En el marco de la operación Alobroge, la Guardia Civil y la Policía Judicial de Ginebra (Suiza), han culminado una importante operación a nivel internacional en la que han detenido a dos personas en Suiza e investigado a otra por los supuestos delitos de prostitución y pertenencia a una organización criminal.

A través de los canales de intercambio de información de la Unidad Técnica de Policía Judicial de la Guardia Civil, se tuvo conocimiento de que la Brigada Antivicio “Mouers” -Grupo Prostitución- del Cantón de Ginebra, estaba realizando una investigación sobre trata de persona para que ejercieran la prostitución cuyas víctimas eran mujeres españolas.

Continuando con las investigaciones, los agentes pudieron constatar a través de una denuncia presentada por una de las víctimas de la organización, que estaba siendo amenazada para que ejerciera la prostitución.

Asimismo, se tuvo conocimiento de la existencia de tres personas de nacionalidad española que a través de una conocida red social y de relaciones personales estaban captando a mujeres en Tenerife y Las Palmas ofreciéndoles la oportunidad de ganar grandes sumas de dinero ejerciendo la prostitución en Ginebra (Suiza).

Una vez en Ginebra, las mujeres que habían sido captadas tenían que abonar el coste del transporte y las obligaban a pagar 100 francos suizos por trabajar en un club y otros 250 francos suizos por la supuesta seguridad, manutención y alojamiento que les ofrecían, cantidades abusivas sobre las que habían pactado en un principio, sufriendo en algunos casos amenazas si no abonaban esos importes.

Investigaciones y explotación

Una vez realizada la fase de recopilación, clasificación y análisis de la información, el Ministerio Fiscal de Ginebra ofició una Comisión Rogatoria Internacional a través de la Fiscalía de Cooperación Internacional, para la realización de gestiones de localización y entrevista a víctimas y a la localización y notificación de uno de los presuntos autores de los hechos delictivos.

La explotación de la operación dio como resultado la detención de dos personas y a la práctica de un registro domiciliario en Suiza.

Esta investigación ha permitido demostrar la captación de víctimas de nacionalidad española en el Archipiélago Canaria, pagos para su desplazamiento y alojamiento en Suiza, coacciones y amenazas mediante engaño y control para ejercer la prostitución en Ginebra.

La operación ha sido desarrollada por el Equipo Contra el Crimen Organizado  de Canarias (ECO) de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil de forma conjunta con la Policía Judicial de Ginebra (Suiza), y coordinada por la Unidad Técnica de Policía Judicial de la Guardia Civil.

 

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