Vivimos en una sociedad de continuos cambios, de incesantes avances tecnológicos, donde nada más comprarte un coche, pierde mucho de su valor y queda desfasado, nada más comprarte un móvil, sale otro con más y con mejor tecnología. Es difícil estar a la última.
Estos cambios se propagan a velocidad de vértigo en todos los sectores de la sociedad. Los periódicos impresos dejan de ser la principal fuente de información, ya que sus noticias quedan desfasada nada más acabar de poner el último punto final de cualquier artículo prensa, terminar de imprimir dicho periódico o de llevarlo a su punto de venta. Las noticias se suceden constantemente, la sociedad quiere estar constantemente informada y actualizada a tiempo real y eso provoca que los periódicos digitales se hayan convertido en la principal fuente de información, ya que están continuamente actualizando sus noticias.
Los últimos años en política han sido muy intensos, sobre todo en el seno del Partido Socialista, hemos asistidos a una repetición de elecciones a nivel nacional, nunca antes en democracia; propusimos una investidura fallida siendo la segunda fuerza más votada; tuvimos un convulso comité federal donde presentaron su dimisión más de la mitad de la ejecutiva federal y desembocó en el cese del Secretario General del PSOE elegido por la militancia; toma las riendas del partido una Gestora y obliga a los diputados socialistas a abstenerse y permitir que gobierne la derecha y sea Presidente del Gobierno Mariano Rajoy: se inicia el proceso de primarias para volver a elegir al Secretario General y todos los históricos del partido se alinean junto a Susana Díaz, sin embargo consigue menos votos que avales y gana Pedro Sánchez con el apoyo aplastante de más de la mitad del censo de militantes; conocemos la sentencia de la Audiencia Nacional en la que condena al Partido Popular por corrupción; presentamos una moción de censura por dignidad política, la cual sale adelante marcando un acontecimiento histórico en nuestra democracia, convirtiendo a Pedro Sánchez Presidente del Gobierno sin ser ni siquiera Diputado y contar el PSOE con 85 diputados; y todo esto de una manera vertiginosa en apenas 2 años.
Pero aún no ha cesado el ritmo, siguen sucediéndose los acontecimientos, toca regenerar el Gobierno y Pedro Sánchez propone ponerse al frente de los Ministerios a personas de reconocido prestigio político y técnico internacional, un equipo compuesto por 11 mujeres (a cargo de las carteras más importantes del Ejecutivo) y 7 hombres, un equipo moderno, actual, vanguardista y que gusta a la sociedad, el equipo que necesita nuestro país para afrontar los retos que tiene por delante.
A los pocos días de la tomar posesión el nuevo ejecutivo, aparece en prensa que el Ministro de Cultura y Deportes creó una sociedad ficticia para defraudar a Hacienda 256.000€ entre 2006 y 2008, sin embargo, en menos de 24 horas es cesado de su cargo, demostrando que el nuevo gobierno va a ser implacable contra la corrupción. Un gesto que la sociedad ha valorado positivamente, ya que en este país no estábamos acostumbrados a que los políticos dimitieran o fueran cesados por corrupción.
También, se conoció la noticia de que al Aquarius, un buque de una ONG con más de 600 inmigrantes rescatados en alta mar al intentar cruzar el mediterráneo, no se le permitió el desembarco en suelo italiano y rápidamente el Presidente del Gobierno anuncia que serán acogidos por España, ante la impasividad de Italia, Malta y el resto de la UE. Otro gesto bien valorado por la sociedad española e internacional.
Aunque todo parece haber ido a velocidad de vértigo, a modo de partido, todo responde a la energía de una persona por cambiar la realidad, la esperanza por hacer que su partido volviera a la senda de la izquierda para anteponer las personas a los intereses económicos, las ganas de hacer un partido más participativo y transparente, la ilusión que transmitió a la militancia de que era posible modernizar el PSOE y que recuperarse su espíritu original y volver a ser ese partido capaz de transformar la sociedad para adaptarla al siglo XXI.
Y a modo de gobierno, las acciones y decisiones de Pedro Sánchez, responden a una serie de reacciones frente a problemas existentes, a solucionar el conflicto cuanto antes y no permanecer pasivo ante dramas humanitarios, a ser coherente con las resoluciones adoptadas contra la corrupción. Las propuestas que plantea de futuro son medidas que la sociedad han demandado durante estos años, como la lucha contra la desigualdad de género, dar solución al problemas independentista, recuperar la universalidad de la sanidad pública, reactivar el Pacto de Toledo para garantizar pensiones dignas y suprimir el copago, medidas contra el cambio climático, modificación de la reforma laboral, reactivar la Ley de Memoria Histórica y sacar a Franco del Valle de los Caídos, etc.
El último capítulo lo vimos ayer en la entrevista que concedió Pedro Sánchez a RNE, en la que se pudo comprobar, que no solo hemos cambiado de Presidente del Gobierno, sino que hemos cambiado de siglo. Tenemos un Presidente del Gobierno que se ha rodeado de gente muy preparada con ganas e ideas para impulsar los cambios necesarios y situar a España a la cabeza de Europa. Se abre una etapa de esperanza e ilusión.
