El miércoles 25 de enero la Comisión Europea presentó tres propuestas en las que contempla la posibilidad de que terceros países, además de Turquía, funcionen como frontera de la UE para evitar la llegada de refugiados y de los solicitantes de protección internacional al territorio comunitario. En ninguno de estos tres documentos se exige a los Estados el cumplimiento de los compromisos firmados con éstos respecto a las cuotas de refugiados a acoger.

Los tres últimos documentos aprobados por la Unión demuestran este hecho ya que no se exige a los Estados miembros que cumplan con los compromisos firmados.

La Unión General de Trabajadores (UGT) ha denunciado de esta manera, que tanto el Gobierno español como la Unión Europea no están asumiendo sus responsabilidades en materia de inmigración e intentan trasladar el problema a terceros países a los que se usa como frontera exterior de la UE para frenar la llegada de refugiados a territorio europeo, tal y como se está haciendo en Turquía.

Según la UGT tanto la Unión Europea como sus Estados miembros están yendo hacia el camino de la subcontratación de terceros países para no hacer frente a las obligaciones que en materia de asilo y de inmigración. Es la máxima de que “que otro cargue con el muerto”. Esta actitud de no afrontar con sus obligaciones está agravando la crisis humanitaria por las condiciones climáticas y por la precariedad de los campamentos.

 

Compromisos incumplidos

A día de hoy la Unión Europea sólo ha acogido a 8.062 personas de las 160.000 comprometidas (5%), según datos de la Comisión Europea de diciembre de 2016. El caso español es más grave ya que de los 19.399 refugiados a los que se comprometió el Gobierno a acoger en nuestro país sólo han llegado a España 745 (3,8%), según cifras del Ministerio del Interior. Hay que tener en cuenta que las cuotas de refugiados a acoger deberían cumplirse en septiembre del presente año.

La Unión Europea sólo ha acogido a 8.062 personas de las 160.000 comprometidas

La Comisión Europea ha puesto en valor el acuerdo con Turquía, un acuerdo que es ilegal a juicio de organizaciones humanitarias como Amnistía Internacional o que ha sido puesto en duda incluso por Emily O’Reilly la Defensora del Pueblo Europeo, y ha abierto canales de negociación con Libia para llegar a un acuerdo similar.

Según la ONU y la Organización Mundial de Migraciones más de 5.000 personas murieron en el Mediterráneo en 2016 y en lo que va de año ya han perdido la vida 230 personas en las aguas del sur de Europa. Sin embargo, estas cifras no cambian la estrategia de las autoridades europeas. Según UGT “tanto las autoridades de la Unión como los Estados miembros eluden aplicar en sus propios territorios las obligaciones impuestas por la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Convención sobre el Estatuto de los refugiados de Naciones Unidas: toda persona tiene derecho a buscar asilo en cualquier país y a recibir una atención adecuada”.

Más de 5.000 personas murieron en el Mediterráneo en 2016

La estrategia de la UE incumple con sus propios compromisos de reubicación permitiendo, incluso, que haya países que se nieguen a acoger a demandantes de asilo y de protección internacional.

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