Estamos hartos de escuchar estupideces, mentiras, medias verdades. Quienes tenemos opinión, no nos gusta que quieran manejarnos quienes gobiernan o pretenden gobernar.

Sabemos lo que queremos, por donde no pasaremos NUNCA, a no ser que nos metan por la fuerza bruta.

Hemos dicho NO a muchas cosas, ocasiones de prosperidad comprada, intereses que podrían colmar nuestras necesidades pero, algunos, NO somos de este mundo de oportunistas.

Esto supone tener que calcular bien lo que podemos y, lo que no nos está permitido hacer. Pero, estamos contentos de nuestro comportamiento, a pesar de que algunos no lo entiendan.

No miro la TV, seguro que existen algunos programas que merecen la pena pero, tengo otras cosas que sí me importan. Si alguien en mi casa la pone en marcha, solamente consigo enfadarme con lo que veo-oigo. ¿Soy anormal por ello?

Tampoco estoy de acuerdo en que, no haya un solo día, en el que alguien no tenga que convocar una Rueda de prensa para “desfacer” entuertos.

Porqué “algunos” sin nombre, han puesto unos micrófonos donde no debían estar.

¿Qué clase de sociedad es la que hemos construido en este mundo avanzado del SXXI, cuando todos tenemos opción a “casi” todo?

Un mundo en el que vale todo, mentiras y sensacionalismos incluidos. NO nos callemos, pongámosles en evidencia.

Demasiada habladuría respecto a cosas que interesan pero, que se podrían resolver con menos albedrío. Otro tema es que luego, lees distintos periódicos y, curiosamente, no dicen lo mismo. ¿Habrá algunos auriculares “especiales” que algunos usan para contar medias verdades? ¿Será que todo tiene precio? Triste realidad.

No echemos solo la culpa a Trump, ni a los coreanos del Norte, ni a los chinos. No somos muy diferentes los unos de los otros, cuando de favores y dinero se trata, ni de, si es preciso sacrificar a algunos, a beneficio de “unos pocos.”

El mundo está abocado a su Sinfonía Final, cual he repetido en otras ocasiones pero, tristemente cada día que pasa es más corto el tiempo que nos queda. ¿Rectificar?

Es cosa de gente buena, de la que piensa en los demás, que sabe que estamos en un Planeta llamado Tierra, que vivimos en transición, y debemos mimarle para que, quienes nos sigan en el tiempo, puedan respirar, disfrutar de mares y océanos, de flora y fauna, de bosques y campos de amapolas cuando llega su “tiempo”.

Estamos en Semana Santa, tiempo de meditación. Llegará la Pascua, tiempo de renovación. Seamos consecuentes, pensemos en los demás, los que deberán vivir momentos difíciles si no ponemos el “freno de mano”, donde se precise. El futuro será nuestro, si “queremos”.

 

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre