Un estudio de la Universidad de Washington, publicado en la revista médica The Lancet y financiado por la Fundación Bill y Melinda Gates, concluye que España, será el primer país en la esperanza de vida en el mundo para el año 2040, adelantando a Japón, Singapur y Suiza.
Se analizaron datos de 195 países y territorios para generar un pronóstico hasta 2040, que señala que serán los españoles los que liderarían el ranking mundial de expectativa de vida, con 85,8 años (tres puntos superiores a la actual). España se encuentra en la actualidad en cuarta posición.
La dieta mediterránea es la clave para explicar una longevidad tan alta. Según el estudio PREDIMED, La prevención primaria de enfermedades cardiovasculares, se conseguiría con una dieta mediterránea complementada con aceite de oliva virgen extra o nueces. La dieta mediterránea tradicional se caracteriza por un alto consumo de aceite de oliva, frutas, nueces, verduras y cereales; una ingesta moderada de pescado y aves de corral; una baja ingesta de productos lácteos, carnes rojas, carnes procesadas y dulces; Y el vino en moderación, consumido con las comidas. El aumento del consumo de dieta mediterránea se ha asociado sistemáticamente con un menor riesgo cardiovascular.
Diversos factores pueden hacer que nuestro país no cumpla con los pronósticos, entre otras causas a la proliferación de la comida rápida entre los jóvenes españoles
El estudio de la Universidad de Washington, ha analizado 250 causas y grupos de causas de muerte a partir del Estudio de Carga Global de Enfermedades, Lesiones y Factores de Riesgo (GBD), también utilizaron 79 factores protectores y de riesgo para la salud y las tendencias sanitarias de los 195 países analizados entre los años 1990 y 2016, para determinar que España, gracias a la dieta mediterránea liderará el ranking mundial.
Pero todo puede cambiar, diversos factores pueden hacer que nuestro país no cumpla con los pronósticos, debido entre otras causas a la proliferación de la comida rápida entre los jóvenes españoles. La crisis ha sido un factor determinante para cambiar la tendencia en el consumo de dieta mediterránea.
La desigualdad y la pobreza endémica en nuestro país ha creado un grupo muy amplio de consumidores que prescinden de la dieta mediterránea, especialmente entre los jóvenes.
No obstante, algo funciona bien en España para que sea cuarta en el ranking de esperanza de vida entre 195 naciones. Los especialistas señalan que uno de los factores es la abundancia de frutas y hortalizas, pero también el buen funcionamiento del sistema público de salud.
El Sistema Nacional de Salud resguarda al 99,9% de la población española, logrando una de las tasas más bajas de mortalidad del mundo. El sistema sanitario español se sitúa en la posición decimonovena del mundo en base a la incidencia de 32 causas de muerte prevenibles y, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo clasifica séptimo de acuerdo a la eficiencia del servicio. Y eso ha pesar de la crisis y de los intentos de privatización tanto de los gobiernos de Mariano Rajoy, den el conjunto de España, como de Esperanza Aguirre en Madrid.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en un reciente estudio, desvela que desde el año 2000, la mayor parte del aumento de la esperanza de vida en España es debido a la reducción de la mortalidad después de los 65 años. Todo ello gracias a la buena atención médica.
Hay que cuidar la dieta de los jóvenes, la publicidad de los productos de comida rápida, fomentar la dieta mediterránea y huir de los productos milagros, como el aceite de coco, que solo hacen empeorar nuestra salud y nuestro bolsillo. Si se fomenta y se cuida la dieta mediterránea, el cuidado y la protección de nuestros mayores y se defiende la sanidad pública, España cumplirá las expectativas.
Llegaremos a los 85 años,puede,pero sordos,ciegos,cagandonos,meandonos,con baston. andador o en sillade ruedas y sin capacodad fisica para limpiarnos el trasero con el pàpel higienico.Y encima sin residencias a donde ir porque el estado español sigue haciendo vista ciega a las personas mayores.