Tras un comienzo en el que el Atlético empató con Alavés y Leganés, recién ascendidos a la Primera División, no fueron pocos los que pusieron el grito en el cielo señalando que el proyecto de Simeone ya estaba agotado y que hacía falta un nuevo cambio de rumbo. Alarmistas que luciendo poca memoria y escasa paciencia indicaban que esto ya no funcionaba y que además “el Cholo” debía marcharse, argumentando falacias y despotricando contra algunos jugadores. Apenas unas semanas después, el mismo Atlético se ha hecho con el liderato de la Liga, y ha consolidado su condición de favorito para la Champions tras vencer con solvencia a todo un Bayern de Múnich en el Calderón. Poco antes, un empate contra el Barcelona en el Camp Nou ya dejaba la impronta de ser un equipo que puede aspirar a todo. Vencer en Balaídos o en Mestalla tampoco resultó fácil, son estadios donde los grandes suelen dejarse puntos por el camino, lo que han aprovechado los rojiblancos para asaltar el liderato.
Resulta que con el paso de las jornadas, el Atlético ha ido creciendo hasta volver a colocarse donde debe, acallando a todos aquellos que le señalaban como un equipo roto, con problemas internos, con un entrenador que se va a marchar y con sus mejores jugadores fichando por otros equipos. Lo normal, tratándose de cierta praxis periodística que enarbolan algunos medios deportivos, y de aquellos quienes les creen a pies juntillas, haciendo más grande la bola. Detrás de ello no hay más intención que la de debilitar a un equipo que no dispone de la envergadura mediática de “los dos de siempre”, y al que habríamos de sumar el despropósito de la LFP obligándole a disputar partidos en “horario premium”, cualquier cosa vale para tratar de doblegar a los de Simeone y seguir protegiendo el jugoso cacho de pastel que piensan por derecho hegemónico les corresponde. Y lo peor de todo es que todavía hay seguidores colchoneros que muerden el anzuelo y alimentan un debate catastrofista que no ha lugar.
Con 15 puntos en su haber, el Atlético de Madrid lidera a día de hoy la clasificación de LaLiga Santander. Antes, hubo quien señaló a Simeone como responsable de que el equipo no jugara bien, de ser cobarde en sus planteamientos y de colarse de lleno con los cambios. Después, el Atleti es líder, Griezmann es el Pichichi del campeonato, tiene a los mejores suplentes por resultados, y por si fuera poco, Oblak está batiendo el record para conseguir el Zamora. También es el cuarto máximo anotador de la Liga, así como el equipo que menos goles recibe. Lidera su grupo de Champions por delante del Bayern y del PSV, dos equipos de relumbrón continental. Y es el equipo español a día de hoy que más internacionales aporta a las distintas selecciones nacionales, hasta un total de 18 jugadores de 22 que hay en plantilla, y peleando para que sean más (Juanfran, Gabi o Torres son seleccionables). A nivel estadístico, por tanto, no habría nada que reprochar, más bien todo lo contrario, al equipo rojiblanco se le debería elogiar por ello, que anoten los más resultadistas.
Por ende, tanto el Atlético como Simeone han demostrado en el campo que los más críticos no tenían razón. El equipo sigue creciendo como cada año, y compitiendo de tú a tú contra los mejores clubes europeos, que ya le consideran uno más entre ellos. Llama la atención que con tal carta de presentación los medios nacionales no les retransmitan ningún partido en abierto, centrándose exclusivamente en sus dos gallinas de los huevos de oro. Lo dicho, protegen su cacho de pastel, y tratan de hacer que los demás ni lo prueben. Ya saben aquello del perro del hortelano, que ni come ni deja comer. Vayan tranquilos, puede que el Atlético pinche más adelante, se pierda o se empate algún partido. Para entonces los alarmistas de turno volverán a hacer ruido, pero no pasa nada, ya no deberían tener credibilidad alguna. El equipo es sólido y estable, aunque esto es fútbol, se puede ganar o perder. Lo que no se puede es perder la confianza en este Atlético de Simeone, ya que se la ha ganado con creces.
