Gente

Hay gente que representa a gente, y gente representada por gente. Una parte de esa gente que representa, se ha olvidado de la gente representada, pero no es un olvido de ahora. Ya se olvidó en su momento cuando, en plena construcción de su movimiento por y para la gente, dejó de lado a la gente en los municipios, centrándose en objetivos más altos.

La lógica dice que las estructuras, del tipo que sean, deben tener una buena base, y esa gente que representa a otra gente, no lo tuvo en cuenta. Empezaron creando una ilusión, algo que no es malo, y dieron una campanada cuando nadie lo esperaba. Después de generar esa ilusión, cuando de verdad tenían que contar con la gente para formar una base sólida y grande, dieron de lado a esa gente a la que querían representar, y que tanto había trabajado en la construcción de la base, diciendo que no era el momento, que había que conseguir otras cosas más grandes antes y que había que evitar que otra gente se colase dentro de su gente.

Esa gente que ahora representa, según ella incluso en los municipios, donde se decidió no representar a la gente, se está dividiendo en grupos de gente que hace que la estructura empiece a temblar. No creo que se caiga, porque hay mucha gente, la representada, que está dispuesta a evitarlo, pero para eso, la gente que representa tiene que contar de verdad con esa gente representada.

Todo esto se resume en que, al abusar tanto de la palabra “gente”, como en este texto, ésta empieza a perder sentido porque se convierte en algo aún más incuantificable de lo que ya es y, además, cansa.

#AsíNoGente, así no.