Ante el reciente beso de tornillo -metafóricamente hablando- entre Pablo Iglesias y Alberto Garzón, las sensaciones entre los que se consideran votantes de izquierdas han sido dispares.
No son pocas las personas disgustadas y quienes lo defienden a ultranza prefieren no valorar la manera en que este pacto se ha producido, pues son conscientes -entre las filas de Podemos de manera disimulada y en las de IU de forma notablemente molesta- de que se han saltado a la torera sus propias líneas rojas, sus códigos éticos y sus promesas de regeneración democrática. Sin duda, han dejado en evidencia que las bases cuentan para figurar en el mejor de los casos, siendo consultadas de manera meramente testimonial y a través de procesos de muy dudosa credibilidad. Pero no importa, para el tacticismo asesorado por Anguita, el fin justifica los medios. Y cualquier manera de llegar a rematar al PSOE será siempre aplaudida por la camarilla de camaradas. Conseguidos los objetivos las voces críticas quedarán en el desierto de las esencias exigiendo limpieza y coherencia; una vez asentadas las posaderas de los «referentes» en esos aterciopelados sillones lejos quedarán los dedazos, las zancadillas y las puñaladas. Por delante vendrán años enmarcados por la institucionalidad, y ya podrán gritar los parias de la tierra (o de Podemos, o de IU) que de nada les valdrá. Es lo que tienen las nuevas formas en política: tan sencillo como darle a la opción de «silenciar» en algún chat, eliminar sus comentarios de algún muro en redes sociales, y si se resisten, lanzar hordas de trolls para acallar cualquier atisbo de queja.
Llama la atención cómo el hecho de poner de manifiesto el incumplimiento del código ético de la formación morada (concretamente su punto séptimo, donde puede leerse literalmente como obligación la de «Exigir y respetar que la elección de candidatos o candidatas a cualquier institución de representación política (Cámaras Municipales, Diputaciones Provinciales, Parlamentos Autonómicos, Congreso de los Diputados, Senado, Parlamento Europeo o cualquier otro) se lleve a cabo mediante elecciones primarias abiertas a toda la ciudadanía, con listas abiertas sólo corregibles mediante criterios de género. Rechazar el transfuguismo y velar para que ningún cargo electo pueda formar parte de PODEMOS si previamente no ha sido elegido para desempeñar tal función en un proceso de primarias abiertas y participadas por toda la ciudadanía.») supone que a quien lo haga le caiga encima un batallón entonando al unísono aquéllo de «no es momento de poner de manifiesto los errores» , «estas actitudes son más bien propias de la derecha y de desleales»… En fin, el conocido mantra del «ahora no toca» o «los críticos deberían guardarse sus quejas». Nada nuevo.
Es cierto que hay quien piensa que mejor esta «unión» que nada, y que paso a paso parece que van confluyendo las fuerzas de «izquierda». Sin embargo no es menos cierto que un gran número de votantes de Izquierda Unida han visto como un mal juego de trileros (parafraseando a Iglesias en su día respecto a la izquierda), este acuerdo entre cúpulas y presuntamente respaldado por consultas que más bien han sido cheques en blanco. La decepción entre los votantes republicanos, contrarios a la OTAN, y defensores de la regeneración democrática tan necesaria en las organizaciones políticas y en el sistema político español, no han visto con buenos ojos este proceso y muchos reconocen que, estando Iglesias en esta ecuación, no votarán.
Esta semana circulaba por las redes el vídeo en el que Anguita irrumpe en un acto de Podemos, interrumpiendo la intervención del Secretario de Organización, Echenique. No deja indiferente a nadie su visionado. Y no sé qué es lo que más estupor produce: si la llegada como una estrella de rock -nada que pudiera hacer sospechar comportamiento atribuible a «alguien de abajo», sino más bien a un mesías que camina sobre las aguas-, la interrupción de una persona que estaba dando un discurso y que se ve obligado a callarse ante la divina presencia, el llanto histriónico y forzado de Pablo Iglesias que pretende demostrar que está emocionado por la sorpresa de una supuesta aparición inesperada, el abrazo entre el inspirador y el inspirado -mientras aquél le dice a éste que está reviviendo el año 77-, las razones del «califa» para acudir debido a la insistencia a pesar de haberse negado en un principio, el momento en que una espontánea se acerca a Iglesias para saludarle y es sacada del plano por los protectores que la agarran de los brazos y la arrastran, el discurso del «pater» dando las pautas para la revolución, o el momento cumbre cuando Echenique le dice a Anguita que «ha hecho llorar al JEFE». Digno de ver y sin duda, todo un documento que pone de manifiesto la pérdida de rumbo de quienes parecían aire fresco y han terminado por abrir el baúl de ropa apolillada.
Es tal la incoherencia que encarna Iglesias que produce sonrojo. Pasar del insulto más soez y gratuito a las lágrimas de cocodrilo en unos meses supone una estrategia de bipolaridad que solamente puede funcionarle a quien carezca de memoria y/o de criterio. No se entiende abanderar el discurso de la nueva política, que no es de izquierdas ni de derechas, tirando piedras contra los trileros que atrincherados en la izquierda se empeñan en no ganar elecciones, señalando a los enanos gruñones y cenizos de IU, y tratando de vendernos un nuevo paradigma entre los de arriba y los de abajo para pasar a escenificar en abrazo entre lágrimas a Julio Anguita, ni más ni menos. Efectivamente, de coherencia no va sobrado el malagueño, quien militó en el Sindicato Vertical de Falange, eso sí, y según sus propias palabras, porque era un «mandao» del Partido Comunista y cumplía órdenes (le tocaba infiltrarse, al más puro estilo entrista).
Vaya por delante que Anguita tiene un discurso que a veces hasta convence. Que es cierto: resulta interesante prestarle atención a ese verbo fácil. Pero cuando se dedica un poco más de atención a sus gestos, sus miradas, sus hechos, no se tarda en comprobar que es una persona movida por un interés oscuro, cierto resquemor, y a quien sin duda, alcanzar un fin le justifica cualquier medio. Ha tenido buenos aprendices, según parece: no importa decir cualquier burrada, hacer cualquier trampa, para fundirse en un abrazo que bien sirva de oportunidad para salvar los puestos de los señalados. Lo de los principios y las luchas históricas mejor lo dejan para otro momento, no vaya a ser que eso les reste votos.
Lo cierto es que partiendo de esta situación, mirando otras opciones, no se enciende ninguna luz. Ni esta treta ofrece garantías de plantear la necesaria creación de una izquierda plural, dialogante, abierta e inclusiva, ni lo demás puede llamarse izquierda.
Corre además el votante de izquierda analítico y coherente el riesgo de que le señalen con el dedo y le acusen de ser el culpable de la victoria de Rajoy -sí, como lo está usted leyendo-; si no traga usted con la estrategia del «califa», sepa usted que debería estar en Génova dando palmas. No hay término medio. Y así el panorama, muchos de esos abstencionistas seguramente aprieten el puño en su casa el próximo 26 de junio preguntándose cómo es posible que cuando más falta hacía la izquierda nos volvió a fallar de nuevo. Lamentablemente a veces parece ser cierto que aquellos que dicen ahora representar la izquierda, están haciéndonos un juego de trileros.

2 COMENTARIOS

  1. 1 – Lávate la boca antes de hablar de Anguita.

    2 – Para trilera tu maja, primero el doble juego que traías en el psoe, luego pides Unidad de la izquierda, y cuando está unida, también te parece mal.. ¿Por qué? por que no han contado contigo, por que no eres de fiar, así de claro… Has pasado de activista a tertuliana, y de ahí ya no te vas a mover, que para eso te da de comer, otros luchan, con sus contradicciones, por el bien común, tu eres una ególatra insufrible incapaz de representar nada que no sea a ti misma… No haces críticas constructivas, no es tu objetivo, tu objetivo es reivindicarte como la critica todo que no se casa con nadie.. y ojo! te dará muy buen resultado, para ir a las tertulias claro… cuando se casen de tí, no intentes colaborar, ya no serás necesaria…

  2. He leído lo suficiente del artículo, como para hacerme la pregunta a mi mismo. Si lo que me trata de decir este el artículo es una verdad y una pura y clara evidencia de un futuro incierto, -donde no quepa un rincón de esperanza para salir por lo menos de la crisis institucional, (en lo moral y ético) que nos abraza diariamente a través de todos los medios de comunicación- pues, sinceramente, me entra las ganas de quedarme en mi casa, trabajar, pagar lo que tenga que pagar al fisco, aunque no me quede nada para comer mañana y bajar la cabeza ante el PODER o cualquier trilero salvador que se presente.

    Porque realmente me daría igual, ya que cada trilero que se asoma como candidato, siempre tendrá un interés OSCURO. En otras palabras, es mejor seguir como estamos, ya que si los que ESTÁN, cometen delitos descomunales de miles de miles de millones de euros, a la vez, también se saltan a la torera las leyes, interpretándolas como les salga de los tomates, robando, abusando del poder como echando a familias de sus casas contradiciendo las ordenanzas europeas, esas mismas que cumplen a raja tabla cuando les es favorable a sus propios bolsillos. O como ocultando crímenes, haciendo pactos, entre los dos partidos que han gobernado después de la dictadura de franco. Simplemente para evitar el caos y que se origine otra guerra civil por miedo a las represalias del que realmente tiene el PODER O porque simplemente habría que hacerlo por que así lo exigía el PODER SUPREMO, que por lo menos gracias a DIOS, actualmente no radica en nuestro país.

    Es triste que te digan en resumidas cuentas, que los trileros de Podemos y IU, NO es una opción para aspirar a un proceso de transformación de una DEMOCRACIA falsa y totalitaria. Y cuando uno mira a su derecha, o a su izquierda o adelante o para atrás, y vez que nadie te da todo eso que se debería cumplir según normas hechas por mismo de cada partido, ya que bastaría que una sola norma NO se cumpla como para descartar y descalificar a cualquiera. Bueno fuera quien se salte dichas normas lo haga con las intenciones de darle privilegios a sólo al sector financiero y dejando al pueblo al total y absoluto abandono de la esclavitud. Bueno fuera eso, y YO sin dudas estaría totalmente de acuerdo con este artículo, pero da la casualidad que NO ES ASÍ. Y nos embarullamos en unas escaramuzas de normas que al final TRUNCA el verdadero y principal objetivo. Que el PP(Ciudadanos) y PSOE estén totalmente minimizados.

    En fin, a mi respuesta a este artículo, sólo digo una cosa. Cuando un programa hecho con intenciones OSCURAS, a lo largo del tiempo empieza a causar problemas y por mas parches que le pongas siempre en corto tiempo vuelve a fallar. Lo mejor es NO CAER, en un bucle sin fin tratando de resolver un problema en una maraña de funcionalidades que se crearon para dicho programa. Lo mejor es empezar de nuevo, hacer un proyecto robusto basados en la experiencia.

    Todo cambio en un sistema tan grande y complejo, lleva un proceso, que no conlleva a realizarse de un día para otro. NO.
    Hay que plantearse objetivos y ser conscientes que los mas de 45 millones de españoles no pensamos igual, no estamos informados por igual y por lo tanto podemos caer en equivocaciones por una mala información.

    A todo esta complejidad, lo que quiero decir es que para cambiar lo que ya sabemos que hay y pasa en esta FALSA DEMOCRACIA, hay que empezar por prioridades, esto es un proceso largo, ya lo dije, y como tal se tiene que empezar por lo mas significativo para poder llegar a los objetivos, que es el CAMBIO.

    Y para que pueda empezar a producirse el cambio, lo primero que hay que plantearse, es que, por lo menos PP y Ciudadanos pierdan las elecciones. También tendría que haber puesto al PSOE, pero mínimamente, ese sería un primer paso.
    Porque sino, no se habrá hecho absolutamente nada. Habrá que ceder y pactar con el PSOE, pero es la única vía que queda para poder doblegar y erradicar el PODER. Es un largo proceso.

    Por eso digo que si todos los de IU, Podemos y resto de fuerzas políticas están de acuerdo, que esa es la prioridad, si para dar ese primer paso, -que creo es lo mas importante-, hay que saltarse a la torera los propios estatutos de cada partido, pues, no veo mal que haya que hacerse. Por lo mismo que ya dije. Todos queremos el bien común, el mismo objetivo, el cambio, pero cuando algunos optan tomar distintos caminos, y muchas veces un camino largo y tedioso, -aunque sea correcto- puede ocasionar que los objetivos no se hagan realidad.

    ¿Porque?

    Porque no estamos en un mundo donde impere la honestidad, la bondad, la transparencia. Y el lado contrario jamás se quedará estático, jamás. El juego sucio impera en todas partes, y eso correrá en contra y más aún cuando el del lado contrario TIENE EL PODER. Así que para buscar el cambio, hay que jugar COMO al ajedrez, moviendo ficha con mucha inteligencia, pactar, dormir con el secuestrador si es necesario para encontrar la libertad, encontrar sus debilidades y lograr con el tiempo debilitarlo para lograr del lado que quiere el cambio, poder vivir mejor todos con dignidad y libertad.

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