Tal y como hemos indicado en nuestro anterior artículo, el informe de auditoría presentado por PriceWaterhouseCoopers (PwC) podría contener distintas irregularidades contables que irían encaminadas a resolver las dudas sobre la génesis de la operación del Popular y que, posiblemente, irían encaminadas a cuadrar las cuentas de otro de los grandes clientes de la auditora: el Banco de Santander quien presentó y aprobó sus cuentas recientemente.

Se trata de dos documentos totalmente separados. Por un lado, la entidad cántabra publicó las conclusiones auditadas por PwC junto a los informes de las cuentas anuales del Grupo Santander. Sin embargo, la auditora británica realizó un segundo informe de auditoría centrado en exclusiva en las cuentas del Banco Popular, documento del que hemos comenzado en el día de hoy a publicar las conclusiones tras un exhaustivo análisis por parte de auditores y expertos financieros independientes.

El mero hecho de que PwC haya cambiado su criterio a la hora de auditar las cuentas del Popular respecto a la labor realizada en el ejercicio 2.016 ya supone, en sí mismo, una irregularidad puesto que no ha habido cambios legales que lo justifiquen. El hecho de que la entidad fuera intervenida en el mes de junio no es causa suficiente para ese cambio de criterio.

No obstante lo anterior, el hecho de que el Grupo Santander haya realizado informes independientes muestra, en primer lugar, el temor que existe dentro de la entidad cántabra a los movimientos legales de los afectados, unos movimientos que, tal vez, no se esperaban ni que fueran por la vía penal, tal y como ha ocurrido con la propia demanda presentada por el ex presidente Ángel Ron y su esposa para recuperar un millón de euros que ésta tenía invertidos en el banco intervenido; en segundo lugar, el propio Santander parece que no calculó la intervención de este medio de comunicación a la hora de publicar los documentos que están demostrando cómo la situación del Popular no fue consecuencia de crisis de liquidez ni de una pérdida de confianza del mercado, sino que fue el resultado de una operación orquestada con múltiples actores que finalizaron con la intervención y el presunto enriquecimiento ilícito del propio Santander; en tercer lugar, presentar dos informes ante la CNMV demuestra que el Santander quería demostrar a través de diferentes documentos una situación contable del Popular con la que justificar la intervención, la compra por un euro y la ampliación de capital de 7.000 millones que implementó bajo la escusa de que el Popular lo necesitaba.

Sin embargo, los dos informes de auditoría podrían no cuadrar puesto que fueron realizados por dos socios de PwC diferentes, Alejandro Esnal para la del Santander y Pedro Barrio Luis para la del Popular. Casualmente, ambas fueron fechadas el mismo día: 16 de febrero de 2.018.

La auditoría del Banco Popular fue presentada ante la CNMV. Diario16 ya disponía del documento antes de su presentación, pero no lo publicamos por respeto a la entidad, a la auditora y a la propia CNMV. Del mismo modo, el Banco Popular debió de tener el mismo respeto hacia sus accionistas y sus clientes comunicando a la Comisión la entrada de las ofertas para ampliar capital por parte de Barclays y Deutsche Bank o las propuestas para vender activos no estratégicos como TotalBank o WiZink, tal y como se comunicó a través de un hecho relevante el pasado 26 de marzo, por citar algunas de las operaciones que el equipo de Saracho ocultó tanto al Consejo de Administración y, por tanto, a la CNMV. Todo lo que está ocurriendo en la actualidad se habría evitado.

Como decimos, los informes de PwC referidos al Popular podrían contener irregularidades contables. El análisis de Diario16 y el cruce con la auditoría del Grupo Santander nos sacarán de dudas en breve.

10 COMENTARIOS

  1. Reitero.-
    No hay que entrar en bolsa Española.
    He observado que la gente, como piensa o no saben lo que ha pasado, siguen operando en las sucursales y en los cajeros automáticos, es decir la banda de analfabetos existentes en esta mierda de país al que llaman España, siguen erre que erre con el cantabrón; haber si de la noche a la mañana sale ya la quiebra y se van a tomar por culos todos, es decir la cúpula y los clientes de toda índole.
    En alguna ocasión me he parado y les he dicho lo que ha pasado, unos se dan por enterados y otros miran y siguen a lo suyo -pensaran que estoy chalado-, haber si viene una buena hostia y se despabilan.

  2. Y el juececito fernando andreu merelles, se acordará que ha pasado la semana Santa -seguirá atiborrándose de torrijas y bacalo a la salud de su jefe el de Santiago de Compostela- y que tiene que empezar ya a funcionar, hay que joderse, con toda la documentación que ha entregado y que conocemos ya por este fenomenal periódico DIARIO 16.

  3. BBVA se mostró dispuesto a pujar por Popular si Bruselas aportaba información «suficiente»

    Optó por no presentar una oferta por no poder analizar la operación. Santander mandó su oferta de un euro pasadas las tres de la madrugada.
    BBVA sí habría estado interesado en pujar por Banco Popular y competir con Santander de haber dispuesto de una información suficiente para que su consejo de administración pudiera tomar la decisión aquel 6 de junio de 2017. Así lo señaló la propia entidad vasca en su carta de renuncia a continuar con el proceso de venta del banco sometido aquel día a resolución.
    Dicha misiva ha visto la luz después de que la Junta Única de Resolución (JUR) la haya publicado parcialmente (hay nombres tachados). El documento, de dos párrafos, desvela los motivos por los que BBVA acabaría renunciando a pujar por Popular, siendo uno de los pocos bancos invitados al proceso abierto por Arcano y Jefferies, firmas contratadas por el Frob como asesoras para llevar a cabo la venta de la entidad una vez resuelta.
    «En relación con el proyecto confidencial Hippocrates, les confirmo que, habida cuenta de las limitaciones de precio y las restantes condiciones impuestas en la carta de proceso (process letter), así como la insuficiente información disponible, BBVA no está en disposición de presentar una oferta en los términos de esa carta de proceso y del contrato de compraventa remitidos en el día de hoy», señalan los responsables de la entidad en su primer párrafo. La ausencia del banco vasco dejaría solo a Santander como único oferente en la puja.
    Pero esto no suponía que BBVA cerrara la puerta definitivamente a una posible compra del banco presidido entonces por Emilio Saracho: «Les confirmamos que si se dispusiera de información suficiente que permita a sus órganos de gobierno analizar debidamente la operación y se pudieran modificar las condiciones del proceso, BBVA sí estaría interesado en participar en el mismo», advierte.
    En su última presentación de resultados anuales, el presidente de BBVA, Francisco González, dio una versión de su renuncia a pujar por Popular con algunos matices distintos. «[Al banco] lo conocimos muy bien porque lo pudimos comprar en diciembre de 2016 y en marzo de 2017, y dijimos que no. Y pudimos pujar en junio. Todo es opinable, pero para nosotros no era bastante. Estamos encantados de no haberlo comprado porque ahora tendríamos un problema. Estaríamos volcados en arreglar todos los problemas», manifestó.
    Con el visto bueno del Banco de España
    Al margen del escrito de renuncia de BBVA, la JUR ha publicado otros tres documentos relacionados con el proceso de venta y adjudicación de Popular a Santander. Dos de los mismos son escritos del Frob dirigidos al organismo presidido por Elke König.
    En el primero, la institución española responsable de la resolución informa a su homólogo europeo que han decidido, por unanimidad, proponerles a Santander como «adjudicatario del proceso de venta de las acciones de Banco Popular, a los efectos de su designación como comprador en el dispositivo de resolución de esta entidad».
    En el segundo, dirigido personalmente a König, se detalla que el Frob recibió una oferta por parte de Santander la madrugada del 7 de junio a las 3.12 horas. El sobre sellado abierto por un notario contenía una propuesta de compra por la totalidad de Popular por un precio de un euro. Una vez revisada la puja, «la Comisión Rectora del Frob ha acordado informar a la JUR de que Santander es el ganador del proceso competitivo de venta (…) para que sea designado como comprador por parte de la JUR», según indica la misiva.
    El tercer documento, remitido al presidente del Frob, Jaime Ponce, y desvelado por las autoridades europeas, también es breve: se trata de una escueta confirmación, por parte del responsable de Supervisión del Banco de España, de que su Comisión Ejecutiva había acordado no oponerse a la adquisición de Popular por parte de Santander.

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