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Los conflictos de tierras en la Patagonia pareciera que no tienen fin, empresarios como Benetton recurren al gobierno provincial y nacional para proteger “sus tierras”; territorios apropiados al pueblo mapuche.

El gobierno en “defensa de la propiedad privada” utiliza la represión, desconociendo el derecho de los pueblos, generando mayor violencia social y estructural, y privilegia a la empresa Benetton, por sobre el derecho de los pueblos originarios. Benetton tiene cerca de un millón de hectáreas en las provincias patagónicas, y no satisfecho con su condición de terrateniente, continúa acumulando a costa de la expulsión de sus territorios a las comunidades mapuches que resisten la invasión y el despojo.

El término “Mapuche” es gente de la tierra-( Mapu-Tierra-che-gente) quitarles sus tierras ancestrales, donde descansan sus ancestros y guardan la memoria, es condenarlos a muerte.

Las autoridades nacionales y provinciales, no respetan a los pueblos originarios, por el contrario, quieren imponer sus políticas neoliberales ejerciendo la violencia, violando los derechos humanos y de los pueblos, a pesar que están en la Constitución Nacional, el Convenio 169 de la OIT y la Declaración Universal de la ONU sobre los pueblos indígenas.

Benetton cuenta con al apoyo cómplices de las fuerzas de seguridad, el gobernador de Chubut y de otra provincias patagónicas, y con el respaldo del gobierno nacional

Hay excepciones en ese largo caminar en defensa de sus derechos, como el juez Federal de Esquel , Guillermo Otranto, quien en el juicio contra el lonco mapuche liberó a Facundo Hualas; el juez fue amenazado por grupos ocultos en la sombra de la cobardía y el gobernador de Chubut busca denunciar al juez y llevarlo al Consejo de la Magistratura para sancionarlo por haber liberado al Lonco mapuche.

Varios medios de comunicación, iniciaron una fuerte campaña contra los mapuches, acusando a las víctimas de ser los victimarios, de “ser violentos contra el orden constituido”; quieren vincularlos con las guerrillas de la FARC de Colombia y justificar la represión policial para defender a los terratenientes, y guardan silencio sobre el despojo que sufren las comunidades, es lamentable que periódicos como Clarín en otros, actúen con total falta de responsabilidad.

Benetton, ha cerrado caminos, alambrando campos, impidiendo que los mapuches lleven sus rebaños a pastorear y beber en los lagos; dice que esas tierras pertenecen a la empresa italiana de la Compañía de Tierras del Sur Argentino S.A. con miles de ovejas, plantaciones de soja, minería, la explotación y exploración de recursos petrolíferos y acuíferos

Hace unos años surgió un conflicto de tierras con Benetton y una familia mapuche, Rosa y Atilio Curiñao, a quienes expulsó de sus tierras con la fuerza policial, reclamando como propias 385 hectáreas. El diario La República, en Roma tuvo el coraje de publicar una carta abierta que yo enviara a Benetton, que tuvo una gran repercusión internacional y logramos una reunión en el Campidoglio de Roma, entre Benetton y la familia Curiñao para encontrar solución al conflicto y la reparación del daño hecho ya que la empresa Tierras del Sur, envió topadoras que destruyeron su vivienda y cultivos; no se llegó a ninguna solución, pero la familia mapuche decidió resistir y regresó a sus tierras, sufriendo fuerte represión policial y vigilancia que les prohibía hacer fuego en pleno invierno, pero la resistencia de Rosa y Atilio vencieron y ahí están.

La zona del territorio que reclaman los mapuches como propios son Cushamen y Leleque, donde se produjeron los enfrentamientos y represión policial por la gendarmería, hay mapuches heridos con balas de plomo y goma, la represión alcanzo contra mujeres y niños.

El Lonco, ( jefe espiritual y social de la comunidad ) Facundo Huala es un líder que reclama los derechos ancestrales y la preservación de los lugares sagrados; han organizado la resistencia frente a la política del gobierno y de la empresa Benetton por el despojo de que son objeto y no reconocer los derechos de los pueblos originarios.

Lo que ocurre en la Patagonia no es un hecho aislado tiene antecedentes en el país de persecución y represión a los pueblos originarios, afectando y dañando sus culturas, identidad y valores espirituales y sociales. Miles de víctimas de la violencia institucional fue la “campaña del desierto” en 1830, cometiendo un genocidio y etnocidio contra los pueblos originarios desde 1870 hasta entrada la década siguiente, intentando completar el genocidio contra los pueblos indígenas.

Lamentablemente en el siglo XXI, no terminó el racismo y desprecio por los pueblos originarios y Benetton es uno de los responsables de continuar la expulsión de los mapuches. Los pueblos del mundo y en este caso el italiano, debe saber cómo actúan las empresas trasnacionales en otros países y el daño que hacen. Benetton tiene que dar explicación al pueblo italiano y al mundo sobre su accionar en otros países, para ver si encuentra la sabiduría y la humildad para actuar con justicia, que esas tierras no le pertenecen, que son parte de la “gente de la Tierra”-. Si los expulsan de sus territorios, matan sus valores, cultura y espiritualidad y los condenan a la muerte.

Siempre hay una esperanza y la resistencia y la dignidad es el camino.

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