La serie de televisión más longeva, la única que cuenta en su haber con 17 temporadas, la familia que ha vivido todas las épocas de la historia reciente de nuestro país, salta a la palestra por presuntas irregularidades en su gestión.

Según José María Aznar – sí, ha leído usted bien – la idea fue suya. Así lo cuenta en su obra «El compromiso del poder», donde explica que, en una de las cenas que le gustaba celebrar cuando era Presidente del Gobierno, junto con Imanol Arias, Ana Duato y Miguel Bernardeau se le encendió la «bombilla». En aquél momento, el proyecto iba a llamarse «Nuestro ayer», quién sabe si, quizás, por los dulces recuerdos que los años sesenta le debían evocar al Presidente. Sea como fuere, y tal y como contaba el productor en una entrevista hace algunos años, nadie quería la serie; según Bernardeau porque trataba el Franquismo.

Las cifras desde luego son contundentes, pues más del 90% de los españoles reconocen haber la visto en algún momento, que ha cerrado su última temporada con cinco millones de audiencia. Sin duda el número de espectadores es muy elevado, aunque lo es más la cantidad que costaba por minuto en el año 2012: 12.000€. Echando cuentas no resulta extraño, entonces, que Ganga Producciones haya recibido más de cien millones de euros (de TVE, o sea, de dinero público) a lo largo de la vida de los Alcántara.

Durante los más de quince años de emisión, las aventuras y desventuras de San Genaro habían conseguido algún que otro titular, como por ejemplo aquél que dio Felipe González cuando se quejó porque la serie llegaba hasta el año 1982, pero que, según él, parecía que no tenía intención de abordar el gobierno socialista que él presidió. No eran pocos los comentarios que se escucharon siempre al respecto de la relación íntima entre la derecha española y los empresarios de la serie – de hecho Imanol Arias se ha dejado ver en más de una ocasión en reuniones del PP, y no perdió la oportunidad de aplaudir al gobierno de Aznar públicamente en su momento -. Es lógico si tenemos en cuenta que la brillante idea de Aznar ha servido para ganarse, según parece, muy bien la vida.

Con sus más y sus menos, la serie transcurría con su normalidad hasta que la actriz que interpretaba a Inés Alcántara (una de las dos actrices, porque Pilar Punzano llegó para encarnar a la Inés más difícil, aquélla que hizo una de las interpretaciones más desgarradoras y duras que se recuerdan en la pantalla española, que fue la época en la que la hija mayor de los Alcántara se metía de lleno en las drogas y tuvo a media España en vilo) alzó su voz ante las injusticias e irregularidades que se estaban cometiendo en la serie. Su denuncia puso patas arriba la serie: a través de su página de facebook, Punzano denunció los abusos e irregularidades que la productora estaba llevando a cabo, el maltrato de algunos actores respecto al resto del reparto y las malas condiciones laborales que estaban convirtiéndose en la tónica habitual. Como suele pasar en estos casos – lamentablemente – la serie decidió «prescindir» de los servicios de la actriz, de la noche a la mañana. Fue así como volvió Irene Visedo, la primera Inés.

Nadie quedó indiferente ante las palabras de Pilar. Y es que quien más y quien menos, todo el mundo siente de algún modo cercanos a los Alcántara. De hecho esta ha sido precisamente la razón por la que la pareja de Arias y Duato – Antonio y Merche – han venido explotando esa imagen de matrimonio tradicional y unido, que superan juntos todos los obstáculos que les pone la vida, para ser la imagen visible de campañas como la de la «X solidaria» de la Agencia tributaria o de Unicef. Nadie – o casi nadie – podía imaginar que hubiera algo turbio.

Inmediatamente después de hacerse públicas las declaraciones de la actriz, Imanol Arias respondió con unas duras palabras, que lejos de apaciguar la situación, pretendieron humillar y difamar a Punzano. Para esta campaña contó con la ayuda de algún actor como Francis Lorenzo, quien raudo y veloz, como si hiciera horas extra de Comisario de Aguíla Roja, tuviera que intervenir para tratar de ensuciar la imagen de su compañera Pilar. Hubo un momento en el que esta táctica casi funciona, de no ser porque aquéllos que habían trabajado en la serie y habían tenido problemas comenzaron a aparecer y respaldar la versión de la actriz. Técnicos, extras, compañeros y compañeras de reparto contactaron con los medios de comunicación para denunciar lo que en su momento nadie quiso escuchar: mal trato en la serie, falta de sensibilidad en demasiadas ocasiones – cabe destacar la amarga historia de una de las niñas que hacía de hija pequeña de los Alcántara – y fue así como saltaron las alarmas en los despachos de Televisión Española.

Se inició una comisión de investigación, y aunque aún ésta no ha concluido sus investigaciones, ya ha dado a conocer algunos datos interesantes: efectivamente, aparecen irregularidades en los contratos laborales, la productora presentaba unas cantidades a TVE que parecen no ser ciertas, posibles facturas dobles, salarios hinchados que en realidad los actores no percibían… y una serie de supuestas irregularidades graves que han alarmado al ente público de tal modo, como para avisar de que es muy probable que «Cuéntame cómo pasó» no vuelva a emitirse.

Para más inri, recientemente Duato y Arias han copado titulares por las presuntas irregularidades de sus cuentas con el fisco español, y además, de las supuestas cuentas que Imanol tenía en paraísos fiscales, apareciendo según señalan algunos medios de comunicación en los conocidos «Papeles de Panamá».

Sin duda, es momento para que nos cuenten qué pasó, pues hay datos que llaman la atención. Por ejemplo, presuntamente contaron con la ayuda del testaferro de la trama de corrupción del Partido Popular, el caso Púnica, para desviar fondos al extranjero sin tener que presentarlos previamente en Hacienda. Poco a poco se van conociendo más cosas, como los millones de euros que están a salvo en la SICAV creada por Bernardeau para gestionar los pingües beneficios que según apunta ya la auditoria que TVE está realizando, bien pudieran provenir de lo que se le negaba a quien legítimamente le habría correspondido por su trabajo.

Se esperan noticias en los próximos meses, tanto por el resultado de la comisión de investigación abierta por Televisión Española, como de la sentencia que deberá dictarse ante la demanda interpuesta por Pilar Punzano.

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