La Asamblea de Madrid, con lo votos a favor del PP y la abstención de Ciudadanos y PSOE ha aprobado hoy nombrar senador a Jaime González Taboada, amenazado bajo la sombra del caso Púnica. Taboada fue sustituido en la remodelación del gobierno Regional llevada a cabo por la presidenta Cristina Cifuentes tras el debate sobre el Estado de la Región celebrado la semana pasada. Taboada explicó que a partir de ese momento se dedicaría “en exclusiva al partido” como coordinador del Partido Popular Madrid. Sin embargo como vemos su destino será el Senado.
La portavoz de Podemos en la Asamblea, Lorena Ruiz-Huerta, ha afeado a Cristina Cifuentes esta recolocación y la del otro consejero cesado, Jesús Sánchez Martos, exconsejero de Sanidad. Cifuentes ha replicado asegurando que su partido llena la ciudad de Madrid de “novias, compañeros, amigos y familiares”.
Respecto a González Taboada, Ruiz-Huerta ha asegurado que su salida del Gobierno y su recolocación en el Senado tiene que ver con el hecho de que “formara parte de la mesa de contratación de Arpegio, sociedad investigada por irregularidades en las adjudicaciones del Plan Prisma”, y al deseo de Cifuentes de ponerle “a buen recaudo de la Justicia”
Durante la sesión de control al Gobierno, la portavoz de Podemos ha rechazado los argumentos de Cifuentes. Sobre Sánchez Martos ha criticado que solo “un día y medio después” de su salida del Gobierno “ya tenía un nuevo trabajo como director de una fundación donde cobrará 82.000 euros al año”, aunque él dijera que “el salario no es lo importante, sino que se debe trabajar por ilusión”. “Ojalá su ilusión sea tan grande como su falta de currículum en materia de investigación” ha asegurado Ruiz Huerta.
La portavoz de Podemos ha preguntado también a Cifuentes si su anuncio de una Viceconsejería de «Humanización» se va a dedicar a «llamar a cada paciente en lista de espera y decirle con toda humanidad que si no acepta operarse en la privada será penalizado con unos cuantos meses más de espera, aunque su vida corra peligro«, o si en realidad será una nueva “oficina de cartón piedra” con coste para los ciudadanos para sus “altos cargos, enchufes y recolocaciones”.
