Soy estibador portuario, quizá esto no le decía nada hasta hace unas semanas, y puede que si no le hace demasiado caso a la prensa o la televisión, siga sin saber que significa. Los estibadores portuarios somos quienes hacemos entre otras cosas, las labores de carga y descarga de las mercancías que entran en los puertos. Yo trabajo en el puerto de Barcelona, pero tengo más de seis mil compañeros repartidos por todo el país, una gran familia, ya lo creo. Movemos el 86% de las importaciones y el 60% de las exportaciones del país, tenemos varios puertos entre los mejores veinte de Europa, y cada año que pasa batimos nuestros propios records de productividad, siendo referentes en cuanto a calidad y eficiencia. Pues bien, si todo esto es así, si somos productivos, si no para de aumentar el trabajo por mar y los beneficios para las empresas portuarias, ¿por qué estamos en el ojo del huracán? Seguramente se habrán dado cuenta de que las redes bullen con los puertos. La prensa, televisión, radio, internet… los puertos, amenazas de huelgas, amenazas de desabastecimiento, injurias, mentiras…

La respuesta es tan sencilla que seguro que no coge a nadie por sorpresa. Estamos en el ojo del huracán porque hay enormes intereses económicos que quieren acabar con nosotros. Terminar con el modelo de estiba tal y como se conoce hoy día, en definitiva, enviar a las más de seis mil familias que dependen del trabajo en los muelles a la calle. Para ello, desde el gobierno se ha preparado un enorme paquete de odio (escuché esta expresión en algún medio y me parece brillante) y se ha lanzado a la opinión pública, como hicieron antes contra otros colectivos, como los mineros, los controladores aéreos, maestros, etc. No voy a entrar en mis opiniones personales sobre los entresijos políticos que hay detrás de esto. No hablaré de los buitres financieros que quieren meter sus garras en nuestro trabajo, de quien quiere quedarse con mayores porcentajes de los beneficios quitándonos a nosotros de la ecuación, precarizando los muelles y haciendo además, y esto ya es la repanocha, que el pago de todos nuestros despidos (recuerden que somos trabajadores de una empresa privada) salgan de las arcas públicas. Soy estibador, no analista político, y mis opiniones en esta línea no son importantes ahora.

Pero de lo que sí puedo hablar es de todas las mentiras que se lanzan contra nosotros, del contenido de ese paquete de odio del que les hablaba antes, porque yo sé exactamente qué hay en los muelles. Una mentira no deja de ser una mentira ni siquiera si la repites una y otra vez, cada día, cada semana, por todos los medios de comunicación posibles. Puede que por puro desgaste alguien acabe creyéndosela, pero en el fondo, sigue siendo una mentira.

Me levanto a las siete menos cuarto de la mañana y me voy al muelle. No sé si trabajaré o no. Me reúno con mis compañeros a la espera de que se anuncie el trabajo que hay para repartir. Tomamos café y nos gastamos bromas mientras el sol sale sobre las grúas, y entonces aparecen en los monitores los trabajos disponibles en cada empresa. Este trabajo viene relacionado con una larga serie de números. Cada uno de esos números es un estibador. Yo soy el 60104, y si mi número no aparece, me iré a casa con las manos en los bolsillos. Sin trabajar. Con suerte llegaré antes de que en casa hayan terminado de desayunar y podré llevar a mi hijo al cole, así disfruto un poco más de él.

Si por el contrario aparece mi número, debo dirigirme a la empresa que me ha contratado para ese trabajo y durante seis u ocho horas, depende del tipo de jornada, seré parte de la “mano” de trabajo. Llamamos “mano” a la unidad indivisible de estibadores que trabajan en una operativa concreta. Durante esas horas caminaré bajo la grúa, junto a enorme maquinaria pesada. Controlaré precintos de contenedores, supervisaré la carga y descarga del buque. Trabajaré al raso, haga frío, viento, llueva o haga calor. Mis compañeros de “mano” se dedicarán a otras cosas, cada uno tiene su función. Los manipulantes de maquinaria pesada se dejarán la espalda conduciendo esas formidables máquinas, moverán pesados contenedores bajo la grúa, prepararán la carga, se llevarán la descarga… otros subirán a bordo y prepararán los contenedores para ser descargados o para navegar, todo ello moviéndose por la cubierta del buque, entre bahías y bahías, rodeados de hierro. Allí todo puede hacerte daño, todo puede lastimarte si bajas la guardia. Y en ocasiones aunque no la bajes, pues la maquinaria falla, hay tambuchos abiertos y puedes resbalar y caer desde diferentes alturas, las barras de hierro se caen, “todo lo que cuelga, cae” me decía siempre mi padre a la hora de darme consejos sobre el muelle. Joder, que razón tenía.

Después del intenso trabajo, de no despistarte ni un instante, de dar lo mejor de ti para que el barco pueda volver a navegar cuanto antes llevándose nuestros contenedores a otros muelles, donde otros estibadores los aguardan, regresaré a casa hasta el día siguiente.

Si no tengo suerte y no hay trabajo, presentaré mi disponibilidad para trabajar la noche o la madrugada. El puerto no descansa, el mar es una inagotable autopista con millones de contenedores que esperan ser operados por nosotros. Si salgo a trabajar por la noche volveré al muelle a las 19 horas y esperaré, igual que durante la mañana, a ver qué empresa contrata mis servicios. Veré el sol ponerse entre las grúas y el frío nos abrazará mordisqueándonos los huesos.

Si no hay trabajo volveré a casa y al día siguiente a las siete menos cuarto, volveré a empezar con esta rutina.

Y así todos los días del año. El puerto no concede descanso.

Como veis, no hay horarios, no hay cuadrantes, nunca se si trabajaré o no al día siguiente, no podemos hacer planes a una semana vista, que diablos, ¡ni a un día vista! Es casi una quimera conciliar trabajo y familia. Necesitamos de nuestras parejas, padres, abuelos, canguros, etc para poder cubrir todas las responsabilidades familiares. Hay semanas en que veo a mi hijo una o dos horas al día con suerte debido a estos horarios. He de esperar al fin de semana para disfrutar de él (si es que no trabajo el fin de semana, claro). Y si hablamos de una familia compuesta por dos estibadores, las acrobacias que deben hacerse entonces son mayúsculas.

No nos quejamos de esto, en absoluto. El trabajo en el puerto es una forma de vida. Te acostumbras a no tener horarios, te acostumbras a trabajar bajo las inclemencias del tiempo, te acostumbras a todo porque es tu trabajo. Si no trabajas no cobras, somos destajistas. Cuanto más trabaje más cobraré, todos ganamos. Si las empresas ganan más, yo gano más, si las empresas no ganan, yo tampoco. Este es el principio fundamental en mi trabajo, procuramos cuidarnos todos, entre empresa y trabajadores acordamos, pactamos, nos respetamos, pues somos parte de un mismo “todo”. Las empresas sin nosotros no trabajan, nosotros sin ellas, tampoco. Y desde luego, no existen ni por asomo, esos salarios de más de 100.000 euros que van gritando algunos por ahí.

En cuanto a lo de que esto es una mafia donde sólo se entra si eres hijo de estibador, pues oiga… es sencillamente mentira. En Barcelona hay muchísimos estibadores que entraron sin tener familia ahí dentro. Yo sí que tenía familia, mi padre. Pero fue el primero de mi linaje, antes que él no había nadie relacionado con el muelle y después de mí, ya veremos. Mi hijo será lo que quiera ser, él no ha de cumplir mis sueños, sino los suyos.

No obstante, y cambiando de tercio, miro los medios y descubro que todo vale para fomentar el malestar entre las clases. Y no hay nada más triste que la división entre la misma clase obrera. Ese paquete de odio lanzado contra nosotros, y contra otros sectores antes que nosotros, está cargado de mentiras.

Pero ¿saben? Empiezo a notar algo en todo esto…

Tras la sacudida inicial del gobierno del PP y el ministro Íñigo de la Serna al frente, tras las oleadas de mentiras que se arrojaron contra nosotros, empiezo a notar un cambio de mentalidad en la sociedad, es algo muy sutil, pero está ahí. Quizá, cuando la gente ha decidido escuchar a nuestros representantes en las entrevistas en diferentes medios, han escuchado su mensaje y parece que han entendido lo que está pasando.

La lucha de los puertos, es la lucha del obrero.

Nosotros somos trabajadores, como tú, que lees estas líneas. Y como trabajadores, nos negamos a perder los que otros antes que nosotros lucharon tanto por conseguir, con uñas y dientes, ya lo creo.

Le decía a un compañero de trabajo el otro día “¿Conoces aquello de que el batir de alas de una mariposa puede provocar un huracán en otra parte del mundo?” El llamado efecto mariposa, a través del cual se sugiere que un pequeño cambio puede acabar repercutiendo en enormes consecuencias. Pues bien, puede que la estiba, la lucha en los puertos, sean ese batir de alas de mariposa. Soy un romántico, lo sé. Todavía creo en valores humanos como el honor, la dignidad, la justicia y en todos estos aspectos que más a menudo de lo que debieran, resultan maltratados en nuestra sociedad.

Pero miro alrededor y más allá de las caras de mis compañeros, de mi familia de hierro, óxido y salitre, y créanme, éste es un lazo casi tan fuerte como el consanguíneo, comienzo a ver las caras de otros. De los que se suman. Empiezo a ver otros movimientos que se adhieren a la lucha, pues ya no es una lucha de los estibadores, es como decía antes, la lucha de la clase obrera. Creo que solamente desde la unidad de la clase obrera avanzaremos, solo así recuperaremos tantos derechos laborales y sociales perdidos. Y así bate sus alas, la mariposa se eleva y el soplo se convierte en brisa, y aparecen voces que creen en nuestra lucha, y partidos políticos que nos apoyan y que le dicen al PP que no apoyarán el Decreto Ley que acaba con nosotros de forma unilateral, sin contar con patronal o trabajadores. ¿Se imaginan esto en su trabajo? Sin contar con las principales partes interesadas, el gobierno se mete para echarles a todos a la calle. Se protegen asegurando que todo esto viene dictado desde Europa, pero vuelven a mentir. Están usando el texto original de una sentencia europea en su propia conveniencia, un texto al que durante dos años no han dedicado ni un minuto mientras nosotros llegábamos a acuerdos con la patronal, con todas las empresas del puerto. Todos estábamos a favor, todos remábamos en la misma dirección. ¿A quién favorece este decretazo? No favorece al país, quien de entrada deberá pagar los 350 millones de los fondos públicos para cubrir nuestros despidos. Desde luego tampoco favorece al trabajador, pues no es necesario que algún desempleado trabaje en los muelles en nuestro lugar, puede ser la misma marinería, el personal del buque proveniente de cualquier país del mundo quien ejerza nuestros trabajos, obviando temas como la profesionalidad o la seguridad. ¿Acaso alguien se cree que si nos rebajan el salario un 60% como aseguran, va a darle este porcentaje a otros trabajadores? No. Hablamos de beneficios para los de siempre, para las multinacionales, para inversores buitre que ven en nuestros puertos un pastel al que meterle las dos manos.

No nos van a echar de los puertos porque somos orgullosos obreros, no vamos a dar ni un paso atrás.

¿Notan esa brisa?

11 COMENTARIOS

  1. Joder me ha puesto los pelos de punta desde Las Palmas mi sincera enhorabuena por el articulo y por supuesto ni un paso atras un abrazo

  2. A ver si los que opinan entrando al juego de los manipuladores, aprenden y se hacen una mínima idea de lo que es esta profesión. Yo estuve 3 años y marché a otro sector con más continuidad y más seguridad. Corroboro todo lo que has dicho en tu escrito, hasta la última coma. No es ningún privilegio ser estibador, es una profesión dura y peligrosa, y más peligrosa aún si cabe, si la dan a trabajadores temporales sin experiencia, tal como pretenden hacer con las ETTs. Ánimo, fuerza y mucha suerte en la lucha, compañero.

  3. Saludos desde ALGECIRAS COMPAÑERO,nuestra profecion es dura y muy bonita a la vez,ya a dia de hoy después de 12 años me siento mas unido e identificado con todos los portuarios de España,tu mensaje es el exacto de nuestra profesión,esta lucha nos ha unido mas a todos,cada vez que vaya algún lado de vacaciones o de paso y tengamos puerto pasare a saludar compañeros estibadores,porque somos una familia muy grande todos.bueno lo dicho un saludo para ti y todos los compañeros de Barcelona desde Algeciras,NI UN PASO ATRAS.

  4. Sólo el que profesa la estiba sabe lo que significa. Y digo profesa y no ejerce, porque la estiba es una verdadera profesión, como el sacerdocio o la medicina. Uno no es estibador de ocho a cinco, sinó veinticuatro horas al día. Y para ello se deja por el camino a los amigos de antes, a los que tus turnos imprevisibles les parecen una locura. Se deja por el camino la infancia de sus hijos, a los que algunos días no ve. Se deja en ocasiones su matrimonio, incapaz de soportar ese sacrificio. Se deja otras veces la vida. Todo para que un día unos intereses bastados, propios de políticos bastados y multinacionales bastardas, te quieran arrebatar aquello por lo que tanto has luchado, sudado y sangrado.
    En esta hora, sólo nos queda el orgullo y la fuerza que nos proporciona saber que TODOS somos UNO, que TODOS somos HERMANOS y que JUNTOS venceremos.

    Christian Cuenca, capataz de operaciones del puerto de Valencia

  5. No todo lo que comentas es cierto. Te hablaré del Puerto de Tarragona.
    Todos los estibadores en plantilla fija pueden fichar diariamente, a primera hora de la mañana, por vía telemàtica (internet) desde su casa y conocer si tendrán que acudir a trabajar. Sólo por fichar y en el caso de que no trabajasen ni un solo día al mes, ya les corresponde el llamado sueldo mínimo garantizado, que sin dar cifras te aseguro que es mayor al mio trabajando todos los días del mes.
    Las manos de 6 horas…he visto en infinidad de ocasiones como se ralentiza la operativa al final para sobrepasar la mano y cobrar otra entera sólo por hacer 1 hora más. Sí, sí, cobrar otras seis horas sólo por realizar una. En ocasiones el capataz de los estivadores se reúne con el armador del buque y le comenta (digámoslo así) que si llegan a un acuerdo (dinero en sobre, vamos) se comprometen a agilizar la operativa que ellos mismos han ralentizado, asegurándole que así no se le incrementarán tasas portuarias de amare, por ejemplo.
    En la estiva de mercancías especiales para los cuales el armador o la empresa logística tiene su personal específico han tenido que contratar obligatoriamente, como siempre, al número de estivadores que ellos mismos hayan fijado y por el tiempo que ellos hayan estimado, aunque no lleguen a realizar dicha operativa. Yo creo que a eso se le llama mafia, no sé.
    Lo de que es un gremio cerrado ya lo ratificas tú cuando comentas lo de tu padre. Ese es el caso, personal sin estudios mínimos (no en todos los casos) y carentes de cualificación profesional que las empresas se tienen que tragar sí o sí porque quien designa los componentes de una determinada mano son los propios estivadores y en cuya decisión no pueden intervenir las empresas portuarias.

  6. Josep eres un auténtico mentiroso y estibador es con b de burrancano que es lo que eres. Tenerte de compañero de trabajo debe ser un castigo. Eso si trabajas porque me da que siendo tan lerdo….

    • Tienes razón, soy muy lerdo e ignorante, pero no idiota. Chus, gracias por tus halagos.

      No pretendo ofender a nadie, ni quiero que se convierta en una ofensa personal, pero es que una cosa es luchar por los derechos del trabajador, en los que creo profundamente, y otra cosa es cometer toda clase de abusos amparándose en el actual monopolio.

      Las empresas portuarias no quieren ver ni de lejos a los actuales estibadores (dicho por ellos), y no se trata únicamente por el tema económico sino por los abusos que he comentado anteriormente. ¿No crees tú que a los buenos profesionales se los rifarían las empresas? Si hablamos de joder a familias para que lo únicamente lo ganen las ETT me opongo, sin duda.

      Que un estibador que maneje una stacker, una grúa pórtico o cualquier otra maquinaria cobre 4000 Euros al mes, me puede llegar a parecer admisible porque esa persona le reporta a la empresa muchísimos beneficios, y sí, tiene unos turnos muy complicados, está sometido a peligros, etc, pero que, por ejemplo, esas cantidades (menores, lo sé) las cobre el peón que se dedica a descalzar los contenedores…

      Conozco varios casos de profesionales que llevan un sólo año en plantilla y se han hipotecado con cantidades que rondan los 400.000€. No me extraña que protesten y diga eso de : «ni un paso atrás». También otros que no llegan a final de mes porque tienes diversos vicios y el dinero lo pierden por el camino. Vale que eso puede pasar en cualquier casa o empresa pero es que cuando desde pequeño tienes el futuro garantizado por ser hijo de X, pues para que progresar como persona, ¿no?

      Hace años nadie quería trabajar en los muelles, había muertos y era un trabajo penoso. Los iniciales estibadores provenían de barrios marginales y se ganaron a pulso su puesto de trabajo (ole sus cojones), y decidieron que como nadie quería aquellos puestos y ellos los llevaron adelante, pues serían hereditarios.
      La situación actual dista mucho de aquellos tiempos y si comparamos la profesión de la estiba con, por ejemplo, el trabajo en el campo, pues ya me dirás si no es más penosa y peor remunerada la segunda.
      Personalmente me es indiferente que del muelle salgan millonarios, mejor para ellos, pero no es acorde el sueldo al trabajo, y se han cometido muchas irregularidades.

      Vería bien que os colegiaseis para homologar vuestras titulaciones y evitar el intrusismo, también que fijaseis un sueldo, incluido el mínimo garantizado, correcto. Lo que no puede ser es ser el actual sistema y Europa lo sabe.

  7. Chus no creo que se gane nada insultando, Josep da su opinión, puede ser fundada o no, pero es su opinión y se debe respetar.

    Soy hijo de portuario, nieto de portuario, hermano de portuario, me he presentado 5 veces para entrar en el puerto y no he entrado. Para entrar a portuario debes tener como mínimo el graduado escolar y el carnet de conducir de camión, no es fácil obtenerlo te lo aseguro. Aparte de unos test psicotécnicos, entrevista con psicólogos y unas pruebas físicas, no como la de los bomberos por supuesto. Además si quieres optar por un cargo específico dentro de la profesión portuaria debes dominar es inglés, la entrevista con el psicólogo era en dicho idioma si aspirabas a ello. Por ser hijo de portuario tienes más puntos, pero aunque me considero una persona muy hábil y me gano la vida dignamente, en mi caso ser familiar de portuario no me sirvió de mucho.

    Ser portuario no es un carnet que te regalen con una bolsa de patatas fritas.

    Hay cosas que dice Josep de Tarragona que pueden ser ciertas, pero no creo que el texto de Pedro “Familia de óxido, hierro y salitre” trate de eso. Va, en mi opinión, más allá.

    Trata de la dignidad del trabajador, los derechos (y digo derechos no privilegios) que tienen los portuarios, no se los han regalado, los lucharon nuestros padres, abuelos etc… y los consiguieron porque estuvieron unidos, porque hicieron piña y de allí sacaron su fuerza. Mi padre tiene restos de amianto en los pulmones y si mi hermano no los tiene, por algo será. Tengo amigos (en plural) que han muerto en el puerto dejando familia y niños solos.

    Mala praxis y personas corruptas por desgracia las hay en todas las profesiones y hay que perseguirlas y sancionarlas, pero por ello no hay que liquidar todo un colectivo.

    Evidentemente todas las profesiones tienen su más y sus menos, las que no tienen tanto riesgo físico, tendrán estrés psicológico o lo que sea, pero lo que no entiendo, es esta manía de querer ir a menos siempre. Si los maestros tienen tres meses de vacaciones que les quiten dos! ¡¡o mejor los tres y asi sabran lo que es bueno!!, si los portuarios cobran mucho que les bajen el sueldo! Siempre a menos, mientras los políticos y los directivos de los grandes lobbies se frotan las manos porque hacemos su trabajo sucio.
    ¿Por qué no luchar para ir a más? Si los maestros tienen tres meses de vacaciones ¿porque no podemos los demás, oficinistas, comerciales, técnicos etc.. Tenerlos también? Si los portuarios tienen un sueldo digno ¿Por qué no podemos los demás tenerlo también? Si seguimos divididos, acabaremos todos como autónomos, sin seguridad social, ni pensiones, ni derechos, perderemos todo por lo que lucharon nuestros padres y todo lo que perdamos irá a parar a los bolsillos de los que desde sus sillones se ríen de como nos peleamos.
    De eso va este articulo, no dejéis que el odio y el malestar que tenéis dentro porque pensáis que a otros las cosas les van mejor os nuble la vista, e intentar encontrar el verdadero sentido de los que está pasando en nuestro mundo, ¡todos los colectivos están amenazados! taxistas, mensajeros, profesores, médicos, controladores aéreos, la lista es interminable, y por supuesto portuarios, ¿Qué los diferencia? ¿Qué tienen poder porque pueden parar un país? Que lo usen! Quizá si todos hiciéramos lo mismo, a esos burócratas que cuentan los dígitos de sus cuentas bancarias desde sus sillones de los grandes rascacielos se les borraría la sonrisa. ¿Pero eso no va a pasar verdad? Por aquí abajo seguimos dándonos de ostias, porque aquel tiene una migaja más que yo.
    Pues déjame decirte Josep, que es una pena.

      • No tratéis de ocultar la verdad y lo corrupto de vuestro sistema.
        Como profesional portuario desde hace más de 20 años puedo dar fe de que sois la peor calaña y no os quieren en ningún puerto. He trabajado en Vigo y Pasajes. Sé de lo que hablo y a mi no me enganáis.
        Ahora para mantener vuestro nivel de robo queréis que todos los españoles paguen la multa para que un puñado de catetos sigáis cobrando sueldos astronómicos. Bravo!!

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