Desconozco la razón, pero la ex Cajamurcia suele ser bastante misteriosa en los movimientos que realiza, sobre todo si es para algo que no suponga una buena noticia. En esta ocasión, que supone la -.,  dos cajas de ahorro nacionalizadas al 65%, alguna noticia ha salido en la prensa regional murciana, ya que, el 14 de septiembre del presente, los consejos de administración de ambas entidades, aprobaron dar el visto bueno a la fusión, que en el fondo supone la integración de BMN en Bankia, como pone de manifiesto el hecho de que el presidente de la entidad resultante será José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, mientras que para el banquero murciano y ex presidente de BMN, Carlos Egea Krauel, le queda la nada despreciable pedrea de ser el consejero externo de la nueva entidad. Nuevamente, los medios de comunicación históricos de Murcia, han mantenido su apoyo cuidándolo con mimo, al que fue en su día presidente de Cajamurcia, que se encuentra en el declive de su carrera en la banca.

El camino realizado hasta que los dos novios se han dado el “sí quiero”, ha sido largo y plagado de incidencias aunque, desde su punto de vista, se puede dar como bueno el resultado, al dar origen a la que ya es la cuarta entidad española, después de BSCH, BBVA y Caixa Bank, que no está nada mal, aunque no nos podemos olvidar lo más importante: el estado, a través del FROB, posee el 65% de la nueva entidad.

Está claro que el gobierno popular ya da por finalizada esta historia, y que el 35% de un banco que, en estos momentos, cuenta con unos activos de más de 230.000 millones de euros, 2515 oficinas distribuidas a lo largo de España, y 8,2 millones de clientes, dejará pasar el tiempo y poco, o nada, se le devolverá al estado con la considerable pérdida de una gran cantidad de dinero público. Otra vez a pagar los mismos.

Pero hay otro ángulo de este asunto que puede tener una gran importancia futura, porque es bien conocido que la banca española, inoperante y acostumbrada a obtener dinero fácil de sus clientes a partir de altas comisiones y tipos de interés abusivos, sobre todo a los que menos tienen y más pueden exprimir. Teniendo en cuenta que, a la vez, la banca ha recibido para su rescate una cantidad de 63.000 millones de euros, existiendo la seguridad de que al menos 42.000 millones no serán devueltos al Estado; o sea, a todos los ciudadanos -¿Cómo es posible que la banca, tan dura y cruel con la morosidad, ahora, con toda la jeta, se escape por la gatera sin pagar sus deudas?-.

En esta tesitura, se abre la puerta para nacionalizar Bankia y convertirla en una Banca Pública que está plenamente justificada al ser una alternativa para que al actuar con tipos bajos y menos comisiones, fuerce a la banca privada a que obtenga menos beneficios pero que dé un respiro a sus clientes.

Finalmente, si la empresa privada, cuando participa como negocio en derechos públicos como la Educación o la Sanidad, es bien recibida por los liberales al aumentar la competencia y disminuir los costes!!!!!, ¿por qué no puede participar la empresa pública en el negocio de la banca?

Me gustaría saber la respuesta de los liberales, aunque me la imagino al tratarse de gente de baja y doble moral.

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