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El México para todos

Alejandro Robles
Alejandro Robles
Académico; maestro en derecho por la UNAM; defensor de derechos humanos. Actualmente, activista del Movimiento de Regeneración Nacional. Hombre de izquierda con una militancia en el PRD, por el que fue diputado a la VI legislatura, electo por el distrito XXX de Coyoacán. Padre de dos hijos: Sahara de 6 años y Fidel de 2 años, casado con Sara Zuñiga.
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análisis

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El nuevo México es la cristalización de la demanda histórica por democracia, lucha que tiene en el movimiento estudiantil del 68 uno de sus puntos críticos, quizá el mayor hasta antes de Ayotzinapa. Pasando por el terremoto del 85, en 1988 el Frente Democrático, en 1994 el EZLN y en 2006 el desafuero.

¿Qué sigue?

Acabar con el régimen del PRI.

Este partido es el principal instrumento de opresión, nació para contener la exigencia de justicia, salvo el periodo de Lázaro Cárdenas, fue el acicate de los pobres, gobernó con la práctica de la dictadura: vender y rentar la riqueza nacional a precio de ganga a cambio de su tajada.

Al oponente lo compró y al que no se vendió lo torturó y hasta mató. Tuvo su oxigenación recién empezado el presente siglo, con la introducción de la alternancia pactada con Acción Nacional, el partido conservador. Es a lo que conocemos como el PRIAN, el partido de la derecha.

Este breve antecedente es insuficiente para dimensionar el triunfo. Andrés Manuel López Obrador es un presidente puesto desde abajo en un país en el que durante más de un siglo los presidentes han sido impuestos desde arriba.

El fraude se convirtió en el clásico método para deshacerse de opositores. Este hombre se ha ganado su lugar en la historia a pulso, aunque es de advertirse que lo hizo de la mano de millones de hombres y mujeres que pese al pesimismo y el miedo salieron a votar con un: hasta aquí, no más.

Es interminable la lista de agravios su sola mención podría aparentar rencor. Hay que tener cuidado el rencor puede echarnos a perder el sueño, el deseo de venganza acecha y debemos librarnos de ella. Es el odio el camino equivocado, no habremos de entregarnos al olvido, pero como pueblo debemos deshacernos del deseo de hacer lo que nos hicieron, el desquite nada deja, más que la posibilidad de convertirnos en lo mismo.

Hay que ser ghandianos, es el método de Obrador y está demostrada su efectividad, tarde quizá, aunque más temprano que tarde si reflexionamos que llegamos sin herir a nadie. El pueblo es diferente a su gobierno, es momento de hacer que el gobierno sea igual que su pueblo: honesto y trabajador.

La voluntad de paz y amor no debe confundirse con estupidez, habrá estridencia, la oligarquía no cede, perdió la elección, pero la lucha por conservar su país la dará con el poder de su dinero, los intelectuales ahora sí serán críticos al poder con tal de contralar al presidente, los diputados de oposición verdaderamente serán oposición.

Esto es natural y se trata de la democracia, justo por lo que tanto peleamos, ahora sí tenemos con que dar la pelea por recuperar un país que no tiene nada más que para los que lo tienen todo. Que los pobres coman y vivan sin pagar a nadie por vivir es elemental, aunque para que esto suceda habrá que resistir la furia de la oligarquía que se declarara asediada por el dictador.

Que imaginamos que suceda cuando ahora si se le cobre impuesto a la riqueza, lo que por Ley corresponde, la acusación será que el presidente encarna a Chávez y Castro, el comunismo y demás verborrea de la oligarquía será la constante y habrá que responder que se trata de justicia, que paguen más los que se benefician más, es lógica elemental y no pura ideología.

El despertar del 2018 debe significar la participación de las masas en la vida pública, acabar con las fantasías oligárquicas de un país con poquitos legisladores con derecho a eternizarse y un presidente títere para que sus negocios vayan bien.

La reivindicación de México para los mexicanos y en especial para los que menos tienen es el horizonte, al tiempo de realizar el debate abierto, la deliberación pública, en fin, la democracia como pedagogía para evitar que el pueblo se de un balazo en el pie y democráticamente le devuelva el país a los mismos de siempre.

La historia está llena de esos pasajes, la claudicación de las masas por el deseo de elite, la lucha es del pueblo y la tiene que dar el pueblo para que el pueblo mismo la defienda, por más que repudien a sus representantes, por más que ataquen a su líder, estos y este serán combatidos con ferocidad con tal de amilanar el mandato de reivindicación de la riqueza nacional.

La patria para todos es tarea de todos, cambiemos lo que queremos cambiar, hagamos lo que sabemos que es bueno para todos, obedezcamos la ley para que con fiereza reclamemos su estricta aplicación y acaben las excepciones que implica el régimen de corrupción.

La oligarquía reinventará su partido, el PRIAN tendrá registro formal, quien sabe como se llamará, pero lo que sí sabemos es que Morena es el verdadero instrumento del pueblo, que el programa democrático es de izquierda y que en el México que queremos la gente vive con su trabajo sin agradecer nada a nadie, vivir de su propio esfuerzo, pero bien conscientes de que esto sólo es posible bajo el programa democrático.

De lo contrario el cambio se extraviará para terminar en la historia de siempre: del despojo, la explotación y la exclusión. Hay que ser parte del debate y estar dispuestos a la expresión pública de nuestras diferencias para que este sueño que vivimos despiertos llamado esperanza no se torne en pesadilla.

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