La importancia de estas titulaciones superiores es tal que el 38% de las empresas que requiere titulados universitarios en sus ofertas de trabajo valora positivamente los estudios de postgrado (un punto porcentual más que el año pasado), según el Informe Infoempleo Adecco 2015: Oferta y demanda de empleo en España.

Empleabilidad y postgrado En los últimos años, la formación ha pasado de entenderse como una simple herramienta para la adquisición de conocimientos a ser contemplada como una actividad continua, centrada en el desarrollo de capacidades que garanticen la empleabilidad de quién la realiza. Este cambio es visible en la propia evolución de los programas de postgrado, donde prevalece el enfoque práctico sobre el teórico.

La formación de postgrado es un elemento importante y diferenciador en la empleabilidad, ya que además del porcentaje que se pide de forma expresa en las ofertas de empleo, en igualdad de condiciones de dos candidatos, los técnicos de selección podrían inclinar la balanza a favor del que cuente con esta educación superior. El postgrado cumple dos funciones en la inserción laboral.

Por una parte, potencia el acceso al primer puesto de trabajo y, por otra, facilita la mejora de categoría profesional en candidatos que ya cuentan con experiencia. En el primero de los casos es un elemento diferenciador para los titulados sin experiencia. En segundo lugar, el postgrado dirigido a profesionales con experiencia garantiza la empleabilidad a través del desarrollo de habilidades directivas y la adquisición de conocimientos especializados. Esta especialización puede facilitar el relanzamiento de una carrera profesional y/o cambiar de rumbo hacia otras áreas funcionales o sectores.

Además, en ocasiones, esta formación puede ser la única vía de acceso de desarrollo de determinadas profesiones que, por su naturaleza, requieren una formación específica de postgrado. El mundo empresarial es el que concentra un mayor volumen de oferta de este tipo de estudios, lo que nos deja ver que los centros de estudio especializados en esta área han sabido intuir hacia dónde se mueven las necesidades de reclutamiento de las empresas en el ámbito de la gestión y dirección empresarial, sea cual sea el sector al que se dedique la compañía, y responder a tiempo a esas necesidades.

En cualquier caso, la oferta formativa de postgrado es cada vez más variada en nuestro país, tanto en la modalidad y canales utilizados como en cuanto a sus contenidos. Y año tras año, aumenta la valoración positiva que el mercado laboral hace de este tipo de estudios.

Tanto es así que el 38% de las empresas que requiere titulados universitarios en sus ofertas de trabajo valora muy positivamente que el candidato cuente con estudios de postgrado. Además, otra de las ventajas de cursar este tipo de estudios se puede dejar notar una vez conseguido el nuevo empleo pues según datos contenidos en el Informe Infoempleo Adecco: Oferta y demanda de empleo en España 2015, la diferencia salarial entre empleados con formación de máster o postgrado puede ser hasta un 54,5% superior sobre quienes tienen una preparación más básica (Educación Secundaria Obligatoria o similares) o de un 27% que los titulados en Formación Profesional.

La valoración del postgrado en la oferta de empleo puede variar en función de un conjunto de factores que afectan directamente al candidato, como su titulación universitaria, su categoría profesional o el puesto de trabajo al que pretende acceder. Pero también dependerá en gran medida, por ejemplo, del sector al que pertenezca la compañía que realiza la selección. Todos estos factores, se analizan a continuación.

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