El presidente francés, François Hollande, ha confirmado, tras visitar el lugar del atentado en la Normandía francesa, que los dos autores del crimen de un sacerdote y de la toma de rehenes en una iglesia de Saint Etienne du Rouvray –uno de los cuales se debate entre la vida y la muerte tras ser reanimado por los servicios de emergencias sanitarios–, ubicada junto a la ciudad de Rouen, eran «terroristas que reivindicaron pertenecer al Estado Islámico».

En una intervención improvisada a las puertas de la parroquia atacada, Hollande ha asegurado: “El Estado Islámico nos ha declarado la guerra y tenemos que librarla con todos los medios».

El presidente francés ha atribuido el secuestro de este martes a dos hombres que juraron lealtad al grupo terrorista. Entraron poco después de las nueve de la mañana en la iglesia cuando se celebraba la misa matinal y tomaron como rehenes a cinco personas: un cura, dos religiosas y dos fieles.

El cuerpo del párroco fue hallado degollado en el interior de la iglesia. Los dos atacantes fueron abatidos en torno a las once de la mañana por la unidad de intervención especial de la policía francesa.

Según informa Libération, uno de los dos asaltantes abatidos por la policía intentó combatir sin éxito junto a las fuerzas del EI en Siria, aunque fue devuelto por las autoridades turcas tras ser interceptado en la frontera. Por ello fue encarcelado en 2015. En marzo de 2016, se le colocó un brazalete electrónico para controlar sus movimientos. En esas fechas, el fiscal antiterrorista había intentado sin éxito mantener el control del terrorista.

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