Es preocupante hacia dónde se encamina esta sociedad, sociedad en la que ser niño ya no es posible, sociedad que apunta a la aniquilación de los niños, a la eliminación de la inocencia, a la desaparición del reino de la fantasía y de la imaginación. Os cuento una anécdota del día de reyes.

Me encuentro con un niño por una calle paralela a la calle de la cabalgata y le pregunto si no quiere ir a ver a los reyes, a lo cual me contesta que los reyes magos no existen, y sacando su móvil me dice que si quiero pruebas las podemos tener en el acto. La respuesta del niño me deja perplejo por ser este un verdadero niño (desconozco la edad que tendría pero sin duda era lo que todos podemos entender por un niño). Me deja perplejo su respuesta y el que pequeños de su edad tengan acceso a internet. Quizás esto ya sería otro debate, o tal vez no. Me dejó perplejo la forma de ser del niño, un ser sin las típicas emociones de los niños, sin apenas emociones y en cambio se mostraba tremendamente intelectual para la edad que debía tener.

Pero sus padres andaban cerca aunque yo no lo había advertido y se suman a la conversación y me dan su punto de vista, y en resumidas cuentas es este (aunque con mis propias palabras): hay que despertar a los niños de la ficción y prepararlos desde bien pronto para la vida laboral. Los juegos son una pérdida de tiempo, la inocencia es perjudicial, la fantasía y la ilusión típica de la niñez es contraproducente. Hay que despertar a los niños del sueño de ser niños cuanto antes e instruirlos en el estudio, y cuanto antes ocurra eso mejor…en definitiva: se trata de que la feliz etapa de la niñez es perjudicial y casi que una enfermedad y que cuanto antes se erradique dicha enfermedad antes se podrá preparar al niño (que ya no será niño sino una especie de computadora) para la vida competitiva del sistema en que vivimos.

Si con el niño ya me había quedado perplejo con los padres ya me quedé sin palabras.

Qué duda cabe que hay que preparar al niño para la dura vida que tendrá que vivir pero esto debería ser un proceso gradual y compaginándolo siempre con el fomento de la parte emocional (algo que desde luego no ocurre). Me parece que arrebatarle al ser humano una de las mejores etapas de su vida si no la mejor -la niñez- es provocar mismamente una vida más dura a dicho ser humano, una vida que no habrá tenido la oportunidad de conocer qué se siente siendo un niño, sin duda una de las sensaciones que nadie se debería perder.

Preocupante hacia dónde nos encaminamos, preocupante que la sociedad no proteja a los niños sino todo lo contrario, pretenda erradicar la niñez.

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