«Hemos logrado evitar el sorpasso, que hubiera sido letal para nuestro partido y muy nocivo para España. Ha sido posible gracias a los 530.000 votos de ventaja que le hemos sacado a Podemos en Andalucía». Estas eran las declaraciones de Susana Díaz después de las elecciones del 26-J.

Con estas palabras, la Presidenta andaluza ponía el punto de mira en esos votos de más sobre Podemos, y lo apartaba de los más de setenta y cinco mil que perdía desde el 20 de diciembre. Buena jugada. Sobre todo, si automáticamente le empiezan a llover puñaladas por todas partes a Pedro Sánchez por conseguir el peor resultado de la historia del PSOE. El peor en datos finales pero, teniendo en cuenta que Rubalcaba en 2011 perdió casi cuatro millones trescientos mil votos respecto a las de 2008, el poco más de millón y medio que perdió Sánchez, igual no es tanto. Si, además, tenemos en cuenta que los resultados de Sánchez llegan con la irrupción a nivel estatal de Podemos con más de cinco millones de votos, que se acerca mucho a la suma de los votos perdidos entre uno y otro, parece que lo que Sánchez hizo fue más aguantar la caída que otra cosa.

Con todo esto, aparece Fernández Vara defendiendo la candidatura de Díaz porque “sabe ganar”. No me parece que Díaz cumpla muy bien con eso. Sí, ha ganado unas elecciones, pero perdiendo votos así que, o el Partido Popular no se presenta a las próximas elecciones generales o muchos votos tiene que perder para que un PSOE liderado por Díaz le gane unas elecciones con la trayectoria que lleva.

No sé si Sánchez es la persona más indicada para liderar el partido pero, de momento, es la que más simpatía y apoyo despierta en la militancia y sus simpatizantes. Además, a la tercera va la vencida. O no.

El partido necesita un liderazgo, pero uno que salga de la base para que sea sólido, no uno salido de las sombras que dejan tras de sí las luces de Gas. Es una cosa que hay que gestionar bien

Si lo que realmente quieren es ganar elecciones, puede que deban echar mano de las federaciones que sí lo han hecho sin dejarse tanto voto por el camino. ¿No las encuentran? Pues igual deben centrarse en viajar a la izquierda aplicando políticas de izquierdas allí donde gobiernan porque, según se vayan desdibujando las dos letras centrales de sus siglas, se irán acumulando las papeletas con su logo en las cabinas y no en las urnas.

 

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