En el episodio anterior dejábamos a nuestros protagonistas al borde del abismo. El villano de turno, una marioneta al servicio de un Mal superior que trabaja desde la sombra, tiene en una mano la liana que sostiene a nuestros aguerridos personajes al límite, entre la vida y la muerte laboral, y en la otra una navaja. La navaja del recorte, muy afilada y con un montón de muescas de otras tantas batallas anteriores frente a otros colectivos.

Me he permitido comenzar este artículo como si se tratase del guion de alguna antigua serie de TV por episodios, un cliffhanger en toda regla, vamos.

A estas alturas seguro que ya saben cómo terminó el asunto. No hubo medio de comunicación que no le diera en mayor o menor medida eco al asunto, el Decreto fue derogado. Pero… ¿qué hubo realmente ahí detrás? y ¿qué futuro se adivina al frente?

Decía mi compañero y amigo Sebas Huguet en la segunda carta abierta de un Estibador, publicada en este mismo medio, que los partidos políticos nos recibieron a todos los niveles; municipal, autonómico, estatal y europeo. Nuestros representantes sindicales viajaron con ese objetivo desde diferentes puertos de nuestra geografía hasta Bruselas, al Parlamento Europeo en Estrasburgo y finalmente al Congreso de los Diputados, Madrid. Se reunieron por el camino con todos aquellos ministros que quisieron sentarse con nosotros. Incluida la propia comisaria de transporte europeo, Violeta Bulc, quien señaló que España tenía tiempo de sobra para llegar a un acuerdo, hasta junio, sin amenaza de sanciones. Justo lo contrario que vociferaba una y otra vez el ministro de la Serna y su equipo, como el pastorcillo que gritaba que venía el lobo alertando y mintiendo al pueblo una y otra vez, pero cambiando la palabra “Lobo” por “Multa”.

El Ministro de la Serna no quiso sentarse con nosotros. Permanecía, como viene siendo habitual en el partido para el que trabaja, anclado en el inmovilismo. El Decreto ley que llevaba bajo el brazo parecía escrito en piedra, no había cabida para la modificación de una sola coma, una demostración más de las políticas del “ordeno y mando” algo a lo que se han acostumbrado durante años de mayoría absoluta. Es curioso porque daba la impresión de que seguían en esa mayoría absoluta, visto lo visto durante estas semanas de… ¿negociación? Le pongo signos de interrogación porque si bien nuestros representantes tenían interés en que ésta se llevara a cabo, igual que patronal y empresas portuarias, el ministro, al contrario, no daba señales de ello. O bien se presentaba sin intención de mover una sola coma, resguardado bajo la excusa de que desde Europa así lo ordenaban (falso), o bien, enviaba a las reuniones a un representante sin potestad para hacer cambios en el texto del decreto. El escogido para este trabajo sucio fue Marcos Peña, quien el mismo reconocía el poco sentido que tenía esta decisión.  Mención aparte el hecho de que se organizara una reunión sin márgenes de tiempo razonables para que los representantes sindicales tuvieran oportunidad de participar, debido a la distancia geográfica hasta la capital. Una nueva triquiñuela del gobierno del PP para tratar de eliminar opositores.

Y así llegamos a las veinticuatro horas anteriores al día de la votación del decreto. El gobierno organiza de buenas a primeras una reunión técnica entre empresas y abogados de los sindicatos para conseguir algún apoyo más en vista de que la votación iba a estar reñida hasta el final. Casi todos los partidos políticos ya habían dejado clara su postura al respecto, mención especial a Ciudadanos que había pasado por las dos opciones alegremente, del SI al NO y vuelta a empezar (aunque todavía guardaban una sorpresa para el momento de la votación). El PNV había vendido su apoyo al decreto por 30 millones, como las 30 piezas de plata que recibiera Judas en su día. Estos millones provendrían del Ministerio de Hacienda y se emplearían en el pago de las indemnizaciones de los estibadores puestos de patitas a la calle de los puertos de Bilbao (25 millones) y Pasajes (los restantes). Es decir, apoyo al Gobierno en su decreto, que recordemos no es más que un ERE encubierto, y a cambio pagan los despidos con fondos públicos. Esos 30 millones, insisto, saldrían de las arcas públicas de donde también saldrían los más de 300 millones que emplearían para despedir a todos los estibadores. Es este acto de una vileza nauseabunda, y desde Europa se encargaron de avisar que no eran estos, modos correctos de operar. La propia comisaria de Transportes, Violeta Bulc, en su visita a España indicó que era esta una ayuda de Estado prohibida y que el gobierno debía buscar otras alternativas.

La votación del proyecto nos tuvo a todos con el corazón en un puño. Saltó la noticia de que tres diputadas estaban de viaje en Nueva York y que de sus votos podía depender la aprobación del decreto que entregaría los puertos a los intereses económicos de buitres financieros internacionales. Ángela Rodríguez Martínez de Podemos, Teresa Jordà i Roura de ERC y Marta Sorlí Fresquet, de Compromís tuvieron que volar con carácter de urgencia hasta la capital para llegar a tiempo y ejercer su voto. Parecía una broma, ¿dependía nuestro puesto de trabajo de que estas tres diputadas llegaran a tiempo? Además, los compañeros del Taxi estaban ejerciendo su derecho a huelga, con lo que daba la impresión de que no iban a poder llegar a tiempo al Congreso. Finalmente llegaron, aunque gracias a Dios sus votos no resultaron decisivos a la hora de ver hacia qué lado quedaba inclinada la balanza. Hablaba antes de la sorpresa que reservaba Ciudadanos, y fue en modo de abstención. Tras pasearse por el Si y el No finalmente optaron por una postura neutral.

Habíamos conseguido que se derogara el Decreto ley

Ahora me regalaría en los momentos de alegría que viví con mis compañeros, los que se vivieron en todos los puertos, todas las familias (las consanguíneas y las de hierro, óxido y salitre) que saltaron y rieron, y lloraron, y se abrazaron y sentían como el corazón se desbocaba en sus pechos. Miles de trabajadores dependíamos de esta votación, la historia no jugaba a nuestro favor, hacía décadas que no se derogaba un Decreto Ley, pero lo habíamos conseguido, entre todos.

El partido que gobierna este país no daba crédito. Queda para la posteridad la imagen que emitió el canal del Congreso del ministro de la Serna en su escaño, los dedos sobre sus labios como cierre en una boca que había repetido hasta la saciedad que llegaba el lobo, que había que pagar una multa entre todos los españoles. La multa, el recurso que habían empleado hasta aburrir a través de los medios. No estaría mal que pusieran el mismo énfasis en informar una y otra vez al país de lo que estamos pagando por otras cosas, por otras malas decisiones del gobierno, por el rescate bancario o por las autopistas de peaje que se encuentran en quiebra, por poner un par de ejemplos, pero esto no es importante. Lo importante es el jodido lobo.

Cuando se le preguntó a Rajoy por la posibilidad de que el gobierno retirara el decreto por la falta de apoyos, dijo «Pero, por favor, qué cosas» Esta es toda una demostración del modelo de gobierno al que estamos sometidos. Es directamente no saber gobernar. Es sólo saber hacerlo desde el decretazo, desde el “ordeno y mando”. La época del bipartidismo ha quedado atrás, y espero que sea para no volver. Corren nuevos tiempos, una época en que al menos hay cuatro partidos principales que DEBEN sentarse y negociar para llevar a buen puerto todo aquello que sea necesario para nuestro bien como país, como ciudadanos. No sentarse, no dialogar con todas las partes hasta la saciedad, no escuchar otras opciones y plantear elecciones porque no se puede gobernar en el estado actual, es sencillamente NO saber gobernar.

Pues bien, la brisa del batir de alas de la mariposa sigue su curso y se convierte en viento de cambio, y de la Serna y el resto de diputados que quieren precarizar la estiba se encuentran con el NO en las narices. Y ahora, ¿qué?

No han pasado ni 72 horas y el gobierno ha anunciado un nuevo decreto que planea presentar cuanto antes. Recordemos que hay una fecha límite impuesta por Europa para tener un acuerdo: el viernes 24 de marzo. Insiste el ministro que el nuevo decreto no tendrá demasiados cambios con respecto al original, pues dice que desde Europa no se da margen para esto (mentira). Dice el ejecutivo que son muy generosos con el paquete de fondos públicos preparado para pagar jubilaciones anticipadas. Vuelven a recordar que viene el Lobo, ya saben a qué me refiero.

José Fernández López es un compañero estibador de Algeciras que estuvo junto a otros en el Congreso de los Diputados. Es un tipo al que no tengo el gusto de conocer en persona, pero después de todo este tiempo de lucha a través de las redes sociales hemos acabado estrechando lazos entre los diferentes puertos de tal modo que ahora parece que sí, que nos conocemos todos los estibadores. Pues decía este José Fernández que, si se hubiera tomado un chupito cada vez que el ministro había empleado la palabra “multa”, la cogorza hubiera sido de las que hacen historia. Ya lo creo que sí.

En fin. No hemos ganado nada todavía. Solo hemos enseñado músculo y hemos salido bien parados del primer round. Le hemos dicho entre todos al gobierno del PP que para aprobar una reforma que afecte a un colectivo, sea éste el que sea, DEBE tenerse en cuenta en las negociaciones a dicho colectivo. Y esto debe aplicarse a todo lo demás, son nuevos tiempos, la vieja política ya no sirve.

Ahora llegan nuevos desafíos para este gobierno. Tienen que sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado para este año y el siguiente. Será mejor que tomen nota, porque como ven, toca hacer política plural, toca debatir, y solo de este modo tirarán adelante cuanto se requiera para favorecer a sus ciudadanos, a los obreros, la base de esta sociedad, no a Multinacionales o fondos buitre que únicamente quieren engordar sus ya escandalosos beneficios. Si no están junto al obrero, están en contra de la sociedad. Dejan de ser políticos que sirven al pueblo, para convertirse en otra cosa.

La semana que viene tenemos una nueva reunión. Esperamos que vengan con un Proyecto de ley, que vengan con los deberes hechos, que entiendan que el inmovilismo no lleva a ninguna parte, que vengan con la altura de miras necesaria para poder continuar creciendo y abiertos a estudiar alternativas (tenemos una carpeta llena de propuestas validas). Nosotros estamos preparados para negociar, siempre lo hemos estado.

Mientras tanto continuaremos en la poza, en los muelles, trabajando duro para empujar la economía del país y para seguir haciendo crecer nuestros puertos, como ocurre año tras año según indican los datos publicados por Puertos del Estado. 

Somos orgullosos estibadores. 

Orgullosos obreros.

5 COMENTARIOS

  1. El público de Diario16 podrá advertir, con este impecable artículo que describe con cristalina claridad una crónica sobre el conflicto de la estiba, que el mundo de los muelles ya no alberga animales humanizados sinó profesionales dotados de una demostrada inteligencia y una gran capacidad de razonar.
    La opinión pública puede comparar las observaciones que nuestro gobierno emula con éstos escritos hechos desde el fondo de un corazón que siente, día a día, una opresión indigna por el decreto de algún oportunista que corona su carrera con maniobras desleales a la democracia, a la própia ética social y afines, ante todo y exclusivamente, a la más oscura sinrazón gubernamental.
    Gracias por su aportación a nuestra causa, gracias a Pedro por no fallar nunca, gracias a este colectivo que cada día crece con más fuerza, valentía y unidad.
    JJM

  2. La inutilidad de este gobierno de plantar cara en Europa ha quedado claro con los sucesivos recortes y medidas de austeridad que hemos tenido que soportar el Pueblo.

    Otra muestra de inutilidad de Rajoy y su gobierno es el echar a los estribadores, hoy son estos funcionarios los acosados, mañana pueden ser los profesores por ejemplo. El PP no puede hacer lo que le pide la UE, tiene que saber negociar, y renegociar, y más cuando un servicio tan estratégico funciona tan bien.

    Es increible que siempre estas cosas ocurren cuando gobierna la derechona, es indignante también su falta de sensibilidad. Creo que los estribadores tienen que ser mucho más contundentes y explicar su postura en los medios, creo que la inmensa mayoría del país estamos con ellos y sus familias.

    Podemos vencer en esta lucha y lo vamos a hacer.

    • De cuando para acá somos funcionarios los estibadires. Para tu información a nosotros nos pagan las empresas privadas.
      El estado español no paga un duro a los esibadores.
      Ese tipo de info trastocada y mentirosa la da el PP.
      SOMOS DE EMPRESAS PRIVADAS.
      Un saludo

  3. Maggnus, los estibadores NO son funcionarios. Hace años los eran, pero eso tb acabó. Ellos pertenecen a las empresas privadas, y éstas tienen la obligatoriedad de pertenecer a esta sociedad y contratarlas. Eso es lo que quieren cambiar la UE. Pero la UE no dice que haya que despedirlos y cambiarles su contrato. En el Decreto de este Sr está contemplado el despido de todos y la creación de ETT, para su despido utilizan 350 millones de fondos públicos y recuerdo son trabajadores de empresas privadas. Sus salarios son conforme a convenio colectivo. Las estadísticas que publican los medios del coste de la estiba está realizada por la misma asesoría que dió luz verde a Bankia para salir a bolsa. Hay informes mucho más serios de la Universidad de Barcelona. Los estibadores no han pedido ninguna ayuda de fondos públicos para prejubilaciones ni para despidos, eso ha sido este Sr imagino que querrá algún puestecillo en algún puerto. Nuestros puertos son competitivos, Algeciras bate récords año tras año, está entre los cinco mejores de Europa, a pesar de no tener infraestructuras adecuadas de luz ni tren. También el decreto abre la puerta a que la tripulación pueda realizar labores de estiba. Así que expliquen quién gana con esta liberación, para mí empresas multinacionales y amiguitas, además de asegurarse sus puertas giratorias. Nuestros estibadores cotizan a la seguridad social, pagan sus impuestos en España por tanto el gobierno tiene la obligación de defender sus intereses y además cumplir la normativa UE. Esa misma que nos llama la atención por precariedad laboral.

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