Quienes me conocen saben que viajé en una ocasión por el desaparecido país de los barghawatas, allí vi cosas que no creeríais y el cotarro político era tan complejo o más que el nuestro. Recuerdo que el Partido del Pueblo, viendo peligrar la estabilidad de un sistema en el que tenía garantizada la financiación y una infraestructura elefantiásica, además del reparto de cargos por toda su geografía, terminó apoyando al Partido de los Atributos Monárquicos. Una llamada del Emir Supremo a un expresidente del Pa.Pu bastó para que ordenara a una aspirante a Presidenta a dar un golpe de mano y depurar la organización de todo intelectual molesto que pusiera por delante las ideas al interés general de la estabilización. En connivencia con ellos algunos medios de comunicación iniciaron una campaña magistral de manipulación de la realidad hasta convertir el golpe en una necesidad inexcusable incluso por encima del fuero a votar en unas elecciones; este derechazo del Emir y el Pa.At.Mo, involucrando al Pa.Pu, recuerdo, terminó identificándose con lo progresista hasta invertir el significado de los hechos. Lo más espectacular fue el uso de los Servicios Inteligentes: una mañana unos enmascarados, que lógicamente no tenían ningún interés en ser reconocidos, hicieron ademán de atacar un acto del Pa.Pu en una universidad pública portando lemas de la izquierda movilizada sacados de contexto, los noticiarios hicieron el resto… una información demagógica terminó llamando fascistas a los progresistas (en realidad convidados de piedra, no participantes) y libertarios a los sostenedores de un autoritarismo velado de pragmatismo que sólo buscaba el sostenimiento del dominio y el rédito.

Lo malo de España es que está pareciéndose a este país fenecido y desintegrado en otros. Es tal la descomposición ética y política, que uno piensa que estas cosas podrían ocurrir aquí, me las creo. La estupefaciente declaración de Herr Gürtel no sorprende a nadie, porque es simplemente una muestra del desparpajo con que los españolitos medios nos despachamos incumpliendo toda norma y barrunto de dignidad siempre que obtengamos un beneficio personal o, he aquí la piedra filosofal que lo justifica todo, la sacrosanta familia: “Tú también lo harías, ¿no?”, decimos clavando la pupila en lo más hondo de la madre del corazón del otro… Criticamos la corrupción política, cuando convivimos en la estulticia más asfixiante.

La pelea se deriva sutilmente a los tipos legales, nuestro PP dice que no va con él sino con los cuarenta que dirigían el partido y sus gestores o administradores y tesoreros, y quienes estaban allí y movían la pomada sólo son artículo 122 del Penal, o sea: partícipes a título lucrativo, que es como ser la señora de don Vito Corleone y mirar con cara de resignación y sufrimiento cristiano; por ahí puede leer uno artículos, y no en sitios menores, narrando la extraña secuencia de muertes y accidentes que han caído como maldición sobre estratégicos testigos, lo que unido a las maneras dicharacheromafiosillas de los personajes juzgados, pues… Y se presentan a las elecciones y las ganan; no son ellos quienes tienen la culpa, claro, o sí, porque la ruina de la Enseñanza se la han trabajado bien hasta convertirla en una factoría de pasividad y mano de obra paupérrima comulgante, costalera y española, española, española.

Este esperpento español pasa por nacionalismos que se tienen por libertadores y, sin embargo, niegan la autoridad de la Ley y la separación de poderes, con el único amparo de una bandera y una Historia que, por definición, no son más que un discurso pleno de intereses, o sea lo mismo que critican al nacionalismo megaestatalista; parece que si tu Estado es más pequeñito, se puede ser facha disfrazado de perroflauta. Seguro que alguien ahora me está identificando con Martínez el de El Jueves, a mí, que la España centralista de la JONS me la reflonflinfla… mundo “upside down”.

Y nuestra referencia secular del progresismo (dicen), nuestro PSOE apadrinado por don Mario, Jiménez, de Moguer (no confundir con el enorme escritor marido de Zenobia), obcecado por construir la mentira de la maldad intrínseca de movimientos sociales y políticos cuyos programas son bastante más suaves que los que ellos blandieron allá por el 81, con sus periódicos tratando de demostrar la descomposición de estos grupos que se hacen más fuertes cuanto más les atacan, un PSOE que si apoya a Podemos morirá y que se está suicidando por llevar a las cercanías del trono de Felipe VI a don Mariano, hasta ayer la bicha del socialismo y acelerador del desmontaje del Estado del Bienestar iniciado por el propio PSOE.

Gobernará el PP de la Gürtel con el apoyo del PSOE de los Eres; gobernará dos años con oposición sólo en lo accesorio, jamás en cuestiones de déficit o presupuestos, habrá elecciones anticipadas y el PSOE presentará su nueva candidatura (parece que Susana se ha quemado las alas volando tan cerca del sol), y ambos tratarán de volver como sea a los pingües beneficios que les produce el bipartidismo, para eso están las cloacas del Estado y las multinacionales dueñas de los “media”… éste es el pacto, me atrevo a imaginar, ya fuera de mí mismo.

Pero el PP depende de la demografía, no se vive para siempre y menos sin pensiones; el PSOE sobrepasado por Podemos se verá entonces arrastrado por los cuernos (expresión castiza no literal, por Dios) y firmará su rendición, dará paso. Ciudadanos caerá del naranja al azul, su color natural, y Podemos será el nuevo socialismo (¡horror!). Esperemos al menos llegar en paz y con cordura, que hay mucho patriota tontolino suelto últimamente y eso me pone de punta los pelos pocos.

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