En medio de la decadencia de la socialdemocracia europea, dos líderes reivindican su izquierdismo y llevan a sus partidos, el laborista británico y el socialista español, a remontar en las encuestas y expectativas de voto, quizá siguiendo la estela del socialismo portugués, que gobierna con una coalición de izquierdas que ya ha conseguido excelentes resultados en su gestión, superando una severa crisis económica.
Los dos, Jeremy Corbyn y Pedro Sánchez, tienen historias paralelas. Corbyn ganó ampliamente las primarias del Partido Laborista británico cuando estaba políticamente desahuciado y se le afeaba su izquierdismo, lo mismo que Pedro Sánchez al que vaticinaban los agoreros que rompería al Partido Socialista si ganaba las primarias.
Los malos augurios de sus detractores por fortuna no se han cumplido. Corbyn tiene contra las cuerdas a la primera ministra Theresa May a sólo cuatro días de las elecciones y Pedro Sánchez recupera a los socialistas españoles, arañando votos a Podemos, según la última encuesta de Metroscopia.
Corbyn tiene a los laboristas a tres puntos de los conservadores. Sánchez ha colocado a esa misma distancia al PSOE respecto al PP y se afianza como segunda fuerza política de España.
Las estrategias de uno y otro tienen el apoyo indiscutible de la militancia de sus respectivos partidos, cuando todavía tenemos en la retina el desastre del socialismo francés, arrastrado por las políticas del presidente Hollande y su primer ministro Manuel Valls, que llevaron al PSF a sus niveles más irrelevantes en la política francesa. En Alemania no pintan mejor las cosas después de la gran coalición con la democracia cristiana de Merkel, que los está arrasando en las elecciones regionales y auguran malos resultados en las generales.
En Portugal, por el contrario, el Partido Socialista consiguió sustituir al conservador Pedro Passos Coelho gracias a un acuerdo de gobierno con el Partido Comunista de Portugal y el Bloco de Esquerda. El actual Gobierno del socialista Antonio Costa ha logrado paliar los recortes salariales, ha devuelto a 35 horas semanales para la jornada laboral de los funcionarios, ha creado un impuesto de patrimonio para viviendas de lujo de más de 500.000 euros y ha suspendido los conciertos del Estado con colegios privados en zonas donde exista un centro público, así como la gratuidad de los libros de texto en los primeros cursos de la educación básica. ¿Les suena? Un programa de izquierdas frente a los austericidios que imponía la Unión Europea de los que tenemos huellas dolorosas en España.
Por esos derroteros pretenden llevar a sus partidos Corbyn y Pedro Sánchez, un par de rojos confesos.
¡¡Animo Pedro, ni un paso atrás!!
Primero fueron las Primarias.
Ahora, el 39 Congreso.
Luego explicar el programa con detalle a los votantes y a los simpatizantes de la misma forma que primero se lo habéis mostrado a los militantes (83% de participación).
Y, finalmente, a ganar las elecciones.
Otra Europa es posible. Depende de tod@s nosotr@s.
Se puede y se debe hacer. Ya está bien de tanto capitalismo salvaje y corrupción.