Carta abierta… Diantres

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Es 13 de abril de 2016 y releyendo cosas sobre las que he ido escribiendo los últimos años, he encontrado una carta abierta (‘Carta abierta al… ¿pragmatismo’) que escribí allá por abril del año 2006 para una revista de mi federación sindical. Escribía esta carta siendo parte de los órganos de gestión en mi organización sindical; hace una semana  justamente que ha cumplido 10 años y creo que tiene plena validez y actualidad, cosa por otro lado que suele pasar en el cíclico devenir de las cosas.

En aquel momento solo ‘era una sospecha’ aquello de que se cernía una tremenda ‘crisis’ sobre todos nosotros; es cierto que lo vaticinaban quienes ahora sabemos que la maquinaron con sus desmanes y con su codicia; codicia y desmanes que no han cesado.

No hay que olvidar que en aquellos tiempos las políticas sociales eran el centro del debate político, parecía que podía haber otra forma de hacer las cosas, un espejismo, solo un espejismo ante la tibieza de los gobiernos que debieron hacer frente al ‘ultraliberalismo’ y no permitir nunca que se socializaran las pérdidas de sus ‘inhumanos juegos’. Pero la lógica del ‘Poder’ es la que es, la que deja jugar de vez en cuando a los pobres en una suerte de esperanzas sobre las que tejan la idea de que pueden lograr la verdadera Libertad y la verdadera Justicia, pero nunca hay nada de verdad en esto, solo hay una verdad y es que siempre hemos de partir de la casilla de salida cuando ‘la banca gana’, es la ‘odisea interminable’ de un tejer y destejer perpetuo.

En aquel tiempo todavía faltaban cuatro años para la Reforma Laboral del gobierno socialista de Zapatero, aquel suceso que fue un hachazo terrible a los trabajadores y trabajadoras ante la petición de ‘sangre’ desde los ‘Mercados’. Por cierto, bonito eufemismo para despersonalizar a todos los buitres codiciosos que han llevado a la pobreza a millones de personas, a países enteros.

Hoy día en la lectura de esta carta, se me antoja interesante, un ejercicio de superposición de los planos de ambas realidades. Así mismo, puede sernos revelador intentar imaginar cuál puede ser el paso siguiente en la actual situación; en este tránsito que se define en un horizonte de unas nuevas elecciones generales tras el fallo, pifia, yerro, chasco, fracaso, traspié, inconveniencia, fiasco, ridículo,…, inexcusable, en cualquier caso, de las fuerzas políticas de progreso ante el mandato del pueblo en el final, por ahora y mucho tiempo, del bipartidismo.

Todo esto con el permiso de la inacción, casi insolente, de quien habiendo ganado las elecciones y habiéndonos llevado a las cotas más peligrosas del ‘austericidio’, en la indolencia más absoluta, no ha movido un solo dedo y ha asistido casi con chulería a la imposibilidad de un gobierno de progreso y social desde las fuerzas alejadas, al menos ideológicamente, del liberalismo. En el fondo de todo esto subyace la inconsciencia de los peligros y ‘demonios’ que acechan a la ‘Democracia’, y no hay que olvidar que ‘los polvos traen lodos’.

Así pues leamos esta ‘Carta abierta al… ¿pragmatismo?

“Todos los hombres cogen los límites de su propio campo de visión como los límites del mundo

–Schopenhauer-

Comenzaré por saludar a todos y todas los que no os rendís ante una realidad tozuda que intenta llevarnos al pensamiento único.

Hoy, a mis cuarenta y algún años, he sentido por un momento como se me podían derrumbar algunos de mis iconos emblemáticos supuestamente de ideología humanista, que a resultas más bien han terminado por ser ídolos de pies de barro. Yo los hacía amigos después de haberlos idealizado, quizás por ello, todavía creo que pueden regurgitarse a sí mismos y creerse lo que en otros tiempos fueron o quisieron ser.

En la lucha diaria uno siente y sabe como la propia vida matiza, oscurece o, en el peor de los casos, desgarra las ilusiones, pero siempre queda la esperanza de que, con nuevas fuerzas y con el tesón necesario, uno podrá construir una nueva utopía que permita dar sentido a los principios o creencias sobre los que queremos tener sustentado nuestro devenir en esta sociedad. Qué ingenuos podemos llegar a ser algunos de nosotros y… ¡qué “ingenuos” queremos seguir siendo! Este ideal nos anima y, aún después de que todos nuestros anhelos, que antes lo fueron de otros, puedan quedar momentáneamente en suspenso, nunca nos abandonará y seguiremos dándole espíritu y continuidad.

En éstas estamos y nos empeñamos gran parte de nuestra vida, aunque un buen día conocemos de veras a alguien que creíamos que compartía esta concepción de la existencia, alguien que en parte fue responsable de que muchos, entre ellos el que suscribe, se planten así ante la vida, viendo que todo ha derivado en ser mera apariencia. Aun así  en algunos de nosotros no cunde el desaliento.

Se me ocurre que es posible que detrás de alguno de estos personajes solo haya un obsceno hipócrita que amparándose en una fachada “progre” y falsamente honesta no esconda más que planteamientos pragmáticos y posibilistas para su propia supervivencia.

Más no se olviden que como dice un proverbio chino “Hay tres cosas que nunca vuelven atrás: la flecha lanzada, la palabra pronunciada y la oportunidad perdida.”

No quisiera excederme con quienes una vez dejan de tener responsabilidades directas o cuando “tocan moqueta” abandonan todo riesgo quimérico al ver solo los monstruos de lo imaginado y dejan de creer en las posibilidades de la humanidad olvidándose del que un día fue su sueño. Entonces, lo utópico queda definido como lo imposible, y de su imaginario, como el humo en la niebla, desaparecen tantas utopías de otros tiempos, olvidando que algunas de ellas ya son realidades conquistadas; parecen haber olvidado que de lo prosaico de la vida nacen innumerables sueños que alimentan quimeras cuya manifestación son nuevas utopías que puedan parecer inalcanzables en el audaz momento de su formulación y que, sin embargo, hay un momento en que dejan de ser “poesía asonante” para convertirse en “prosa corriente”. No podemos permitir que llegue el momento que vaticinó Salvador Dalí cuando dijo en una de sus histriónicas afirmaciones “Creo que pronto llegará el momento en el que, mediante un método de pensamiento paranoico activo, será posible sistematizar la confusión y contribuir a la total desacreditación del mundo real.”

Tampoco quisiera pasarme con aquellos otros que amparándose en su “intachable trayectoria” ponen en tela de juicio el afán y las legítimas esperanzas para hacer lo que en otro tiempo ellos pudieron o quisieron hacer. Entre éstos hay personajes que, desde su mediocridad generosamente demostrada, incluso se permiten insultar a quienes empezando están demostrando tesón y trabajo por conseguir realidades desde las nuevas o las viejas utopías.

A estos personajillos que, las más de las veces desde su envidia mal disimulada, critican las lícitas aspiraciones de otros, incluso vertiendo insultos públicamente con el único objeto de ejercer un veto irracional al que nadie les ha dado derecho, si quiero decirles, en nombre propio y de cuantos y cuantas estamos iniciando nuestro andar en la política, que cuando hay ganas de trabajar no importan estos obstáculos, es más, son acicates para seguir adelante, pues es entonces, más que nunca, cuando uno quiere y puede decir ‘no todos somos iguales’. A éstos también quiero recordarles lo que un político y escritor ilustre de nuestra historia llamado Francisco de Quevedo dejo escrito, “Quien pierde la honra por el negocio, pierde el negocio y pierde la honra.”.

Volviendo a la fuerza del pensamiento y de las utopías que emanan de él, quisiera recordar antes de proseguir algo que un político de la altura de JFK dijo “Algunos hombres ven cosas  y se preguntan por qué. Yo sueño con cosas que nunca han pasado y me pregunto por qué no.”.

Pragmáticos amigos, trepas aparte, en otros tiempos imaginasteis, desde el lirismo de las utopías, una sociedad que podía cambiar al ser humano al tiempo que este podría evolucionar y producir nuevos sueños.

Pues bien, es cierto, aun estáis a tiempo, no son “molinos” esos “gigantes”, es más, saben vuesas mercedes que del propio ser de nuestro imaginario fue lo que le aconteció en fatal lecho al ilustre hidalgo, de todos conocido, como de la “Triste Figura”, en última conversación con el ‘Virrey de Barataria’: “Perdóname, amigo, de la ocasión que te he dado de parecer loco como yo, haciéndote caer en el error en que yo he caído, de que hubo y hay caballeros andantes en el mundo”. Así le dice el hidalgo caballero a su escudero, y éste le responde: “¡lAy!. No se muera vuesa merced, señor mío, sino tome mi consejo, y viva muchos años; porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir, sin más ni más, sin que nadie le mate, ni otras manos le acaben que las de la melancolía.”.

Así pues, sean sensatos solo en lo imprescindible, que de conservadores de lo tenido ya los hubo y habrá de nacimiento, amén de los de postrer ganancia, conquista o victoria, y no vaya a ser más principal para vuesas mercedes, paladines de lo prodigioso, estancarse en cualquier peldaño del camino emprendido que el propio camino, que es hacedero y corriente terminar como facundos, de prolijo uso de lenguaje garrulo, sustentados de coartadas e infames industrias. De modo que, sírvase todo aquel afectado de colocarse a reflexionar sobre lo dicho y lo que se demanda.

¿Lo importante es conservar lo que se tiene más que buscar lo que se desea? ¿Cómo se mueren vuesas mercedes, que me trajeron a la “vida”? ¿Es vana ilusión tener sueños que en el anhelo de gozar de su propia realidad sean el propio motor de ella?

Pues va a ser que no, queridos amigos, compañeros, lectores, y no se olviden que la mayor parte de los fracasos vienen por querer adelantar el momento de los logros. “

Me vais a permitir acabar con una reflexión en forma de poema. (El poema ‘Demonios’ -inédito- escrito por quien suscribe este artículo allá por el mes de septiembre de 2014).

Poema

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