El próximo 23 de junio los ciudadanos británicos se dan cita para tomar una de las decisiones más importantes en Europa, la permanencia del país dentro dela Unión Europea (UE), algo que no solo tendrá consecuencias políticas, sino económicas, algunas de las cuales ya se están notando en España.
Para empezar, los primeros síntomas se notarán en los mercados de divisas. La Bolsa española ya está sufriendo los vaivenes que genera la incertidumbre del referéndum. De hecho, se espera que tanto la libra esterlina como el euro abriesen el día 22 de junio en los mercados de divisas con una soberana caída.
Tras la votación, si sale favorable a la salida de Reino Unido de la UE, la incertidumbre volvería de nuevo. Tal es así que el proceso hasta la salida efectiva y el establecimiento de una nueva relación estable sería largo y estaría lleno de incertidumbre, lo que podría afectar negativamente a las economías europeas.
De cara a la economía, las divisiones entre expertos y analistas varían mucho. La salida de Reino Unido supondría un duro golpe para los pilares de Europa. Así, se pondría a prueba la capacidad del eurosistema para preservar el funcionamiento del mercado europeo. Además, de cara al exterior la desconfianza de los inversores aumentaría. La firma británica de consultoría Global Counsel advirtió que tras el Brexit, la UE se convertiría en un socio comercial menos atractivo a nivel mundial y perdería poder internacional.
Por el contrario, esto puede verse compensado por una mayor integración política, ya que Reino Unido es uno de los miembros que se oponen con más fuerza a una mayor integración, y por una política exterior más coherente.
En España, vario sectores se verían afectados, como el turismo y el inmobiliario. En el segundo caso, existe una gran incertidumbre por el peso que tienen los británicos en la compra de viviendas en España. Además, 400.000 expatriados británicos que residen en España, afectando a asuntos capitales como las pensiones, la sanidad o la fiscalidad.
