Aquellos maravillosos años 

¿Te acuerdas de cuando comías lo que te daba la gana sin engordar un gramo? Por desgracia aquellos maravillosos años pasaron y ahora te ves con bastantes kilos de más. Mucha gente piensa que eso se debe a que se engorda un kilo por año, pero no es así: los especialistas aseguran que no existe relación entre el peso y la edad. Lo que pasa es que con los años tendemos a movemos menos, a hacer poco deporte y a regalarnos más placeres gastronómicos. En definitiva, a comer más de lo que gastamos.

Si estás leyendo este artículo, querido lector, es porque quizá formes parte de ese 76% de españoles que desearían perder peso. La mayoría de ellos, por salud. Otros, para sentirse mejor o ampliar su vida sexual o tener más posibilidades de encontrar empleo. 

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Según una reciente encuesta, el 81% de los españoles no solo no consigue adelgazar cuando se lo propone, sino que, incluso, pone en riesgo su salud. El motivo: la mala elección de la dieta y la falta de paciencia o de fuerza de voluntad para mantenerla. Por eso tu dieta ha de ser:

-Permanente. Debes cambiar tu estilo de vida y adquirir unos hábitos alimentarios saludables, que te permitan bajar las cantidades y limitar los menús muy calóricos. Aunque nunca por debajo de las 1.200 calorías diarias.

-Variada. Una de las causas por las que se abandonan las dietas es por su falta de variedad. Comer siempre lo mismo y, encima, cocido o a la plancha, aburre. ¿Por qué no pruebas con los asados, guisados o salteados? Otro consejo: cuida la presentación de tus menús. Lo importante aquí es el aporte de nutrientes (50-60% de hidratos de carbono, 10-15% de proteínas y 30-35% de lípidos o grasas). Lo demás lo elijes tú.

-Progresiva. No es recomendable perder mucho peso en un tiempo récord. Ten en cuenta que perder kilos del tejido adiposo no es nada fácil. Lo sensato es reducir medio kilo de grasa por semana, es decir, 500 calorías del consumo diario. Es verdad que los resultados no serán tan espectaculares pero sí más eficaces.

Cuidadosa. Según un estudio, aquellas personas que retrasan el almuerzo hasta después de las tres de la tarde adelgazan menos que los que comen antes. Así que mejor comer temprano. Lo aconsejable es evitar el ayuno, almorzar hacia las dos y cenar hacia las nueve y cuarto. Tentempié a media mañana y merienda. En total, 5 tomas. 

-Personalizada. Debes tener tu propia dieta elaborada por un profesional, en función de tu perfil (sexo, edad, peso, aficiones, necesidades, estilo de vida…).

Compartida. Haz partícipe de tu dieta de adelgazamiento a familiares y amigos. Así evitarás estar cerca de alimentos demasiado calóricos y tener que preparar dos comidas a la vez. Mejor compartir la misma dieta saludable, aunque en porciones distintas.

-Activa. El ejercicio físico obligará a tu cuerpo a acudir a las reservas de grasa acumuladas para aumentar tu masa muscular. Ya sabes que a más músculo, menos calorías sobrantes. ¿Qué tal si caminas cada día un poco más? Algunos estudios han demostrado que dar 10.000 pasos al día ayuda a perder peso de forma efectiva y regula la glucosa en sangre. Además ahorrarás en gasolina.

Descansada. Una dieta adecuada siempre tiene en cuenta nuestro descanso. Cuando no dormimos bien nuestro cuerpo segrega más grelina, la hormona del hambre. Mientras que cuando lo hacemos, aparece su contraria, la leptina, que regula el apetito y aumenta el metabolismo y el consumo de energía para gastar la grasa sobrante.

Realista. Según una encuesta, la mayoría de los españoles son poco sensatos al iniciar una dieta, ya que quieren perder una media de 10 kilos en cinco meses. Eso les lleva a las dietas ‘milagro’, radicales y con efectos rebote.

Saciante. Tu dieta nunca debe dejarte con hambre. Primero porque sufrirás y estarás todo el día pensando en la comida y, segundo, porque adelgazarás mucho menos al tener a tu cuerpo intentando conservar todas sus energías.

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