Finalmente, el pasado día 26 de marzo, tras un anuncio del propio Donald Trump a través de su cuenta de Twitter, se conocieron los detalles de la reforma impositiva que el presidente de EE.UU. llevaba en sus promesas electorales.

Y no convenció ni al mercado de acciones ni al Forex. Ese día, las principales bolsas estadounidenses y el billete verde retrocedieron porque la promesa de menores impuestos no iba a acompañada de medidas que compensaran el mayor déficit.

La principal apuesta de la administración Trump es la de reducir el impuesto de sociedades hasta el 15% desde el 35% actual, un aspecto ya conocido por todos. Por otro lado, el equipo del presidente anuncio que se dará luz verde a las repatriaciones de capital por parte de las empresas a una tasa “muy competitiva”, pero que aún no se ha desvelado.

Hasta ese momento, el mercado de divisas o Forex vivía con la incertidumbre de hasta dónde llegaría Trump y con las posibles consecuencias sobre el aumento de los precios que pudieran tener sus medidas de estímulo fiscal en una divisa que lleva cinco años de alzas.

Después de que varias de las medidas prometidas por Donald Trump chocasen frontalmente con la realidad, los temores a que la presidencia impulsase la inflación se disipan. Mientras, la economía estadounidense mantiene la senda del crecimiento y continúa creando empleo, al mismo tiempo que el dólar retrocede.

Así, pues para los inversores del Forex el único peligro real que provoque el repunte de la inflación es la propia economía estadounidense. Los datos de empleo lo demuestran pues los salarios ya están empezando a tocar el nivel suficiente como para generar repuntes inflacionistas en los salarios.

La subida de las materias primas, sobre todo del petróleo, tras el acuerdo de los países miembros de la OPEP a finales de 2016, también puede generar inflación. Un barril por encima de esos 50 dólares genera inflación. Y en los principales indicadores se llevan recogiendo subidas en los precios los últimos 18 meses.

Por ejemplo, el Índice Precios Clave (PCE) se situó en el 1,8% en febrero de 2017, un poco por encima de las previsiones del Comité de Mercados Abiertos (FOMC) de la Reserva Federal y apunta al 2% para finales de 2017.

Pero la inflación en Estados Unidos no sólo viene por los salarios o por las materias primas. La inflación subyacente, la que excluye las partidas más volátiles de la cesta, combustibles y alimentos, se sitúa en el 2%, con los precios de los servicios al alza.

Los expertos prevén que la economía estadounidense crezca al 2,1% en 2017 y al 2% en 2018 sin medidas de estímulo fiscal por parte de Trump, lo que en inflación se traduciría en un 2% a finales de 2017 y un 2,25% en 2018.

Si todo se mantiene en esa línea, las subidas de tipos previstas no impedirán que el dólar retroceda en el Forex dado que ya no es la única economía que crece, algo que sí ha ocurrido los últimos cinco años.

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