Tras la ronda de consultas del Rey se cumple el protocolo: el rey encarga formar gobierno al candidato de la lista más votada. Mariano Rajoy acepta pero asegura que no irá a un debate de investidura sin los apoyos necesarios.

Y como quiera que hoy no los tiene, se abre un período de reflexión. Y aquí descubrimos el segundo ‘agujero negro’ de la Constitución. El primero es que no hay plazo para que el Rey -en su labor moderadora- encargue formar gobierno. El segundo es que tampoco hay plazo para que la presidenta del Congreso convoque el debate de investidura. Puede ser un mes, dos… o seis. ¿Cuánto es el “período razonable” reclamado por Rajoy?

La garantía es que esta vez la presidencia de la Cámara es una de las suyas, por lo que previsiblemente no le azuzará más de lo necesario. Es lo que se llama ‘investidura en diferido’…

El rey no ha ‘borboneado’ como desacertadamente sugirió Margallo. Pero Rajoy sí que ha ‘gallegueado’. El gallego espera que el tiempo ablande al PSOE. Mientras tanto, negocia con Ciudadanos los presupuestos para cumplir con Bruselas. Dos negociaciones vinculadas, pero diferentes. ¿Y si finalmente Rivera se dobla y aceptara el si?

La negociación consiste en no descartar su renuncia. Órdago a la grande. Un arma de doble filo que enciende las ansias negociadoras del PSOE para buscar un ‘Frente Popular’ que en Moncloa no descartan. Reuniones rojos-morados, haberlas, haylas.

¿Sería incumplir la Constitución renunciar al mandato del Rey? Es duda. La Constitución dice que “se someterá” al debate de investidura tras el encargo del Rey. No dice que “podrá someterse”. Pero ya renunció una vez y no pasó mucho. Y además: ¿qué pasa si incumple?, ¿pierde la condición de candidato?, ¿acaso el Tribunal Constitucional le va a afear la conducta? ¡Otra de gambas!

Dejemos que pase ‘la calor’ que es muy mala consejera. Baños refrescantes, buenas siestas y después del verano, ya veremos. España puede esperar. Amenazar con que pensionistas y funcionarios se quedan sin su revalorización cuando estamos prácticamente en inflación plana, no asusta mucho. En cambio, sin gobierno no hay ajustes. Tampoco está mal…

El escenario de unas terceras planea sobre el horizonte. Y el gallego sabe que a nadie le interesa una tercera ronda. ‘Tic-tac’ que dirían los de Podemos. La investidura es un plato que se cuece a fuego lento.


El anzuelo del pescador

•Huelga de padres. Hay un ‘run-run’ cada vez más extendido de que los padres madrileños podrían hacer “huelga” y no enviar a sus hijos a los colegios en septiembre para evitar el adoctrinamiento de la Ley ‘antihomofobia’ de Cifuentes. De momento, CONCAPA no descarta movilizaciones.

•Deslealtad catalanista. El pleno del Parlament de Catalunya desacató una decisión del Constitucional a sabiendas. Rajoy anuncia “incidente de ejecución”. De nuevo perfil bajo ante una deslealtad a sabiendas. ¿Qué hace falta para aplicar el 155 de nuestra Constitución?

•Sanción de Bruselas. El gobierno ‘vende’ como un éxito la no sanción de Bruselas por déficit excesivo. No dice que ya estaba pactado no sancionar a Italia y que el regalo envenenado es una senda de ajuste presupuestario digamos que intensa. Por lo demás, tanto Bruselas como Madrid deberían recordar que la autoridad que no se ejerce, se desprestigia.

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