La Asamblea General de las Naciones Unidas, reunida en París el 10 de diciembre de 1948, proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Así, la Declaración cumple 70 años como el ideal común para pueblos y naciones, pero la mayoría de los ciudadanos desconoce estos derechos y cómo se violan diariamente en todo el mundo. Es el documento en el mundo más traducido, hasta en un total de 500 idiomas.
La igualdad, justicia y dignidad son las bases de la Declaración
En estas siete décadas se ha reforzado la dignidad de millones de personas, se han prevenido sufrimientos indescriptibles y se han echado los cimientos de un mundo más justo. Aunque sus promesas aún no se han cumplido cabalmente, el hecho mismo de que haya resistido el paso del tiempo es una prueba de la duradera universalidad de sus valores de igualdad, justicia y dignidad humana.
La Declaración Universal de Derechos Humanos es un documento que marca un hito en la historia de los derechos humanos. Elaborada por representantes de todas las regiones del mundo con distintos antecedentes jurídicos y culturales, trata de devolver la dignidad, aunque no siempre lo consigue, a cada ciudadano del mundo.
La Declaración Universal –el documento más traducido del mundo, disponible en más de 500 idiomas- es tan pertinente en la actualidad como lo era el día de su proclamación.