Una de las primeras medidas que Mariano Rajoy afirmó que debía tomar era la de convocar el Pacto de Toledo para hacer frente al problema de las pensiones. Desde un punto de vista político es correcto que lo haga, sin embargo, tanto su gobierno como su partido son los principales responsables de que actualmente nos encontremos en la situación en que nos hallamos todos los españoles, tanto los pensionistas como los trabajadores. Por tanto, no es muy normal que quien ha generado el problema sea quien ponga soluciones sobre la mesa que sean adecuadas a los intereses de los ciudadanos.

Mariano Rajoy y Fátima Báñez son los principales responsables del estado de nuestro sistema de pensiones públicas. Hay quien dice que es una estrategia más del Partido Popular que no tiene otro objetivo que depauperar el sistema público para favorecer los intereses de los fondos de pensiones privados. Algo de eso hay pero realmente sólo es la punta del iceberg de un proceso de depauperación de lo público, un proceso que no nos debería sorprender teniendo en cuenta la ideología económica del Partido Popular.

un proceso de depauperación de lo público

Nuestro sistema de pensiones está basado en las cotizaciones que hacen a la Seguridad Social las empresas y los trabajadores tanto por cuenta ajena como por cuenta propia. Hasta aquí todo es normal y lógico, lo que no lo es tanto es el estado en que se encuentra este sistema y, como ya hemos dicho, los principales culpables de este hecho tienen nombre y apellidos: Fátima Báñez por ser la ministra responsable de las políticas de empleo y de las pensiones, y Mariano Rajoy por ser el Presidente del Gobierno y, por tanto, el máximo responsable de todo lo que el Ejecutivo apruebe.

Veamos el estado de las aportaciones a la Seguridad Social. En 2.007, el año en que se inició la crisis económica, España era un país en el que aún existía una prosperidad que se sustentaba sobre la burbuja inmobiliaria y, por tanto, la recaudación de la Seguridad Social era elevada. En concreto, en 2.007 se recaudaron por cotizaciones sociales un total de 103.263,13 millones de euros, según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. La crisis económica, la explosión de la burbuja inmobiliaria, el consiguiente aumento del desempleo y las leyes erráticas del gobierno de Rajoy en materia de empleo han llevado a que en 2.015 la Seguridad Social recaudara 99.156 millones de euros. ¿Cómo es posible que esto ocurra cuando tanto desde el PP como desde el gobierno y de la prensa afín se esté día tras día con el «raca – raca» de la creación de empleo? La recaudación es inferior y sólo ha crecido un 1% interanual porque el empleo que se crea en este país está sostenido por la extrema temporalidad, por los salarios de hambre y por las bonificaciones a la contratación del gobierno, unas bonificaciones que serían beneficiosas si se establecieran sobre la base de la calidad del empleo y no por el tipo de contrato que se firme. Pero eso lo veremos más adelante. Veamos la evolución en la recaudación según los datos de la propia Seguridad Social:

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Con esta recaudación tan baja la Seguridad Social tiene un déficit en 2.015 de 11.000 millones de euros ya que los ingresos son muy inferiores a los pagos. Esto ocurre a pesar de la importante creación de empleo que tanto cacarea Fátima Báñez cada vez que le ponen un micrófono delante de la boca. Por eso el gobierno del Partido Popular ha desmantelado de hecho la herencia que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero le dejó: en cuatro años Rajoy se ha pulido el Fondo de Reserva de las Pensiones.

En diciembre de 2.011 la Hucha de las Pensiones contaba con 66.815 millones de euros. En julio de 2.016 sólo contaba con 24.207, es decir, en cuatro años y medio el gobierno del PP ha sido incapaz de crear políticas adecuadas que hicieran frente a las necesidades de España y, por tanto, ha tenido que ir sacando dinero de ese Fondo de Reserva. Hay analistas que nos dicen que, en realidad, Rajoy y Báñez ya se han gastado todo lo que dejó Zapatero y que lo que queda en la actualidad son los réditos obtenidos. Veamos la evolución para hacernos una idea de la gravedad de la situación:

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Teniendo en cuenta la tipología de nuestro sistema de pensiones públicas, unido inexorablemente a la creación de empleo y a los salarios, queda claro que la situación actual sólo se podrá revertir si se cambian de manera radical las políticas implementadas desde que Rajoy gobierna. En primer lugar, el sistema de pensiones no puede mantenerse con las tasas de precariedad laboral que hay ni, por supuesto, con el número de desempleados reales que tiene nuestro país. Las cifras de creación de empleo con las que el gobierno quiere avalar su Reforma Laboral no se corresponden con una prosperidad de las clases trabajadoras de rentas bajas y de rentas medias, es decir, el sostén del sistema de pensiones. Mientras Fátima Báñez se vanagloria de los datos del paro registrado, de la afiliación a la Seguridad Social o de la Encuesta de Población Activa de la campaña de verano y tiene la desvergüenza de afirmar que en España se crean no sé cuántos miles de empleos diarios (no digo la cifra exacta porque siempre depende del nivel de optimismo de la ministra y cuando se viene arriba ha llegado a afirmar que gracias a su Reforma Laboral se crean decenas de miles de trabajos al día), la realidad es muy otra ya que mientras el crecimiento anual del empleo se sitúa por encima del 3%, la productividad apenas repunta un 0,1%. Este es uno de los datos que demuestran la precariedad de nuestro mercado laboral.

el sistema de pensiones no puede mantenerse con las tasas de precariedad laboral que hay

En segundo lugar, tenemos la falsa interpretación de la precariedad que hace el gobierno. Siempre están poniendo sobre la mesa los pequeños incrementos de la contratación indefinida pero se olvidan de que la precariedad no se basa sólo en si un contrato es indefinido, temporal o por horas, sino que un factor muy importante es la tipología de la jornada ya sea completa o parcial, aunque también es importante ya que mientras los contratos indefinidos crecieron un 2% en tasa interanual, la temporalidad lo hizo un 25%. Por otro lado, en España la contratación a tiempo completo se ha reducido drásticamente desde que Mariano Rajoy llegó al Gobierno. En 2.007 el porcentaje de empleo a tiempo parcial se encontraba en un 33,3%. En 2.015 era del 63,2%. Otro indicador que es capital es el número de horas extraordinarias remuneradas, ya que sólo se pagan un 13% de las que se obliga a los trabajadores a realizar, y eso sin incluir las horas que se dan en la nueva tipología de explotación laboral que se ha introducido en el mundo del trabajo: la explotación digital que hace que los trabajadores estén pendientes del correo electrónico o del Whatsapp fuera de su horario. Finalmente, tenemos la duración de los contratos que ha caído de manera estrepitosa, dado que un 25% de los mismos tiene una duración inferior a 7 días.

En tercer lugar, nos encontramos con la explotación salarial que ha llegado a unos términos que nos llevaron a afirmar en su momento que en España se había reinstaurado la semi-esclavitud. Según los datos oficiales del Ministerio de Empleo podemos ver cómo las rentas más bajas son las que más han sufrido las consecuencias de la crisis. Al desempleo y a la precariedad que ofrece el mercado de trabajo nos encontramos con la pérdida de capacidad salarial. A medida vamos bajando en la escala salarial comprobamos que las rentas bajas han tenido una reducción en sus emolumentos superior al 24% de media mientras que los salarios más altos apenas han perdido un 3% respecto al año 2.007. Según el sindicato UGT las rentas salariales se han reducido en España en más de 39.000 millones de euros. A la vez, las rentas empresariales se incrementaron en 5.000 millones.

el tejido empresarial español no ayuda mucho a que la situación mejore

En cuarto lugar, el tejido empresarial español no ayuda mucho a que la situación mejore. En nuestro país el 99,9% de las empresas tiene menos de 250 trabajadores y con un volumen de negocio inferior a los 50 millones de euros. La mitad de estas pymes son microempresas (menos de 10 trabajadores) y, de esa cantidad, un 53% son personas físicas que no tienen trabajadores a cargo. Es decir, que sólo un 0,1% del tejido empresarial corresponde a la gran empresa. Normalmente, los sectores que más empleo de calidad genera son la gran empresa y el industrial. En España no ocurre así ya que nuestro mercado laboral está basado en el sector servicios que depende del turismo, es decir, un sector con mucha precariedad tanto salarial como laboral por la estacionalidad. El sector industrial en nuestro país está centrado en microempresas o en pymes con menos de 50 trabajadores que, lógicamente, no puede optar a niveles de crecimiento suficiente como para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores.

En quinto lugar, tenemos las tarifas planas en la cotización de las empresas que Rajoy impulsó para aumentar la contratación indefinida. Se ha demostrado que no ha sido eficaz para crear empleos y ha reducido lo recaudado por la Seguridad Social.

Ante esta situación vemos cómo nuestro sistema de pensiones está agonizando para deleite de los neoliberales. Un hecho que demuestra esta situación terminal es el cambio de la publicidad de las entidades bancarias y de las grandes aseguradoras: ya sólo ofrecen planes de pensiones privados utilizando como principal argumento de venta el miedo a llegar al momento de la jubilación sin disponer de unas rentas decentes.

nuestro sistema de pensiones está agonizando para deleite de los neoliberales

¿Qué es lo que nuestros políticos tienen que hacer? ¿Quién lo debe impulsar? Queda claro que para reforzar nuestro sistema de pensiones públicas es necesario derogar las dos últimas Reformas Laborales para que el empleo que se cree sea de calidad y con unas condiciones dignas. Sin tener un mercado laboral en el que las condiciones salariales y laborales no tengan esa dignidad nuestro sistema de pensiones está muerto. Da la sensación de que el empresariado es el que quiere mantener esta situación de emergencia y esto no se puede permitir. Por otro lado, es necesario incentivar la contratación indefinida y a tiempo completo a través de la desmotivación de la precariedad por medio de una serie de medidas respecto a las cotizaciones a la Seguridad Social:

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Si no se hace algo, nuestro sistema de pensiones públicas está muerto. Hay que hacer algo y eso lo tienen que hacer los dos principales partidos de la izquierda.

1 COMENTARIO

  1. Gran articulo. Un analisis donde se ve los verdaderos problemas de nuestro sistema de pensiones. Estas son las causas pero donde estan las soluciones? Que se deberia hacer para volver a tener un sistema de pensiones que nos asegure la dignidad de la jubilacion? Eso es lo que me ha faltado y espero que haya una segunda parte donde se analicen las soluciones.

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