“Esther Tusquets irradiaba un magnetismo al que era difícil resistirse”

Entrevista a Eva Blanch

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eva-blanch-©-Iván-Giménez-Tusquets-EditoresDespués de entregarse hasta el tuétano para parir este emotivo Corazón Amarillo Sangre Azul (publicado por Tusquets) con la sombra que todo lo cubre de la subyugante escritora y editora Esther Tusquets como protagonista principal, su cuñada Eva Blanch reconoce que “la página vuelve a estar en blanco” para la tercera novela. Pero con esta segunda ha sabido encumbrarse como una escritora de pulso firme que ha acometido la nada fácil tarea de plasmar negro sobre blanco los últimos días de la mítica editora que, póstumamente, acumula libros en su honor. Primero fue su propia hija, Milena Busquets, la que le dedicó su exitoso También esto pasará. Blanch escribe también sobre la misma mujer, un ser extraordinario que “enganchaba” a quien la conocía, tal era su magnetismo.


NATALIO BLANCO

Su novela puede navegar perfectamente en aguas de la imaginación sin más, pero pronto se percibe un sentimiento de claro homenaje a la figura de Esther Tusquets. ¿Satisfecha con el resultado final?

Me daría por satisfecha si consigo que algún lector se emocione,  empatice y quiera a los personajes, especialmente a Emma.

 

Corresponsabiliza de su novela a Oscar, su pareja y hermano de la famosa escritora y editora. ¿Se puede decir que es una novela escrita a cuatro manos?

Si hubiera estado escrita a cuatro manos, habríamos firmado los dos. Pero su apoyo y su crítica han sido imprescindibles para que yo pudiera seguir adelante.

 

¿Quién fue realmente Esther?

Yo no puedo dar una respuesta absoluta a esta pregunta. Siempre me quedaré a medias. Para mí fue un personaje único y complejo que irradiaba un magnetismo al que era dificil resistirse. Me emociona especialmente su libertad total de pensamiento.

 

Qué duda cabe que tuvo que ser alguien excepcional capaz de inspirar a su alrededor a los que tuvieron la ocasión de conocerla. Milena Busquets, su hija, con su exitosa novela También esto pasará; ahora su Corazón Amarillo Sangre Azul…

Mi visión de Esther es la de un personaje profundamente literario. Que no se acaba, que podría dar muchas más novelas…

 

El tema de la muerte y la vejez asoma por su libro de una forma en absoluto traumática. ¿Era el tono que quería darle a estos visitantes tan especiales en nuestras vidas?

Sí. No deseaba en absoluto que el libro fuera oscuro. Creo que hay una luz en él que tiene que ver con la literatura. Una esperanza de que todo lo que hemos leído nos hace más grandes. Yo he aprendido de ella y de su hermano que la vida se entiende mejor a través del arte.

 

Algo peor que la muerte, como usted expone en su novela, es la aparición del declive vital, de los avisos traicioneros previos a la despedida final. ¿Hay recetas milagrosas para sortearlos con elegancia o no nos queda otra que someternos a los designios del destino?

No, no hay recetas milagrosas, ojalá las hubiera. En la mayoría de los casos es imposible preveer cómo vamos a morir.

 

¿Le ha aportado esta su segunda novela la seguridad necesaria para afrontar con garantías el siempre proceloso mundo de la literatura?

Lo sabré cuando empiece a afrontar la siguiente. He aprendido y sufrido mucho con ésta, pero creo que nunca hay garantías en un proceso así. La página vuelve a estar en blanco.

Fotografía: Iván Giménez-Tusquets Editores

1 COMENTARIO

  1. Echaba de menos tus magníficas entrevistas, Natalio. Espero que pronto nos veamos en la arena del preguntador y el preguntado. Abrazo literario.

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