Fue anecdótico, pero Puigdemont no tuvo un buen recibimiento en Madrid. Unas doscientas personas insultaron e increparon a los diputados nacionalistas, que acompañaron el president Puigdemont, para presentar su Plan soberanista en la capital de España.

La rápida intervención de la policía, impidió que fuera a más, y Puigdemont pudo lanzar llamamiento al diálogo desde el auditorio del Ayuntamiento de Madrid, Caja de Música, bajo el titulo «Un referéndum para Cataluña. Invitación a un acuerdo democrático». 200 personas, Pepe Álvarez, secretario general de UGT y Fernando Lezcano, secretario de Organización y Comunicación de CCOO, Camil Ros, secretario general de UGT Catalunya, una amplia representación del cuerpo diplomático y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, entre otros. El dirigente nacionalista explicó que para él, la invitación de la vice-presidenta del Gobierno de presentar su plan en el Congreso, era una coartada para “difuminar ante los observadores internacionales, la ausencia de voluntad política y un error del que no vamos a participar”.

El president a dejado claro al PP que no podrá contar con su gobierno para «ningún simulacro, ninguna maniobra de dilación ni ninguna escenificación de falsa voluntad de diálogo». «Nada que pueda hacer creer que renunciamos a nuestro derecho a la autodeterminación”.

El president de la Generalitat, quiso compararse con el president Tarradellas y los acuerdos alcanzados en la Transición, con la restauración de la Generalitat de Catalunya y “el reconocimiento del pueblo catalán por el Gobierno de entonces, que actuó con responsabilidad” para responder en aquel momento, a las sensibilidades del pueblo catalán.

Puigdemont se ha ofrecido a trabajar ya “en un acuerdo que, suponga el mayor avance democrático en décadas». “El pacto es un diálogo sin límites, apriorismos o reproches». Para el president de la Generalitat, “un buen comienzo pasaría por compartir un profundo sentido de la democracia». «Dar voz y voto a los ciudadanos catalanes».

Fotos: Agustín Millán.

Ha lamentado Puigdemont: “Tomamos conciencia que de forma verdadera nunca habíamos pintado nada, sólo habíamos sido un espejismo de utilidad que, en la práctica, siempre favorecía a los mismos y nunca sirvió, como se ve dolorosamente hoy, para acabar con las ineficiencias, el cruce de intereses y el fundamento para la corrupción. En Catalunya y en España”

Puigdemon salió por la puerta de atrás, ante las aptitudes violentas de los grupos de extrema derecha que estaban concentrados en la puerta principal.

Por su parte Inés Arrimadas portavoz de Ciudadanos a afirmado que “Puigdemont no quiere un nuevo 9N, quiere la independencia de Cataluña”. Además, ha asegurado que el presidente de la Generalitat “no quiere debate, quiere victimismo porque se niega a ir a la Conferencia de Presidentes, al Senado si otros pueden intervenir o al Congreso”.

Sobre “el acto que ha organizado Podemos este lunes por la tarde en el Ayuntamiento de Madrid”, Arrimadas ha asegurado que “cuando Puigdemont no puede avanzar, siempre encuentra a Podemos para escapar y hablar del independentismo”. Y ha añadido que, de esta forma, el presidente de la Generalitat de Cataluña no tiene que hablar de “la corrupción o los recortes del Govern a los catalanes”.

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