Repetir las elecciones no es plato de buen gusto para la mayoría de los ciudadanos españoles, no por el hecho de tener que volver a acudir a las urnas, sino por el coste económico que supone para las arcas del Estado: la cifra supera los 130 millones de euros.

El próximo domingo 26 de junio los españoles vuelven a votas tras elecciones del 20 de diciembre y la falta de consenso para formar Gobierno. El baile de posibles pactos y las negativas de los partidos políticos a ceder en sus pretensiones para gobernar o apoyar a otra formación ha dado lugar a unas nuevas elecciones.

En un principio, las formaciones parecían estar de acuerdo en reducir gastos con el objetivo de que las arcas del Estado no sufrieran un duro golpe económico. Sin embargo, PSOE y PP se negaron a renunciar al envío de propaganda postal, que rondó los 48 millones de euros en las pasadas elecciones.

De esta forma, en 2015 a las arcas públicas les costó las elecciones 130.244.505 euros, según los datos facilitados por el Ministerio del Interior. De esta cantidad, más de 55 millones de euros se la lleva las administraciones públicas, seguidas de Correos, con 48 millones; telecomunicaciones, 12,8 millones, y la logística, 12,5 millones.

A ello hay que sumar el amplio despliegue de cuerpos de seguridad, ya que España está en nivel 4 de alerta terrorista. En los últimos comicios electorales, han supuesto 12,7 millones de euros con el despliegue de 90.000 agentes -más de 28.500 policías y 46.000 guardias civiles-, además de los efectivos de los cuerpos autonómicos y locales. Por último, también existe una partida presupuestaria destinada a posibles imprevistos.

Asimismo, tras las elecciones los partidos reciben una serie de subvenciones en función de sus resultados: 21.167,64 euros por cada escaño y 0,81 euros por cada voto obtenido siempre que se obtenga escaño.

Así, estos comicios electorales tienen un alto precio económico para España, situándose entre 130 y 160 millones de euros.

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