Confianza

Fermín estaba calentando la gloria. Fuera, el Cierzo del mes de mayo, enfriaba las ideas y congestionaba los músculos. Alguna gota, bastante fría, se colaba entre los flácidos rayos del difuminado sol de la primavera castellana. La chisquera chisporroteaba dentro del cañón de la Gloria. La paja le había cedido el turno a una dura champa de raíz de encina. El postigo superior de la puerta de la calle, abierto, dejaba entrar la claridad y el frio.

Fermín oyó el sonido de la aldaba y giró la cabeza mientras de rodillas, en el suelo del portal, atizaba la lumbre.

  • Que se te ofrece Segismundo – le dijo Fermín a quien llamaba a la puerta.
  • Verá Señor Fermín, usted sabe que somos muchos de familia, que la situación es precaria en casa y que mis hijos tienen hambre. Si me pudiera adelantar unas fanegas de trigo para ir al molino y hacer pan,…
  • Ea! Ea! No se hable más. No tienes que explicarme nada. Aguarda un segundo que acabo de echar estos dos troncos de encina al fuego y vamos a la troje.

Segismundo era un tipo peculiar. No era muy querido en el pueblo. No se juntaba con los demás en el corro anterior a la misa ni frecuentaba la cantina. Tenía cinco hijos y poca tierra de labor. De ahí que no quisiera gastar los pocos cuartos que sacaba en vino. Era una persona poco habladora y no le gustaba que le vinieran con chismes. Decía: “yo a lo mío y tu deberías hacer lo mismo”. No participaba en disputas parcelarias, y tomaba siempre partido por aquello que consideraba justo, aunque a quién se lo dijera, no le gustara. Por lo demás era un tipo normal. Usaba boina como los demás. Traje de pana en invierno y pantalón de algodón, chaleco corto y jubón de lino en verano. Y siempre estaba dispuesto a echar una mano a quién se lo pidiera, incluso dejando sus quehaceres para más adelante.

No era la primera vez que Segismundo le pedía ayuda a Fermín. Aquella, la primera, Fermín no las había tenido todas consigo y temió que el grano prestado, no le fuera devuelto. Pero para su tranquilidad, no sólo le devolvió lo prestado, sino que se empeñó en acompañarle al monte a cortar leña. Fermín no quería, pero al final, tuvo que acceder. Segismundo taló y podó como si fuera para él. Así que, cada vez que Segismundo le pedía trigo, Fermín se lo daba con la mayor tranquilidad y pensando que daba igual si se lo devolvía o no, porque Segismundo era un hombre de palabra y de alguna forma pagaría lo prestado. Pero era el único.

A los vecinos, Segismundo, no les gustaba. Un tipo arisco que no entra en discusión y que no te dice lo que quieres oír, no suele agradar al personal.

Antes de ir a casa del señor Fermín a pedir crédito cereal, Segismundo había recorrido medio pueblo. Todos le habían dicho no tener suficiente grano en el silo y por tanto, imposible acceder al préstamo. Sólo uno, Saturio el más rico del pueblo y el que por tanto no podía poner la excusa de la inexistencia de reservas, había accedido al préstamo. Pero había salido mal parado. Segismundo, con el primer beldeo de la nueva cosecha, le había devuelto, en la propia era, las fanegas recibidas. Sin embargo, llegado el mes de octubre, Saturio se presentó en casa del pedigüeño a reclamarle la devolución de lo prestado. Cuando Segismundo le habló de la era y de la devolución, Saturio le sacó la libreta en la que tenía apuntado el préstamo diciéndole que allí figuraba como moroso. Y que si en su libreta figuraba como tal, algo a lo que él había accedido estampando su firma, es que no se lo había devuelto. El pobre Segismundo le imploró por sus hijos. Intentó que entrara en razón. Si le tenía que devolver de nuevo el cereal, pasarían hambre. Le pidió que hiciera memoria, que en agosto, en la era, se lo había devuelto y que el propio Saturio le dijo que no se preocupara, que cuando llegara a casa, rompería la hoja de la libreta. Pero Saturio no sólo no se ablandó sino que con voz tajante le cortó:

  • Está bien. Si no puedes devolver el grano, puedes pagarme dándome la escritura de la huerta del diablo.
  • Pero Don Saturio – le dijo Segismundo – si hago eso, mis hijos no podrán comer patatas, ni tendremos tomates en verano, ni cebollas para la matanza, ni ajos…
  • Pues haberlo pensado antes – contestó Saturio.

Así pues, Segismundo entregó la huerta al rico estafador, para no tener que ir a la justicia. Finalizó más pobre y con la lección aprendida. Jamás volver a pedir al que más tiene.

Saturio, se pasaba el día llamando moroso a Segismundo y regañando a Fermín por prestar a quién no era de fiar.

 


 

Catecismo latrón

Hace unos ocho meses, publiqué en este diario un artículo titulado “una persona normal”. Me equivocaba. No somos personas normales. Aquellos que luchamos contra el cinismo y la hijoputez, somos mejores seres humanos que todos esos que bailan al son que tocan los indecentes rufianes que trasiegan en el Partido Popular.

No somos personas normales, si entendemos como normalidad agachar la cabeza y pasar por alto las hijoputeces de algunos que, relacionados con cientos de casos de corrupción, con muertes por inasistencia o por negación de medicamentos, o por desidia, como en el caso de los asesinatos machistas, encima pretenden darnos lecciones de moralidad, de honradez, de civismo y de ciudadanía.

No somos personas normales y no vamos a aguantar lecciones de democracia, honradez y moralidad (http://www.eldiario.es/politica/Gallardon-Zapatero-Venezuela-satisfactorio-Garzon_0_663533811.html) de un tipo que dejó Madrid en la quiebra, que regaló al menos 12,7 millones de euros públicos a las constructoras de la M-30 (http://www.publico.es/politica/m-30-gallardon-regalo-12-7-millones-ferrovial-acs-m-30.html). No vamos a aguantar lecciones de libertad y democracia del hijo de un franquista, del yerno de un fascista al que le cantan el Cara al Sol en su funeral, y de un tipo que defiende al angelito ultra responsable de la detención ilegal de un Ministro de Justica venezolano, de la muerte de decenas de personas (http://www.telesurtv.net/news/Leopoldo-Lopez-Agente-de-la-CIA-el-golpe-guarimbas-Uribe-y-el-fascismo-20140218-0053.html ) y de la instigación y participación en un golpe de estado. Las cosas por su nombre. Leopoldo López no es un libertario de Venezuela ni un demócrata, sino un golpista ultra con decenas de muertos en su avaricia de poder. Su abogado no es un demócrata de prestigio. Es un tipo inmerso en la caverna del franquismo. Un tipo investigado por malversación de caudales públicos, prevaricación y falseamiento de cuentas (http://www.vozpopuli.com/espana/euros-partido-ejercer-accion-Gallardon_0_1016598939.html ). Es el responsable de que se pagaran un millón y medio de euros por el mantenimiento de una estación meteorológica que costaba setecientos euros (http://www.publico.es/publico-tv/video/566608/gallardon-pago-15-millones-de-euros-por-mantener-una-estacion-meteorologica-que-cuesta-700 )

No somos personas normales porque no aceptamos imposiciones ni lecciones de democracia, de unos presuntos maleantes investigados por más de 70 casos de corrupción con más de novecientos imputados. No aceptamos tener que homenajear obligatoriamente a quiénes nos dicen cuando, se han servido de Miguel Ángel Blanco para financiarse ilegalmente (http://www.eldiario.es/politica/Policia-PP-Miguel-Angel-Blanco_0_663533921.html) No aceptamos que nos den lecciones de civismo y humanidad a quienes maquearon su sede de Bilbao con fondos de la lucha antiterrorista (http://www.eitb.eus/es/noticias/politica/detalle/2886142/sede-pp-bilbao–pago-sede-fondos-seguridad-concejales/) No aceptamos que nos hablen de “sus muertos” cuando tienen la indecencia de, además de haber puesto todas las trabas posibles para la exhumación de Timoteo Mendieta (y de otros), fusilado por los ancestros de estos cavernícolas del choriceo, a quién hubo que sacar de una fosa común por mandato de una jueza argentina y con los fondos de un sindicato noruego de la electricidad, gestionados por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (http://memoriahistorica.org.es/), encima le pidan a su hija, que con siete años, vio como sacaban a su padre a la fuerza de su casa como castigo por ser el Secretario General de la UGT en Sacedón y que ha pasado toda su vida buscando el cadáver de su padre, 2057 € en concepto de impuestos (http://www.republica.com/2017/07/12/el-ayuntamiento-de-guadalajara-exige-2-057-euros-por-exhumar-a-timoteo-mendieta-fusilado-en-1939/), por trabajos que el Ayuntamiento de Guadalajara no sólo no ha realizado, sino que ya ha cobrado en anteriores campañas. No aceptamos lecciones de moralidad de quiénes tienen la desvergüenza de ordenar que el resto de cadáveres vuelvan a la misma fosa común de la misma cuneta.

Quienes tienen en su conciencia (si la tuvieran) las muertes de decenas de enfermos de hepatitis C a los que se les negó el tratamiento con Sovaldi porque era caro (http://www.elmundo.es/espana/2014/07/20/53cabad222601d701d8b4581.html), quienes llevan a cuestas la muerte de decenas de mujeres a manos de machistas porque pasan olímpicamente de hacer políticas para el freno de esta lacra, quienes tienen en su haber 62 muertes por haber contratado un avión de mierda con un presupuesto de 177.000 € del que sólo utilizaron 37.000 (con la meritoria hijoputez de lo que hicieron con los otros 140.000), ¿nos van a dar lecciones y permiso para categorizar la importancia de los muertos? Siempre han manejado a su antojo y conveniencia el terrorismo. ¿Alguien del PP se acuerda de un señor que estuvo 532 días bajo una fresadora en Mondragón? ¿O es que como ya no pertenece al PP, ya no renta políticamente?

Los sinvergüenzas que desviaron a paraísos fiscales de 25,5 millones de Euros PÚBLICOS en el caso Lezo, que hicieron desaparecer 500 millones de euros PÚBLICOS en la Púnica y 863 millones de Euros PÚBLICOS en la Gürtel, no van a darnos lecciones de honradez ni carnets de ciudadanos de bien. Quienes le han provocado un agujero al estado de 75.000 millones de euros para tapar los desmanes que sus amiguetes provocaron (http://www.vozpopuli.com/economia-y-finanzas/banca/factura-rescate-espanola-superar-millones_0_989002416.html) no nos van a dar lecciones de honestidad, de civismo ni de gestión.

Quienes se han financiado ilegalmente a través de los capos de la droga (http://www.elplural.com/comunicacion/2017/07/12/el-narco-laureano-oubina-tengo-pruebas-de-haber-financiado-ilegalmente) provocando miles de zombis andantes y de muertos en Galicia, no van a venir a indicarnos el camino del bien ni a darnos lecciones de ética y probidad.

Quién lleva la sirvengozonería por montera, quién mintió con las armas de destrucción masiva y al que un extesorero acusa de ser el organizador de la Caja B del PP (http://www.eldiario.es/politica/Naseiro-registro-pruebas-Aznar-mandaba_0_384611872.html) puede dejar las cátedras sobre integridad, dignidad y decencia para intentar convencer a Belcebú.

Parafraseando a Facu Diaz, lo mejor que puede hacer el PP es entregar sus “actas” y disolverse.

La mafia, además de ser ilegal, no debería poder ejercer sin control. Quién cela y ampara a un ladrón, debería ser repudiado con indignación.

Salud, república y más escuelas.

 

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Pasé tarde por la universidad. De niño, soñaba con ser escritor o periodista. Ahora, tal y como está la profesión periodística prefiero ser un cuentista y un alma libre. En mi juventud jugué a ser comunista en un partido encorsetado que me hizo huir demasiado pronto. Militante comprometido durante veinticinco años en CC.OO, acabé aborreciendo el servilismo, la incoherencia y los caprichos de los fondos de formación. Siempre he sido un militante de lo social, sin formación. Tengo el defecto de no casarme con nadie y de decir las cosas tal y como las siento. Y como nunca he tenido la tentación de creerme infalible, nunca doy información. Sólo opinión. Si me equivoco rectifico. Soy un autodidacta de la vida y un eterno aprendiz de casi todo.

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