Cuando la política se deja en manos de aficionados pasa de ser una corrida de feria en la Maestranza a una capea. Lo mismo ocurre cuando los cantantes son amateurs, que en vez de una tarde en el Real, tenemos un karaoke.

Menos mal que existe el voto de los ciudadanos que tiene, con sus coherencia y su sentido común, un efecto corrector y reparador de todas las insensateces que dicen tantos políticos hoy en día. Al público ya no se le engaña ni con la televisión y cuando se engaña, es porque quiere que para eso somos libres, incluso para engañarnos.

El voto de gallegos y vascos este domingo 25 de septiembre ha puesto las cosas en su sitito, la has vuelto a su ser.

Iñigo Urkullu es un hombre serio, su gobierno lo es igualmente, y su partido, en la actualidad, también. Ya pasaron por la experiencia Ibarretxe, que aún duele, y ya han aprendido que las bromas para el chiquiteo, pero en Ajuria Enea, ni media. Y experimentos menos. Euskadi es un país con una fuerte personalidad, con historia, identidad y cultura propia, que se quiere y se respeta. Es lógico, por tanto, que tenga formaciones políticas propias. El PNV, por ejemplo. Y es igualmente lógico que la gente lo vote mayoritariamente.

En cuanto a Galicia, Núñez Feijóo, es igualmente una persona seria, que dirige un equipo semejante, sin follones, baladronadas, que transmite el respeto que tiene a la gente, y por eso es respetado y votado.

En cuanto a los socialistas, lo ocurrido en Galicia y País Vasco es un reflejo de lo que ocurre en España con esa formación. El PSOE cuenta, o contaba, con un voto muy fiel, tradicional, comprometido y en ambos sitios ha logrado anteriormente resultados importantes. Pero ahora se comporta como una gallina a la que han cortado la cabeza que va corriendo por el corral tropezándose con todo y sin llegar a ningún sitio.

El resultado de Podemos también es lógico en las dos circunscripciones que cuentan ambas con zonas urbanas potentes, antes industriales, gente que ha sufrido la desdicha de eso que llaman crisis, es decir la estafa social que han perpetrado los poderes, personas enfadadas y frustradas. Pero que no quieren renunciar a la esperanza. Esos son sus sentimiento y sus sensaciones que ha sabido captar Podemos. Ahora toca corresponder.

Y poca cosa mas.

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