“Hemos estado más de una hora sin poder salir porque la policía no garantizaba nuestra seguridad”

El líder de Podemos en Castilla y León ha vivido en primera persona el acoso de medio millar de personas en Zaragoza

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Fotos facilitadas por Pablo Fernández.

La situación vivida hoy en Zaragoza, en la que medio millar de personas han asediado a los participantes en la Asamblea de Podemos, hasta el punto de que las asistentes se han visto más de una hora retenidos, ha puesto de manifesto, como explicaba Diario16 que la crisis soberanista está creando extremismos y acciones alejadas del diálogo y el entendimiento.

En este sentido, el líder de Podemos en Castilla y León, Pablo Fernández, explica a Diario16 que “entre los muchos cafres, muchos llevaban la bandera preconstitucional”. Según el portavoz de la coalición morada en las Cortes regionales, “hemos estado más de una hora sin poder salir porque la policía no garantizaba nuestra seguridad”.

 

Sin respuesta

Además, se da la circunstancia de que, tal y como explica Fernández, “cuando hemos salido escoltados, nos han llamado de todo y ni una sola persona de la asamblea es ha respondido”.

Para Pablo Fernández es “una vergüenza lo que he vivido hoy en primera persona”

Centenares de cargos públicos se han visto custodiados este domingo por poco más de una docena de policías nacionales que han sido incapaces de controlar una concentración tumultuaria de ultras que rodeaba el pabellón Siglo XXI de Zaragoza. La Secretaría de Estado de Seguridad, no ha podido garantizar la seguridad de los encerrados en el pabellón y les ha sugerido salir del recinto por sus propios medios. Los asistentes han seguido la recomendación y han abandonado el recinto por su propio pie, sin que se produjera ningún incidente.

Fotos facilitadas por Pablo Fernández.

9 COMENTARIOS

  1. Ahora ya saben lo que sintieron los guardias civiles que estuvieron acorralados muchas horas.
    Podemos lo único que busca es la partición de España y su destrucción.

        • La papeleta la metimos todos en la urna para aprobar la Constitución actual. Incluidos los ciudadanos de Cataluña, cuyos gobiernos autonómicos y partidos de todos los colores la han legitimado diariamente desde entonces.
          Ir contra la ley se llama delincuencia.

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