Me encanta leer los relatos cortos de ficción histórica que componen las Tradiciones peruanas, de Ricardo Palma; adoro los textos de Mariano José de Larra para La Revista Española, -ahí están “Vuelva usted mañana”, “El castellano viejo” y “En este país”; y me paso horas con los artículos de costumbres de Ramón de Mesonero Romanos.

Cualquiera de ellos hubiera estado encantado de poder escribir sobre el patinador del tanga, pero, fíjense, que ese honor me lo llevé yo. Si Nueva York tiene a su ‘Naked Cowboy’, si Washington y San José tenían a Conchita y a Marito Mortadela, nosotros tenemos al ‘Patinador del tanga’.

Hace unas semanas iba recorriendo, entre meditabajo y cabizbundo, a golpe de trote cochinero el trayecto que hay entre el Cap de l’Horta y el Cap Blau, entre Alicante y El Campello, cuando a la altura de la playa de Muchavista me topé con el famoso patinador del tanga. Allá iba él con sus gráciles hechuras, moreno en enero, erguido como las estatuas griegas, entre apolíneo y dionisíaco, dejándose mecer por la inercia y la sinergia. Yo, que había oído de él, creía que pertenecía al mundo de los unicornios y de los centauros, de los mitos y de las leyendas, que cuanto más lejanos más grandes son. Sin embargo, créanme que se me cruzó a la altura de los Apartamentos Mediterráneo.

Gracias a unas gestiones llevadas a cabo con pericia y discreción, dos de mis ángeles, Sara y Carolina, no solo me pusieron tras la pista del dios menor que nos ocupa sino que me facilitaron la forma de contacto con él. El pasado lunes, a eso de diez de la mañana, recibí una llamada de Agustín, que así se llama, para quedar y conocernos. La diosa fortuna tuvo a bien que lo humano se juntara con lo divino y el pasado miércoles a mediodía nos tomamos un café en la Avenida Niza.

Al escribir sobre Agustín dan ganas de hacerlo desde esa benevolencia candorosa que usan las revistas del corazón para hablar de la nobleza; el famoso patinador del tanga llegó de Villafranca del Bierzo para adornar nuestra playa desde septiembre de 2009. Al igual que Forrest Gump corría, nuestro Agustín patina. ¿Y por qué patina? Pues porque le gusta patinar, haga sol o esté nublado, con gente o sin gente. ¿Y qué busca? Asegura que no busca nada. “Si alguien se puede sentir motivado para hacer ejercicio, perfecto, pero no reivindico nada, ni patino por nada en particular”. ¿Y por qué en tanga? “¿Y por qué no? Vamos a ver, el tanga cómodo no es pero un día me dije ‘¿por qué no?’. Algunas mujeres van así, en topless, y no pasa nada. Es más, un día que iba patinando oí que un niño le decía a su madre, ‘Mira, va como tú’. Yo no busco ofender a nadie”. Él está encantado de hacerse fotos con quién se lo pide y habituado a ignorar a quienes le ofenden. ¿Y a qué se dedica? Pues miren, se dice de todo, que si es bombero, que si es policía, que si es stripper, que si es panadero. Político no es. Ni juez. Hasta donde me quiso contar sé que es funcionario.

Me decía Agustín que lo suyo no tiene agenda política pero ahí disiento. Lo que hace él cada vez que sale a patinar en tanga por la playa no es un ejercicio de vanidad o un absurdo sino un ejercicio de libertad, una proclama por el libre albedrío, un ejemplo de vida, un acto de amor al prójimo. Ojalá la toda gente pudiera actuar con tanta libertad como él. Si no les gusta no miren y ahórrense el insulto, pero si les gusta una sonrisa, un aplauso y un piropo son lo menos que pueden regalarle.

A falta de que le pongan su estatua en la playa, a falta de un reconocimiento público, a falta de una medalla, el patinador del tanga es un reclamo turístico de primer nivel. Vengan y admírenlo, que este villafranquino se ve patinando hasta que el cuerpo aguante.

7 COMENTARIOS

  1. en tus ratos libres …seguiras tocando el bajo , y normalmente seguiras escribiendo chorradas¡¡¡ viva la libertad de expresion….pero decir que esta persona es un reclamo turistico y que ….es una chorrada como una catedral¡¡¡
    siga tocando el bajo o el alto…un saludo cordial

  2. Da igual que escriba artículos de opinión, analíticos, reflexivos o con un toque cómico.Muestra un gran conocimiento y dominio del lenguaje que jamás deja indiferente al lector. Mis felicitaciones por sus artículos.

  3. Conchita pasará a la historia…Gallega tenía que ser… Visita obligada el saludarla en mis viajes a Washington. Este artículo hizo que la recordara. Siempre hay una gran historia detrás de este tipo de personas, claro que no son todas las personas las que tienen la capacidad de apreciarlo y ni siquiera de preguntarse qué hay detrás de todo eso.

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