Mi perro me quiere más que nadie en este mundo.
Yo a él más.
Muchas veces me pregunto qué sería de nosotros si pudiera hablar.
Me he atrevido y he pedido para Tobi el don de la voz por Navidad.
Pues vaya gracia, he pensado cuando me ha mirado fijamente diciendo: Paloma, tenemos que hablar.