Queridos Señores Importantes.

Mi nombre es Daniela y acabo de cumplir dos años. Nací por error o negligencia. Creo que hasta mi propia concepción debió de ser un error, pero nací, respiro, siento y vivo, cierto que con una gran discapacidad que me impide expresar cuanto siento, pero siento y siento mucho.

Los niños como yo, a los que se les llama grandes discapacitados y que además no podemos vivir con nuestros padres, normalmente no salimos en acogimiento familiar, pero por error yo ahora vivo con una familia acogedora, mi familia: ese error me benefició y me dio al menos la oportunidad de tener un apego seguro y el cuidado de lo que supone una familia. Creo que en un centro no hubiera estado igual de bien y ahora siempre tengo los mismos brazos, los cuidados de los que son ya como mis padres y hermanos. Este error vuelvo a decir, ha sido bueno para mí, ya que, aunque el destino o lo que sea me ha privado de salud y un futuro largo, al menos tengo mucho cariño y un hogar.

Señores Importantes piensen en ello y permitan que los que estamos muy enfermos también tengamos derecho a vivir en familia. Tenemos el mismo derecho y más necesidad si cabe de estar muy arropados siempre por la figura de unos padres, aunque no sean los nuestros.

Mi currículum, en mi corta vida, es un cúmulo de errores, algunos de la naturaleza, otros de la desigualdad, otros de las incompetencias y otros de Ustedes, los Señores Importantes. Soy un bebé discapacitado, tutelado y sin documentación: sí, como suena, parece ser que no existo y no tengo visibilidad porque no tengo papeles. No por esto voy a estar callada, que para eso tengo a mi familia acogedora que me pone voz y se nutre de mi fuerza para conseguir lo que me corresponde por derecho y que no es otra cosa que se me reconozca el derecho a MI identidad. No quiero ser una “sin papeles”, no quiero que Ustedes, Señores Importantes, se conformen con la excusa de que no hay acuerdos con el país de origen de mis padres biológicos para conseguir mi documentación. Estoy segura de que, si Ustedes quieren, pueden encontrar la forma de solucionar este asunto de mil maneras. Cuando los veo y oigo en la tele, me parecen Ustedes muy inteligentes. Pues ahora tienen que demostrarlo, conmigo y con los miles de niños que están en la misma situación que yo. Somos niños, que por no tener una filiación no podemos viajar, cobrar una prestación, federarnos para jugar con nuestros equipos y miles de cosas “sencillas y habituales” para otros niños que complican el día a día nuestro y de las familias que nos cuidan. Si Ustedes ponen voluntad de la buena, esto lo resolverán en un periquete.

Me dice mi mamá acogedora que Ustedes son como mis padres; pues si es así cuídenme, protéjanme y asegúrense de que mis derechos, nuestros derechos, no se vulneren ya que tenemos la suerte de haber nacido en España, y aquí esas cosas no se hacen ¿verdad?

Señores Importantes solo les pido que hagan bien su trabajo, que cumplan sus promesas y que no sea un sobreesfuerzo tremendo para mi familia y mi técnico. Obtener todo lo que pueda necesitar y me corresponde por derecho, porque según tengo entendido Ustedes velan por los derechos y el bienestar de todos los niños y cuando uno de ellos está en peligro, Ustedes lo protegen. Lo que no sé es qué pasa cuando Ustedes, Señores Importantes, no cumplen sus obligaciones. ¿Quién nos protege?

Ya sin más me despido esperando que alguno de Ustedes lea y conteste a mi carta, recapaciten sobre el “verdadero interés del menor”, algo que siempre les oigo pronunciar.

Que esa bonita frase sea una realidad para todos nosotros y no un buen titular de prensa.

Les pido por favor que trabajen Ustedes para que todos los menores protegidos por el Gobierno Español tengan garantizados todos sus derechos.

Con mucha esperanza en el futuro, reciban un abrazo muy fuerte y acogedor de Daniela.

Fdo: Daniela F.A.D.E.S.

2 COMENTARIOS

  1. Buenas noches. Parece mentira que, si no he entendido mal, España sea capaz, a la vez, de cuidar a menores desamparados y no pelear por ellos una filiación. Un nacionalidad. De locos

  2. Tremendo artículo. Gracias a esa familia que sirve de ángel de la guarda de Diana. Si no fuera por esta gente de enorme corazón, no sé qué sería de estos niños.
    Y vaya por delante el agradecimiento, qué están haciendo nuestros políticos cuando estas cosas pasan?
    Es lamentable que estos pequeños solamente puedan contar con la ayuda de gente de gran corazón.
    Me avergüenzo de mi país.

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