la crisis ha servido (no es la causa) para darnos cuenta de cómo el Estado se ha vaciado de poder frente al capital

Vengo defendiendo la idea de que se ha producido un cambio esencial en el modelo político actual; la crisis ha servido (no es la causa) para darnos cuenta de cómo el Estado se ha vaciado de poder frente al capital, pero todo ha sido tan sutil, tan complejo, que hemos terminado considerando natural que el derecho a la propiedad sea el único que garantice la libertad y la dignidad humanas, sin embargo yo, y tanta gente por todos lados que busca respuestas y no las halla, difiero.

estamos llamando Estado a sistemas sociales que en realidad son empresas privadas al servicio de sus propietarios

Mi propuesta, y la repito de nuevo, es redefinir el Estado. Éste no lo es realmente cuando beneficia a una parte de la sociedad, esto es: estamos llamando Estado a sistemas sociales que en realidad son empresas privadas al servicio de sus propietarios… es cierto que un empleado obtiene un beneficio de su trabajo, pero jamás sería contratado si quien le paga no obtuviera más beneficio que él; a estas alturas no voy a entrar en la legitimidad de la lógica interna de esta fórmula, la saco a colación para comprobar que si verdaderamente los Estados se han convertido en (o han vuelto a ser) empresas privadas: ahora nuestra relación con ellos sólo puede ser la de producir beneficios a cambio de un salario para quienes realmente manejan el poder, o lo que es lo mismo: la posibilidad real de democracia se ha diluido en la separación de dos clases antagónicas, la minoritaria que manda, supervisa y controla las normas, legislando a su beneficio, y la mayoritaria cuya dignidad, cuya calidad de vida en todos los sentidos va a depender de la voracidad de esa minoría.

No creo posible ahora mismo un modelo económico alternativo al vigente, se me antoja ambición tan enorme que desborda. Sí creo posible volver a legitimar la democracia

El debate sobre la maldad intrínseca del ser humano es tan inextricable como el de su bondad. No creo posible ahora mismo un modelo económico alternativo al vigente, se me antoja ambición tan enorme que desborda. Sí creo posible volver a legitimar la democracia, esto es: devolver una cuota de poder real tan grande al Estado que le permita regular, arbitrar esa lucha antagónica de intereses generadora de dominios y sometimientos. Admitiendo que la obtención de beneficios pudiera ser el acicate para la dinámica económica, el papel de los nuevos partidos políticos (he llamado colaboracionistas a quienes no plantean reformas estructurales) es legislar para que riqueza y miseria no coexistan... y aceptando las consecuencias, porque un crecimiento menor, un enfriamiento de la economía, supondrían un cambio de mentalidad en el consumo e incluso en los conceptos de salud y educación, implicarían un cambio de modelo de vida porque la política no es sólo negociación económica, sino que requiere de un concepto global del ser humano; un frenazo es necesario si no queremos estamparnos de frente contra el muro del colapso ecológico del planeta (Trump lo tiene claro).

Lo diré mejor: es ilegítima (y por tanto susceptible de delito en un nuevo código penal) la cohabitación de una riqueza desmesurada y una pobreza indigna; Peter Singer lo ha dicho con autoridad (no como yo), las muertes por indigencia, por necesidad pura, son una responsabilidad ética de quienes tenemos de sobra, y debe ser delitoUn Estado, para serlo de verdad con legitimidad, debe garantizar una vida digna mínima para toda su ciudadanía y eso incluye, como basamento, una Educación y una Sanidad excelentes para la totalidad de sus habitantes; no cuestiono la existencia del libre mercado, planteo la vuelta a su regulación considerando ilegal la riqueza mientras existan focos de pobreza.

La propuesta es (…) dotar de herramientas legales al Estado para que no pueda darse esta injusticia manifiesta en que se está convirtiendo España y el genocidio sistemático que ahora es nuestro sistema de vida respecto de la mayor parte del planeta

La propuesta no es la simpleza de meter en la cárcel a los ricos, por favor, sino anteponer en la Constitución la dignidad de toda la población a la existencia de la riqueza (recordemos que PP y PSOE la reformaron exactamente para lo contrario), esto es: dotar de herramientas legales al Estado para que no pueda darse esta injusticia manifiesta en que se está convirtiendo España y el genocidio sistemático que ahora es nuestro sistema de vida respecto de la mayor parte del planeta. Y por ello debería hacerse extensivo a todo el mundo, impidiendo bajo penas de cárcel durísimas el establecimiento de relaciones comerciales con gobiernos que no promuevan legislaciones con este mismo fin entre sus gobernados.

Una política regeneracionista podría empezar por algo así… o se impone el Estado a las empresas, o a someterse tocan. Sí, la riqueza desproporcionada es un crimen.

 

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