. No te jode

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