Tras las elecciones del pasado 20 de diciembre, sigue siendo una incógnita quien será el próximo presidente del Gobierno. El baile de posibles pactos y las negativas de los partidos políticos a ceder en sus pretensiones para gobernar o apoyar a otra formación puede dar lugar a la repetición de las elecciones, algo que tendría un elevado coste económico para las arcas del Estado.

Independientemente del resultado que saldría de esas nuevas elecciones, lo que está claro es que tanto el Estado como los propios partidos políticos tendrían que hacer un gran esfuerzo económico. Así, la cifra podría superar los 160 millones de euros, que es más o menos el coste que tuvieron estos últimos comicios electorales.

A las arcas públicas les costó las elecciones 130.244.505 euros, según los datos facilitados por el Ministerio del Interior a algunas agencias de noticias. De esta cantidad, más de 55 millones de euros se la lleva las administraciones públicas, seguidas de Correos, con 48 millones; telecomunicaciones, 12,8 millones, y la logística, 12,5 millones. Además, también hay una parte destinada a posibles imprevistos.

A ello hay que sumar el amplio despliegue de cuerpos de seguridad, ya que España está en nivel 4 de alerta terrorista. Un total de 91.702 agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado velaron por la seguridad de las elecciones el pasado 20 de diciembre. De repetirse las elecciones, también se repetiría esta medida.

Por otro lado, el desembolso de los partidos políticos durante la campaña electoral también es importante. El PSOE cifró la suya en unos nueve millones de euros, Ciudadanos (C’s) en más de cuatro millones, IU alrededor de 2,5 millones y Podemos unos 2,2 millones de euros.

Asimismo, tras las elecciones los partidos reciben una serie de subvenciones en función de sus resultados: 21.167,64 euros por cada escaño y 0,81 euros por cada voto obtenido siempre que se obtenga escaño.

De esta forma, unos nuevos comicios electorales tendrían un alto precio económico para las arcas del Estado, así como para las formaciones políticas.

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