Siete provincias españolas se sitúan entre las diez áreas locales más envejecidas de Europa. Así se desprende de los datos que ofrece Eurostat en base a la situación demográfica de 1.300 zonas de la Unión, ya sean provincias, condados o departamentos, en función de la organización territorial local de cada Estado miembro.

La Oficina Europea de Estadística detalla, concretamente, que estas provincias son las que mayor porcentaje de personas mayores de 85 años tienen. La primera posición del listado tiene acento griego. Es para la región de Evrytania, donde un 6,6% de sus habitantes tienen más de la mencionada edad.

A continuación, llegan cuatro provincias españolas: Zamora (6,3%), Ourense (6,1%), Lugo (6%) y Soria (6%). En sexta posición se sitúa Creuse, en Francia, con un 5,6%. Después está Teruel (5,4%) y en última instancia, empatadas con un 5,3%, se sitúan León, Salamanca y Beira Baixa (Portugal).

Envejecimiento desigual por zonas

Los datos del INE se ubican en la misma línea que los del citado organismo europeo, y muestran cómo el problema de envejecimiento es más acusado en unas zonas que en otras. Así, la situación de las citadas provincias contrasta con los casos de lugares como Las Palmas, con apenas un 1,56% de mayores de 85 años; o Cádiz, con un 1,71%. De hecho, a nivel nacional el porcentaje se sitúa en un 2,91%.

España lleva décadas sumida en un incesante proceso de envejecimiento, tal y como se observa al analizar diferentes indicadores. Las estadísticas del INE muestran, por ejemplo, que el porcentaje de mayores de 85 años en 1998 se situaba en un 1,6%, prácticamente la mitad que el dato del año pasado. En cifras absolutas, España ha pasado de contar con 657.349 habitantes de esas edades (1998) a tener ahora más de 1,35 millones.

De hecho, la esperanza de vida de los españoles ha crecido de forma significativa durante las últimas décadas al pasar de los 77 años en 1991 hasta los 82 años actuales. Esta evolución ha llegado a su vez en un contexto en el que han descendido de forma drástica los nacimientos: la tasa bruta de natalidad ha pasado de 14 nacidos por un millar de habitantes a comienzos de los ochenta a situarse en apenas nueve.

Frente a esta situación, el Ejecutivo central ha anunciado a comienzos de este año la creación del Comisionado del Gobierno frente al Reto Demográfico. Así, entre sus objetivos se encuentra «elaborar y desarrollar una estrategia nacional frente al reto demográfico, que recoja el conjunto de propuestas, medidas y actuaciones necesarias para alcanzar el equilibrio de la pirámide poblacional, incluyendo tanto las que corresponden a la Administración General del Estado en el ámbito de sus competencias, como las que puedan resultar del apoyo y colaboración de las demás Administraciones Públicas en su respectivo ámbito de actuación”.

El sostenimiento del Estado de Bienestar

El envejecimiento del país, con una España donde los jóvenes están perdiendo protagonismo, ya está afectando de forma importante al Estado de Bienestar. Especialmente a las pensiones: los datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social muestran cómo el número de pensionistas ha crecido un 13,7% en la última década, hasta alcanzar los 8,6 millones beneficiarios en abril de este año.

La esperanza de vida se sitúa al alza, con 82 años, mientras que la tasa bruta de natalidad cae hasta los 9 nacidos por un millar de habitantes

El menor número de afiliados a la Seguridad Social en comparación con los tiempos de bonanza, con salarios y cotizaciones al sistema más bajos, tiene que soportar el citado aumento del número de pensionistas que, a su vez, tienen derecho a una pensión más elevada debido al mayor número de años cotizados, con unos sueldos en general más altos que en generaciones anteriores.

De hecho, el gasto mensual de las pensiones ha pasado en los últimos diez años de un promedio de 5.500 millones a una media de 8.700 millones. Cifra que, en general, sigue creciendo mes a mes superando así el récord del mes anterior.

El profesor de Economía en la UCM y presidente del Consejo de Expertos del Instituto BBVA de Pensiones, José A. Herce, destaca que las pensiones, públicas o privadas, de capitalización o reparto, van a tener “en la creciente esperanza de vida un reto de sostenibilidad y suficiencia que obligará a ir más allá de las importantes reformas adoptadas en los últimos años”.

En un estudio titulado ‘El impacto del envejecimiento de la población en España’, Herce sostiene que el envejecimiento “es un fenómeno mal percibido por la sociedad, los analistas y los decisores políticos, lo que limita el campo de acción frente al mismo”. “Hay que admitir que el considerable aumento de la esperanza de vida y la caída de la natalidad que se han registrado en los países avanzados implica retos formidables en muchos de los programas del Estado de bienestar, el mercado de trabajo y el dinamismo general de la sociedad”.

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