Mario Jiménez en el XXV Congreso de la Internacional Socialista. Foto: internacionalsocialista.org

Este pasado sábado se clausuró en Cartagena de Indias, Colombia, el XXV Congreso Mundial de la Internacional Socialista con la asistencia de delegaciones de 163 partidos socialistas y socialdemócratas de todo el mundo.

Hubo decenas de intervenciones ante el plenario a lo largo de los tres días de intensos debates; entre ellas las de varios Primeros Ministros y Presidentes. Sin embargo las intervenciones en este XXV Congreso Mundial de la Internacional Socialista, que reflejan los intensos cambios vividos en la economía y la sociedad en los cuatro años anteriores, desde el XXIV Congreso celebrado en Sudáfrica, dejaron muy claras las dos tendencias políticas en el ámbito mundial.

Una tendencia, de la que los representantes de la Comisión Gestora del PSOE enviados a Colombia fueron entusiastas seguidores, defendía un discurso entreguista basado en planteamientos como que no existe una alternativa eficiente al mercado y a la desregulación y deslocalización empresarial; que se debe colaborar con las fuerzas de la derecha para construir «amplios consensos sociales»; que los recortes y privatizaciones son medidas dolorosas pero necesarias; que cualquiera que plantee una alianza de izquierdas es un populista o infiltrado de la extrema izquierda … ; pero este discurso resignado y entreguista ha quedado en clara minoría en los debates y votaciones del XXV Congreso.

En esta cita del socialismo democrático en Cartagena de Indias la inmensa mayoría de las intervenciones de los líderes de la Internacional Socialista, con especial contundencia varios de los Primeros Ministros y Presidentes, han hablado un lenguaje muy diferente. Existe una alternativa al neoliberalismo, los ajustes y privatizaciones no son inevitables, es posible para un país crecer económicamente y redistribuir la riqueza. Se puede crear empleo estable y ampliar los servicios de salud y educación pública y a la vez cumplir con el déficit; el empleo digno y estable no es una quimera. El gobierno de alianza de izquierdas de Portugal es un modelo a seguir. Estas han sido las palabras más escuchadas en Cartagena de Indias y el contenido de las intervenciones más aplaudidas del XXV Congreso.

Lo que me indigna como socialista, es que mientras la mayoría de los representantes del socialismo mundial tenía claro el discurso, la delegación enviada por la Comisión Gestora del PSOE, mirando para otro lado y “haciéndose los suecos”, (me cuentan que se pasaron todo el XXV Congreso pregonando que el voto a Rajoy era «lo mejor para España y la única alternativa») así como, lanzando una  advertencia contra el «populismo de izquierdas» (eso sí, del de derechas ni una palabra).

Las tesis políticas de la nueva ola de dirigentes como Benoit Hamon el candidato socialista a la Presidencia de Francia, defensor de una alianza de izquierdas y una renta básica universal; de Martin Schulz, el ex Presidente del Parlamento Europeo y candidato a la Cancillería del SPD alemán con su programa de giro a la izquierda y defensor de un acuerdo con Die Linke y Los Verdes para acabar con las políticas de austeridad de la CDU de Ángela Merkel; del Primer Ministro portugués Antonio Costa y su gobierno socialista que está impulsando el crecimiento aplicando el fin de los recortes, fueron las claras triunfadoras de los debates y votaciones en Colombia.

Expreso para terminar un deseo, en mayo, en las primarias socialistas, el cautiverio del PSOE acabará y con una dirección legítima electa por las bases, el socialismo español volverá a ocupar el lugar que le corresponde al lado del PS francés de Benoit Hamon, del SPD alemán de Schulz, del PS portugués de Costa, del Partido Laborista de Corbyn y de los demás partidos socialistas europeos que no consideran aceptable, subordinar y malvender su proyecto histórico y su dignidad, a la derecha y a las multinacionales, algo que algunos, cada vez en más clara minoría, han defendido en nuestro partido en España.

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre