La titular del Juzgado de Instrucción nº 51 de Madrid, Carmen Rodríguez Medel-Nieto, dictó el pasado 24 de noviembre un auto en el que solicita al ministerio fiscal que proceda en un plazo de diez días a la apertura de juicio oral contra la cúpula “golpista” de la empresa Graphenano, compuesta por Alvaro Zarza García, Ignacio Ramos Covarrubias y M.C.R., así como a la mercantil Westfield Comunicación SL.

En dicho auto, la magistrada afirma que, después de unas diligencias practicadas durante seis meses, y subrayando que ya no admitirá más, ha encontrado suficientes indicios y pruebas para acusarles de estafa, apropiación indebida, administración desleal y delito societario. Todos los cargos son susceptibles de fuertes penas de prisión.

El interés general de la medida viene dado porque Graphenano, radicada en Murcia, es considerada una empresa puntera a nivel mundial en la fabricación de grafeno, innovador supermaterial todavía en experimentación sobre el que se concentran expectativas máximas para facilitar un gigantesco salto en usos científicos y tecnológicos. Su cada día más cercana aplicación industrial representaría una incalculable revolución en temas tales como las pilas para cualquier adminículo de telecomunicación. Significaría que todas las actualmente existentes quedarían obsoletas, y las nuevas arrasarían en el mercado. Lo que, cuantificado en dinero contante es, hoy por hoy, incalculable.

La “picadura del escorpion”

Practicando la técnica conocida por algunos penalistas como la picadura del escorpión, Álvaro Zarza –mercantilista con preocupantes antecedentes que sorprendió en su buena fe a los propietarios querellantes– dio un verdadero golpe de estado. Con la complicidad –según se desprende el auto– del notario Ignacio Ramos Covarrubias (al que posteriormente integró por la cara en el accionariado), aprovechando las vacaciones de Semana Santa “ocupó” las oficinas centrales, en el meollo de la Calle Serrano de Madrid, expulsó al personal, cambió las cerraduras de todas las puertas y prohibió la entrada de ninguna persona ajena a la banda incluso para recoger propiedades personales en los despachos y en el parking, donde retiene, y al parecer utiliza, vehículos de alta gama que, simplemente, ha sustraído. Un testigo asombrado por aquella audacia y previniéndole de las posibles consecuencias penales que tal operación podía entrañar, le escuchó decir que “por vía legal eso va para largo, incluso para muy largo, y si hay resoluciones contrarias, para entonces…” Cuestión en la que parece no estar muy desencaminado, ya que han transcurrido nueve meses y el Juzgado número 43, dirigido por el magistrado Diego de Egea Torron, no ha conseguido ni tan siquiera tomarle declaración.

El 30 de junio, el periódico “Voz Populi” recogió que Zarza se habría puesto de acuerdo con otro querellado, el notario Ignacio Ramos Covarrrubias, para conseguir la entrada de Auriga Global Investors en la sociedad y expulsar fraudulentamente a quienes hasta entonces habían sido sus socios. Auriga –precisó el diario de Jesús Cacho–, presidida por Íñigo Resusta, es una sociedad de valores con intervención en la bolsa del Madrid, Barcelona y Valencia, de gran importancia nacional, no solo por su condición de regulada sino también como gestora de patrimonios a nivel nacional e internacional, y de fondos de inversiones de parecida importancia. Por tanto, sometida al control de la CNMV.

Un grupo que funciona como banda

También relató que el plan consistió en varias operaciones y una doble venta que habría contado, necesariamente, con la complicidad de M.C.R. Sin la colaboración de este y del notario Ignacio Ramos Covarrubias, hubiera sido imposible que un individuo con los antecedentes de Alvaro Zarza consiguiera mover ficha para dejar fuera a sus socios y persuadir a Auriga entrar en el capital. Es probable que Auriga no se haya enterado bien de lo que hay detrás de las asombrosas maniobras de Zarza. A menos que Auriga, lo que no parece probable dadas sus antecedentes y proceder empresarial, participe en ellas. En todo caso si se confirmara este último extremo, quizá la CNMV tendría que ir atándose los machos.

Los hechos son los siguientes: Alvaro Zarza, que era el administrador único del grupo que mantenía con sus antiguos socios a los que dejó en la calle con nocturnidad y alevosía, deshizo la compraventa del 12% que había realizado con sus socios de Westfield Grapheno y la ejecutó de nuevo a través de una sociedad en la que previamente había excluido a dichos socios, sociedad con una denominación similar, Westfield Comunicación. Así, Zarza se habría vendido a sí mismo, a través de distintas operaciones, dicha sociedad, incluyendo las acciones de Graphenano que antes pertenecían a Westfield Grapheno.

Otros medios se incorporaron para advertir sobre la turbiedad de la maniobra. “Diario16” señaló que dado que ya estaban negociadas y pactadas desde el inicio todas las compras de participaciones y la entrada de Resusta -a través de la sociedad Best Quality Results—, en ejecución del presunto delito que se juzga, Álvaro Zarza resolvió con los administradores de Graphenano el contrato de compra de las acciones restantes que había adquirido Westfield Grapheno, se las devolvió al vendedor original y, el mismo día y acto, volvió a comprarlas a través de Westfield Comunicación, de la que era ya su único dueño.

 

Comprar con dinero ajeno

Para colmo, según el texto de la querella que da dado lugar al auto de procesamiento, el prodigioso Zarza realizó dicha adquisición apropiándose del dinero que había pagado Westfield Grapheno cuando adquirió las acciones de Graphenano. Consumado el atropello, aparece el fondo Auriga, beneficiario último de la trama planeada, dejando fuera definitivamente a los querellantes.

Íñigo Resusta, administrador único de Best Quality Results, hoy Auriga Grapheno, elevó sus fondos propios de 3 a casi 7,3 millones de euros mediante una ampliación de capital, cuyos fondos se utilizan para pagar las citadas acciones, adquiriendo a su vez un 40% del capital de Westfield Comunicación. Todos estos mágicos movimientos se realizaron en el mismo día.

Fuentes de los querellantes confirmaron a “Diario 16” que esta cadena de actos de apariencia total podría estar relacionada con la llegada del grupo chino Zhejiang Chint Electrics, que entró en el capital de Grabat Energy, filial de Graphenano, con una participación del 10% y una inversión de 18 millones de euros.

Es de hacerse notar que una vez materializada esta operación por el notario Ignacio Ramos Covarrubias , tuvieron la “habilidad” de cambiar de fedatario público Se les escapó, sin embargo, incitó a desconfianzas máximas: el nuevo certificador, además de socio, es cuñado del anterior. En la querella aparece también la sociedad de inversión Auriga Global Investors, cuyo presidente, Iñigo Resusta Covarrubias, es asimismo consejero delegado y vicepresidente de Graphenano, además de primo del notario implicado y, supuestamente, el máximo beneficiado de estas maniobras. Es lo que en Sicilia resumen con la frase “la familia, por encima de todo”. Un conocedor a fondo de esta oscura historia la calificó de “maniobra al más puro estilo Corleone”.

Auto demoledor

El auto de la jueza Rodríguez Medel-Nieto resume el asunto en los ajustados y duros términos que siguen: “Con el conjunto de operaciones llevadas a cabo el 3 de junio de 2015, Álvaro Zarza pasó a tener el 50% de las participaciones de GRAPHENANO SL (y, por tanto, no sólo el porcentaje pequeño que habría tenido, y compartido con don Tirso Tomás y don Ángel Almoguera si la compraventa realizada con Westfield Grapheno SL no se hubiera resuelto).

Por su parte, don Ignacio Ramos se lucra mediante la adquisición, con liberación del pago de precio — al menos parcial -, de participaciones en Graphenano S.L a través de su participación en Westfield Comunicación SL mediante una sociedad de su propiedad.

Toda esta operativa se lleva a cabo el 3 de junio de 2015 en la notaría de don José Ortiz, cuñado de don Ignacio Ramos, que a su vez comparte notaria con él, habiendo indicios de que fue don Ignacio quien intervino en toda la operativa sin perjuicio de que formalmente las otorgara el notario, su cuñado, don José Ortiz.

SE ACUERDA LA CONTINUACION DE LAS PRESENTES DILIGENCIAS PREVIAS por los trámites del PROCEDIMIENTO ABREVIADO, por si los hechos investigados en relación con don Alvaro Zarza García, don Ignacio Ramos Covarrubias y don M.C.R. y a la mercantil WESTFIELD COMUNICACIÓN SL, pueden ser constitutivos de delito de ESTAFA (art. 248 y 250.5 y 251 CP), APROPIACIÓN INDEBIDA (ART.253 CP) Y/O ADMINISTRACIÓN DESLEAL (ART, 252 Cl)) Y/O DELITO SOCIETARIO (art. 291)

Con carácter previo a la remisión de las actuaciones al Ministerio Fiscal, recábense los antecedentes penales y medios económicos de todos los investigados, ordena la Juez.”

2 COMENTARIOS

  1. Joder, ¡cuanto tiempo! Creía que este panfleto ya no existía. Y hoy me confirma… que es un tabloide panfletario amarillista. Hablais de las fuentes de los querellantes ¿Habeis contrastado con la otra parte? Por lo que hablais, sé que no.
    Los lectores hicieron muy bien en poneros donde estais. O sea, en la nada. Todo lo que decís es filtrado por un estafador, que vosotros sabeis muy bien quien es, porque también os paga. Me alegro de veros despues de tantos años, y me alegro de que vais a desaparecer, porque sois unos insolventes que que jamás podreis pagar una indemnización por falsedades manifiestas no contrastadas. Hasta nunca impresentables.

  2. Las personas puede que no cambien,las empresas y sociedades sí,porque efectivamente si no,no sobreviven,pero tipos «mandados»como tú,por intereses de estafadores, para restar credibilidad a esta publicacion,n4o hacen más que reafirmamos que nuestra línea editorial y artículos son inequívocos,gracias guapo por aumentar nuestra credibilidad.

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