El barómetro del mes de abril del Centro de Investigaciones Sociológicas –realizado en plena polémica por el máster de la expresidenta de Madrid Cristina Cifuentes– mantiene al PP como primera fuerza política, con una estimación de voto del 24%, un mínimo histórico con el que todavía sostiene el empuje de Ciudadanos, que se quedaría en el 22,4%, por delante del PSOE (22%) y Unidos Podemos (19,6%).
Un PP que , a pesar de estar en mínimos históricos, resiste como primera fuerza política, con un Ciudadanos pisándole los talones –pero menos de lo que se pensaba- un PSOE que no consigue con Pedro Sánchez rentabilizar la crisis de los populares, y un Podemos que aguanta e incluso sube en intención de voto.
Un PSOE que no consigue rentabilizar la crisis de los populares
Todos los partidos políticos hicieron ayer un balance positivo de los datos del CIS. Todos ganan, según parece. Hasta el PSOE, a través de Ábalos, trataba de encontrar algo positivo en los resultados del barómetro.
Pero lo cierto es que, de momento, Ciudadanos y Podemos resisten y parece que llegaron para quedarse, lo que supone el fin del bipartidismo.
La traslación en escaños de tal proyección de votos dejaría un escenario ostensiblemente diferente. Así, el PP ganaría las elecciones con 95 diputados, frente a los 90 del PSOE y el empate entre Unidos Podemos y Cs a 69 representantes. Entre las formaciones minoritarias, ERC crecería hasta alcanzar los 12 escaños, doblando al PDeCAT (6), que igualaría al PNV (6). Finalmente, EH Bildu recogería 2 diputados y Coalición Canaria (CC) se quedaría con otro.