La exetarra Idoia López Riaño ha salido hoy de prisión tras cumplir 23 años de condena y haberse mostrado arrepentida de sus múltiples crímenes, a través de los comandos Madrid y Barcelona y toda una etapa de terror de los coches-bomba.

Condenó la violencia y se desvinculó de ETA en el año 2010 y el autodenominado colectivo político de presos vascos la expulsó de ETA junto a una veintena de disidentes, mal llamados “arrepentidos” por el resto del colectivo.

Este arrepentimiento era el primer paso que exige lo que se ha conocido por la ‘vía Nanclares’ la fórmula de reinserción que se puso en marcha en la cárcel alavesa de Nanclares de Oca en el año 2009 de la mano de Alfredo Pérez Rubalcaba como ministro del Interior y de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno. 

López Riaño ha pedido perdón a las víctimas de ETA. No se ha reunido nunca con ninguna de ellas pero les ha escrito misivas en las que pide perdón y asume el daño causado. De hecho la Audiencia Nacional le ha llegado a conceder hasta un total de 8 permisos penitenciarios que la ex etarra nunca ha aceptado.

En uno de estos escritos de arrepentimiento López Riaño afirmaba: “Asumo total y absolutamente mi actividad delictiva en el seno de ETA, así como mi responsabilidad por la actividad de dicha organización al haber pertenecido a ella”, según la agencia EFE.

Sus últimos años en prisión los ha dedicado a estudiar un curso de literatura francesa, de arte y de cerámica. Además en el módulo de reinserción ha trabajado como cuidadora de animales concretamente de perros que es a lo que se quiere dedicar ya en libertad.

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