El juez decano de Madrid, Antonio Viejo, no cursará «por improcedente” una petición de la justicia belga para que advierta fehacientemente al juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, de que debe comparecer el próximo día 4 de septiembre ante un tribunal de ese país para prestar declaración.
La justicia belga se niega a la entrega a España de tres exconsejeros catalanes huidos y un tribunal de este país se ha apresurado a citar a Llarena por una demanda que le interpuso el pasado 5 de junio el expresidente catalán, Carles Puigdemont.
A la demanda presentada por Puigdemont se han adherido los exconsejeros huidos y piden para Llarena una condena simbólica de cinco euros, por su supuesta “parcialidad y obstinación” en la causa que instruye contra 24 cabecillas del independentismo catalán. Lo que en verdad persigue la demanda es recusarle y apartarle de la causa.
El decano de Madrid rechaza la petición belga basándose en un reglamento de 2007 del Consejo de Europa sobre notificaciones judiciales en el ámbito comunitario. Y concluye que la petición vulnera la normativa y que, por tanto, “no hay lugar a la citación”.
